Top Gun II: pilotos Fach y experto en Defensa desmenuzan a los nuevos aviones de combate que trae la película

USS ABRAHAM LINCOLN
Este es un F/A-18 E Super Hornet en acción, como los que aparecerán en Top Gun: Maverick (AP Photo/Jerome Delay)

El tiempo pasa y para todos. Los míticos F-14 Tomcat del film original, de 1986, son reemplazados en la secuela, anunciada para 2020, por los potentes F/A-18 Super Hornets. También se rumorea que vendrán F-35 y drones no tripulados. En los años 80 los "malos" eran los MIG soviéticos. Nuestro país, en tanto, pasó de los F-5 Tigre de aquella época a los actuales y modernos F-16.


El teniente Pete "Maverick" Mitchell corriendo una aparatosa moto Kawasaki junto a una pista de despegue. El rojo atardecer de California, en Estados Unidos. Las chaquetas de cuero y los lentes de sol Ray Ban, emblemáticos para la época. El creído Iceman, de Val Kilmer. La pegajosa banda sonora de Kenny Loggins ("Danger Zone") y Berlin ("Take my breath away"). Los soviéticos, "malos" obviamente. Y ella, de silueta, a contraluz, con el pelo suelto, sonriendo, enojada, caminando, como fuera, ella, la rubia instructora civil Charlie Blackwood (Kelly McGillis).

Lo primero será decir que si usted entiende estas claves, está a varias décadas de ser un millenials. La película Top Gun, dirigida por Tony Scott y que narraba las andanzas de Tom Cruise como piloto de la US Navy, se estrenó en 1986. Y no sólo fue un éxito de taquilla. También puso de moda a los aviones de combate y las llamadas "dogfight" (peleas de perro), como se denomina en inglés a esos ejercicios de "uno contra uno" en el aire.

Casi 34 años después, para 2020, está anunciada su segunda parte. "Top Gun: Maverick", es el nombre de la secuela. En Internet ya se puede ver el trailer. Varios rostros de antaño están de vuelta. Tom y Val, por ejemplo. No Kelly. Los años pesan. También para las máquinas. Los aviones insignes de mediados de los 80 ya fueron superados en varias generaciones por modelos nuevos. Ahí es donde entran los expertos del mundo militar chileno y su análisis de que lo trae o puede traer este filme de uniformes.

"Los sistemas de armas, tecnologías, materiales absorbentes de energías, digitalización de las cabinas y otros elementos de vuelo cambiaron mucho en estas tres décadas", explica el coronel de aviación (A) Andrés Leiva, de la Fuerza Aérea de Chile (Fach).

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Vamos por parte. Detalle uno: los aviones de Top Gun no son de la fuerza aérea norteamericana, sino de la marina. De hecho, despegan desde portaaviones. Los originales y héroes del film eran los F-14 Tomcat. "Se trata de cazas, es decir, de naves orientadas fundamentalmente a interceptar otras naves; muy buenos aparatos, versátiles, con misiles de largo y corto alcance, eran el principal elemento de los portaaviones norteamericanos de aquella época", destaca el analista de Defensa Eduardo Santos.

El coronel Leiva añade que estos eficientes aparatos estuvieron en servicio activo desde principios de los años 70 y EE.UU. los retiró  de sus barcos en 2006. "Actualmente, el único país que los tiene operativos es Irán", explica.

En la película ochentera estos aviones se enfrentaban a unos ficticios MIG-28 de la ex URSS. Ficticios, porque los MIG siempre tuvieron números impares. El más icónico de la Guerra Fría fue el MIG 21. La Fuerza Aérea de Perú, por ejemplo, actualmente dispone de MIG 29.

Otro detalle curioso es que en Top Gun las naves enemigas de los soviéticos no eran realmente MIG, porque no habrían tenido de dónde sacarlos, sino que dispusieron de F-5 pintados más oscuros. "Por aquella época, en Chile, la Fach justamente tenía como principal nave a los F-5 Tigre II, muy rápidos y útiles. Hoy existe una versión mejorada, los F-5 Tigre III, que se encuentran en la 12° Brigada Aérea de Punta Arenas", destaca Santos.

El horizonte chileno también cambió. Actualmente la Fach posee los poderosos F-16, uno de los cazabombarderos más reputados del mundo. De hecho, es el único país de Sudamérica que los posee en su versión actualizada.

Fuerzas en el aire

De la nueva Top Gun: Maverick es poco lo que oficialmente se sabe. El trailer, sin embargo, ya deja entrever algunos detalles. Los aviones estrella son F/A-18 Super Hornets. Se trata de cazabombarderos de la clase E (especiales para despegues de portaaviones), que están en pleno funcionamiento -y producción- para la marina del país del norte.

Es probable, aunque en las imágenes no se ve, que también aparezca la otra nave que le disputa esa función: el F-35. Se trata del avión de combate más moderno del mundo, fabricado por la multinacional estadounidense Lockheed Martin. De hecho, estuvo en nuestro país en la pasada Fidae 2018 en su versión F-35 Lightning II. Y también aparecerían los drones no tripulados.

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El F-35, otra de las naves de combate que actualmente se usan en los portaaviones norteamericanos, también podrían tener su lugar en el nuevo filme (Photo by Yichuan Cao/NurPhoto).[/caption]

Otra cosa que ya es más bien una realidad sólo fílmica son las esperadas "dogfight ", sostiene el coronel Leiva, quien también es piloto de combate y voló los F-5 Tigre III. "Los sistemas de armas de los aviones modernos, por ejemplo los que utiliza la marina de Estados Unidos, cubren grandes distancias, con misiles lanzados a muchos kilómetros del objetivo. Eso quiere decir que es muy difícil que una nave persiga e intercepte a otra en espacios reducidos. Pero claro, para efectos de una película, eso sería poco atractivo".

Un tema que también aparece relacionado a la película es que, según un informe que la marina de EE.UU. hizo público en los años 90, la cantidad de solicitudes para unirse a sus filas aumentó en un 400% después del estreno de Top Gun. El propio coronel Leiva lo comenta: "Bueno, de alguna manera en Chile yo formé parte de ese grupo. Siempre quise ser piloto de combate, desde niño, pero reconozco que la película fue lo que me dio el empujón definitivo", relata riéndose.

El comandante de grupo (A) Ismael Barrenechea, también de la Fach, pone algunos puntos suspensivos a ese factor imán. "Es verdad que la película de los años 80 marcó un hito y es muy recordada por pilotos actuales. En nuestro país también debe haber tenido un efecto positivo en las vocaciones, pero no sé si ahora puede ocurrir algo similar. Ojalá que motive a nuevas generaciones, pero me parece que los jóvenes ya tienen más estímulos de este tipo, ha habido otras películas de naves de combate y la sensibilidad puede haber cambiado", comenta.

Más de treinta años después, los fanáticos del aire volverán a abrir fuego.

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