Tragedia en Mendoza: Los dramáticos detalles de la investigación sobre el accidente en que murieron tres niños de Colo-Colo
A cuatro meses del volcamiento en Mendoza, La Tercera PM accedió al expediente de la fiscalía argentina que investiga la causa. En los papeles que revisó este medio figuran el relato de los testigos, los exámenes toxicológicos al chofer y su declaración ante la Fiscalía , en que no admite responsabilidad alguna.
"Mientras caminaba veía a niños en el suelo, y yo caminaba con mucho cuidado para no pisarlos. Cuando dejé a mi hijo fuera del colectivo (bus), mi esposa se acercó a mí y me dijo que la ayude a sacar del colectivo a mi hija Javiera, porque estaba atrapada con el cinturón de seguridad, por lo que volví a ingresar al colectivo y vi que mi hija estaba inconsciente, quieta, y con el cinturón de seguridad colocado. Allí, logré liberarla del cinturón y la saqué del colectivo y la dejé en el suelo, no recuerdo si respiraba, pero al tacto estaba tibia. Mientras tanto, varios vehículos se detenían a prestar auxilio, le hicimos maniobras de resucitación a Javiera. Así estuvimos, no sé cuánto tiempo, hasta que llegó una ambulancia, y los médicos le revisaron los ojos, y nos dijeron que ya había fallecido y que no había nada que hacer".
Cristian Collell Puga, padre de Javiera Collel Arenas (10), una de los tres menores que falleció el 2 de febrero en Mendoza en la tragedia de la delegación infantil de Colo-Colo, declaró a pocos días del accidente y relató los últimos minutos con su pequeña, antes de que el bus Meltur en que viajaban a Paraguay traspasara el eje de la calzada en la curva del kilómetro 1.218 y -en una riesgosa maniobra de adelantamiento-, chocara de frente con otro vehículo y desbarrancara.
Aún hospitalizado en la ciudad trasandina, repasó ante el fiscal Carlos Torres sus recuerdos de esa madrugada.
"Yo siempre estuve despierto, sobre todo porque veía que el conductor del colectivo manejaba de manera brusca e imprudente: adelantaba vehículos en las curvas. Y más o menos iba una velocidad de más de cien kilómetros por hora. Mi hijo Vicente se durmió, al igual que muchos de los pasajeros, ya que había muchos menores. Luego de pasar el Túnel Internacional, yo me levanté con mi hijo al baño y allí escuché que el Director de la Escuela de Fútbol, Mario Olguín, le llamó la atención al chofer del colectivo, diciéndole que iba muy rápido, que se calmara un poco, pero no escuché ninguna respuesta, ni tampoco noté alguna disminución en la velocidad", contó Cristian.
Lo que vino después fue el corolario de un incidente que -según ha reconstruido el Ministerio Público trasandino-, pudo ser evitado. Así consta en la carpeta de investigación a la que tuvo acceso La Tercera PM, en la cual se detalla el consumo de marihuana y cocaína esa misma jornada por parte del conductor Leonel Quiroga Morales, quien permanece detenido, el exceso comprobado de velocidad durante el trayecto y la decisión de la fiscalía de ampliar el plazo de investigación. También está, junto a otros testimonios, la declaración de Cristian.
"Con con mi hijo nos sentamos en nuestros asientos, y más o menos cinco minutos después, el colectivo en el que íbamos, comenzó a adelantar a un vehículo que iba en nuestra dirección, realizando una maniobra hacia la izquierda y luego, intento enderezar el colectivo, hacia la derecha, y en ese momento, perdió el control e impactó con un vehículo que transitaba en dirección a Chile, aunque no pude ver qué vehículo fue. Allí, el colectivo, terminó saliendo de la ruta y comenzamos a caer por un barranco, dando por lo menos dos vueltas, hasta que quedó encajonado contra unas piedras".
Pasaron pocos minutos. Eran cerca de las 3:00 AM. Cristian sacó a su hijo Vicente y se encontró con su esposa Maribel. Juntos fueron por Javiera. Cuando les dijeron que ya estaba muerta, se quedaron acompañando el cuerpo de la niña. Fueron los últimos en recibir atención médica.
"No queríamos dejar a Javiera sola", explicó Cristián.
Drogas y exceso de velocidad
El 23 de abril, el fiscal Carlos Torres que investiga en Argentina el accidente de tránsito en que murieron Javiera, Matías Benjamín Vidal Pérez (13) y Jonathan Muñoz (16), solicitó una reformalización de Quiroga Morales.
Torres describe que además de las tres muertes imputadas como homicidio, se deben sumar siete delitos de lesiones graves dolosas y 22 de lesiones leves dolosas.
En el expediente se acumulan una serie de pericias. Una de ellas apunta a que Quiroga Morales condujo a una velocidad promedio de 92 kilómentros por hora, excediendo el límite permitido en curvas e incidiendo en que se perdiera el control del vehículo a metros del túnel Cristo Redentor.
También se determina que en sus exámenes de sangre y orina dio positivo para cocaína en valores de 7.841 ng/ml y marihuana en 346 ng/ml. El toxicólogo Aldo Sergio Saracco deduce que los valores indican que "se puede establecer que el tiempo probable del consumo de cocaína fue de cinco horas previas a la toma de la muestra". Es decir, el mismo día en que debía trasladar a la delegación, el conductor consumió estupefacientes.
En su testimonio, que por vez primera se reproduce, Quiroga Morales niega esta situación. Afirma que no consumió en las horas previas o durante el viaje, sino que "el día 27 de enero de 2018 (cinco días antes), venía llegando de Brasil a Chile y me invitaron a comer un asado y allí consumí un papel de cocaína y me fumé un cigarrillo de marihuana".
Según él, "el viaje fue tranquilo y no hubo ningún exceso de velocidad del lado chileno. Mientras yo manejaba en ningún momento sonó la chicharra de exceso de velocidad (…) Al momento del accidente, tuve que hacer una maniobra porque el camión al que yo adelanté, se detuvo bruscamente. Si yo no hubiera hecho la maniobra brusca, yo me hubiera chocado contra la parte trasera y yo me hubiera muerto en el acto, al igual que todos los pasajeros".
Sobre la tragedia, aseguró que "transitaba a 60 kilómetros por hora, y el camión que iba adelante, se detuvo de golpe, doblé hacia la izquierda, aceleré para adelantar al camión y cuando logré pasarlo, comencé a regresar nuevamente a mi carril, pero en ese instante, vi que por el carril contarlo, de frente a mí, apareció el bus de la empresa Andimar, por lo que bruscamente doblé hacia la derecha, para evitar chocar de frente con ese bus, y allí me choca y no me acuerdo más".
También respondió consultas de la Fiscalía. En cuanto al uso del cinturón de seguridad, el chofer dijo que "el compromiso que teníamos como conductores, consistía en avisarle a los pasajeros, al iniciar el viaje, que por ley todos debían tener los cinturones colocados, pero eso es todo. Yo no puedo estar manejando y mirando si todos tienen los cinturones puestos".
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