Tomás Vodanovic (RD), alcalde electo por Maipú: “Proyectos políticos que pretenden transformar Chile deben primero someterse a la prueba del gobierno local”

Tomas Vodanovic
25 Mayo 2021 Entrevista a Tomas Vodanovic, alcalde electo de la comuna de Maipu. Foto : Andres Perez25 Mayo 2021 Entrevista a Tomas Vodanovic, alcalde electo de la comuna de Maipu. Foto : Andres Perez

A sus 30 años, el sociólogo de la Universidad Católica y militante de Revolución Democrática, Tomás Vodanovic, logró arrebatarle Maipú a Cathy Barriga, uno de los municipios más importantes para la UDI en las elecciones a alcalde. Con una carrera marcada por voluntariados y ayuda social -fue profesor de Enseña Chile durante dos años y fundador de la corporación Formando Chile, lo que lo llevó a vivir durante tres años en la población La Pincoya-, Vodanovic dice que logró convencer a los maipucinos en base a propuestas concretas y no solo realizando críticas sobre la mala gestión de su antecesora.


Fue profesor durante gran parte de su época universitaria. El sociólogo UC Tomás Vodanovic (30), nuevo alcalde electo de Maipú, encontró su vocación por el servicio público en medio de una carrera marcada por el voluntariado. “Lejos el espacio donde más he aprendido y me he formado en mi vida fue viviendo en La Pincoya. Es un baño de realidad y de tensión permanente que, al menos para mí, marcó mucho mis posteriores reflexiones y decisiones de vida. Siempre me acuerdo sobre cómo reflexionaba en esa época, porque es distinto a cómo reflexiono hoy. Esas eran las (reflexiones) más nítidas respecto a cómo se organiza la sociedad y las cosas que hay que hacer al respecto”.

¿Cuánto tiempo estuvo ahí?

Casi tres años. Mis últimos tres años de universidad.

Le arrebató una de las comunas más importantes a la UDI. ¿Qué factores influyeron en su triunfo?

Son varios. Nunca he sido muy amigo de aquellos que tratan de darles una explicación a fenómenos que son muy complejos, que responden a varias causas. Uno no puede desconocer el momento político que vive el país, donde en muchas comunas hubo un voto de castigo a lo que podría llamarse el viejo orden o la política tradicional. Más allá de su ideología, es una representación de una política que ya tuvo su oportunidad durante 30 años y con una evaluación positiva o negativa, la gente ya quiere superar ese proceso. Eso es un factor. Ya yéndonos al plano más local de Maipú, yo creo que la gente resintió una gestión municipal que abandonó los barrios, que despilfarró recursos públicos, que muchas veces hizo noticia por cualquier otra cosa, menos por estar solucionando los problemas más prioritarios de la comuna.

¿Cuál es el vínculo que tiene con la comuna? ¿Por qué se postuló ahí y no en otra?

Trabajo hace cinco años en Maipú. Me tocó el proceso de iniciar el Frente Amplio en Maipú, antes de la candidatura de Beatriz Sánchez. Lo hice con el deseo de sacar a RD del centro de la ciudad, de la universidad. Sentía que cualquier proyecto político transformador de izquierda tenía que ir a pensarse y construirse en aquellos sectores de la ciudad que han estado más postergados, abandonados y que han sufrido las consecuencias de una política totalmente despreocupada por las principales necesidades o las demandas más justas de las personas.

¿Quiénes son sus referentes en la administración de gobiernos comunales y de qué experiencias le gustaría aprender?

Miro con mucha atención lo que han hecho Claudio Castro en Renca, Daniel Jadue en Recoleta, Mauro Tamayo en Cerro Navia o el alcalde Durán en Independencia. Creo que son referentes de gestión local transparente, innovadora, que es capaz de pensar la política pública en lógicas muy distintas a cómo se viene haciendo y de mejorar condiciones de vida de forma concreta. Un municipio es un minigobierno y el potencial de impacto que tiene es brutal, y creo que proyectos políticos que pretenden transformar Chile deben primero someterse a la prueba del gobierno local y desde ahí demostrar qué es realmente lo que estamos hablando. La posibilidad cierta de cambiar cosas y de demostrar en qué consiste nuestro proyecto político va a ser en el ejercicio de los municipios. El futuro del Frente Amplio se juega en la gestión municipal que ganamos en esta oportunidad.

¿Cómo piensa enfrentar los problemas que dejó su antecesora en términos presupuestarios?

Estamos bien preocupados por el estado en el que vamos a recibir el municipio. Hoy, el municipio de Maipú está muy dañado en términos financieros y organizacionales. La alcaldesa Barriga tuvo una rotación de altos cargos impresionante y un maltrato a funcionarios que es denunciado todos los días. Vamos a tener que reconstruir un municipio en términos organizacionales y con sus vínculos territoriales. Tenemos que llegar el primer día a auditar un municipio para conocer su real estado financiero y desde ahí generar un proyecto comunal a tres años y medio.

¿Cómo ve los dichos de Barriga sobre las críticas que usted ha hecho a su gestión? Ella dijo que la estaba atacando como mujer.

Nuestras críticas son políticas y técnicas a una gestión. En ningún caso nos hemos referido a ella como persona y Barriga es parte del pasado de la comuna y yo estoy preocupado de construir un futuro distinto para Maipú.

RD, que es el partido al cual pertenece, se vio involucrado en un caso por presunta corrupción que formalizó la fiscalía por malversación de caudales públicos en la Municipalidad de Providencia, en materia educacional. ¿Qué lecciones saca RD del episodio de la alcaldía de Josefa Errázuriz?

No fui parte de esa alcaldía, de hecho, ni siquiera militaba en RD, pero obviamente uno siempre tiene que aprender de las lecciones pasadas. Nosotros, como un partido político incipiente, tenemos que aprender de cosas que se están investigando, pero más allá de eso tenemos que aprender no sólo de la experiencia en los municipios, también nuestra experiencia en el Parlamento. No podemos pretender llegar a construir un nuevo proyecto municipal con puras personas, con mucha voluntad, mucho ánimo, pero sin experiencias previas. Yo creo que Maipú se puede convertir junto a Viña del Mar, Ñuñoa y Valdivia en los grandes símbolos de lo que signifique Revolución Democrática para el país. Nos vamos a jugar nuestra promesa política de mejorar condiciones de vida en el nivel que tengamos de gestión local. Si la gestión de Maipú, Ñuñoa y Valdivia es mala, la ciudadanía chilena va a relacionar a RD con que lo hacen pésimo. Si logramos transformar realidades y tener un gobierno local innovador y transformador, vamos a empezar a posicionarnos como una alternativa viable para construir el futuro de Chile.

¿Cuáles son las primeras medidas que va a implantar más allá de la auditoría?

Lo que más demanda la ciudadanía es tener una autoridad de puertas abiertas y que escuche. Nosotros pretendemos el primer mes de gestión estar con cabildos abiertos en los 21 barrios de la comuna para reparar vínculos con la dirigencia social, con la organización de la comuna. Y comenzar a diagnosticar problemas que llevan abandonados sin ser escuchados durante cuatro años. Y desde ahí, junto con la auditoría, conociendo el estado financiero y organizacional del municipio y habiendo diagnosticado las demandas territoriales, generar un plan de gobierno a largo plazo.

¿Se sintió cómodo con los vetos que se vieron entre el Frente Amplio y la Unidad Constituyente?

Espero que logremos construir un proyecto de gobierno y un proyecto país con el más amplio arco opositor. En Maipú esa fue la experiencia que recogimos. Fue un proceso complejo, largo, no sin desconfianza, pero que nos permitió construir una mayoría muy amplia desde el Frente Amplio, el Partido Comunista, el Partido Socialista, el Partido Liberal, militancias de la ex Nueva Mayoría, gran parte del mundo independiente y de los movimientos sociales. Y eso fue lo que nos permitió construir las mayorías para ganar una elección. Espero que para el ejercicio nacional eso replique, más allá de las decisiones estratégicas del último tiempo que nos van a tener en una primaria, donde espero que Gabriel Boric pueda ganar y de ahí ir a construir una mayoría más amplia de todo el mundo opositor.

¿Cree que puede o debe la política operar en base a veto? En el caso de la alcaldesa de Ñuñoa salió precisamente porque el PS decidió apoyarla.

En Maipú pasó algo similiar, fue la candidata presidencial Paula Narváez la que dio el apoyo público a nuestra candidatura, fueron las bases socialistas las que quisieron plegarse a este proyecto y nosotros construimos en conjunto un proyecto comunal para Maipú. Espero que a nivel nacional sea eso. Más allá de las legítimas diferencias que tenemos entre las distintas fuerzas políticas, también dentro del Frente Amplio, con el Partido Liberal, con el Partido Comunista, con el Partido Socialista... creo que el Partido Socialista tiene mucho que aportar a la construcción del nuevo ciclo político en Chile y yo espero que lo podamos hacer de la mano.

RD fue uno de los que lamentaron no haber llegado a un acuerdo para la primaria con el PS. ¿Ve una posibilidad de entendimiento de los ex Nueva Mayoría con el Frente Amplio?

Yo creo que sí. Ya tenemos una una elección que nos permite tener una segunda vuelta y quizás las campañas muchas veces son épocas para marcar contrastes también. Y así ha sido siempre. Obviamente el proyecto del Partido Socialista es distinto al de Revolución Democrática y al del Partido Comunista. Eso no quita que podamos perseguir objetivos comunes para el nuevo Chile. Y yo espero que más temprano que tarde podamos trabajar en conjunto para empujar esos objetivos que hoy son las principales demandas que la ciudadanía nos pide en las calles. Una vez superada la primera vuelta presidencial, que nos va a llevar separado, tenemos que empujar en conjunto, porque en democracia, si uno no construye mayorías, no transforma realidades. Y yo creo que para construir mayorías necesitamos al Partido Socialista.

¿Qué comparte y qué lo diferencia del Partido Comunista?

Hay diferencias ideológicas. Yo creo en un socialismo democrático. Con el Partido Comunista siempre nos hemos encontrado en muchas luchas, demandas y territorios. Empujamos hacia la misma dirección de hacia dónde tiene que ir el país. Por supuesto que tenemos proyectos diferentes a la hora de entender la política pública y de cómo entender la organización de una sociedad. Y eso van a ser los contrastes, creo yo, que tienen que aparecer en campaña para que la gente pueda diferenciar nítidamente cuáles son esas diferencias. Pero yo espero que esa diferenciación sea en un clima de fraternidad, de unidad y de entender que el día después de la primaria tendremos que seguir empujando en conjunto para la construcción de un Chile más justo y democrático.

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