Triste déjà vu: el nuevo incendio en una toma que vuelve a cobrar la vida de menores de edad en menos de 10 días

Incendio Valparaíso

Por segunda vez en menos de dos semanas una familia se ve totalmente golpeada por una catástrofe que expone las grandes problemáticas habitacionales en el país. Si antes fueron seis niños en Coronel, ahora una madre venezolana vio cómo dos de sus tres hijos fallecieron producto de las llamas que consumieron su frágil morada en Valparaíso.


El lamento generalizado es que no es nuevo que un incendio en una toma haya arrebatado la vida a menores de edad. Si hace menos de 10 días se conocía de uno en Coronel que culminaba con el fallecimiento de seis niños, esta semana se registró otro en un campamento del cerro La Cruz, dentro de una comunidad llamada El Esfuerzo, en la parte alta de Valparaíso. Esta vez la catástrofe ocasionó la muerte de dos hermanos menores de edad: uno de 4 y otro de 8 años.

Y así, por segunda vez en menos de dos semanas una familia se ve totalmente golpeada por una tragedia que vuelve a exponer las grandes problemáticas habitacionales en el país.

La familia de nacionalidad venezolana vivía en el lugar hace más de un año y estaba compuesta por tres niños y su madre, quienes vivían en condiciones de hacinamiento en una vivienda de un solo dormitorio y de material precario. Ellos eran cuatro de los aproximadamente 215 que viven en esa toma.

Fue la tarde del martes pasado cuando se registró el incendio. El hecho ocurrió pasadas las 16 horas en la ladera del cerro De la Cruz, localizado en cercanías de las calles El Vergel con Isla Juan Fernández. Hasta el lugar concurrieron voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, quienes desplegaron un amplio operativo para extinguir las llamas y evitar que el siniestro se propagara hacia inmuebles colindantes. Pero pese a los esfuerzos y tras controlado el fuego, se constató el hallazgo de dos cuerpos, correspondientes a niños que no alcanzaron a salir de la vivienda.

Según la última información emanada desde Bomberos, cuatro unidades concurrieron al sitio, pero una vez que llegaron al lugar la casa ya se encontraba consumida por las llamas. Así lo señalaba el tercer comandante del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, Francisco Arévalo.

“Al arribo de los cuatro recursos al lugar la casa se encontraba ya totalmente calcinada”, explicó. “Lamentablemente, se informa el fallecimiento de dos menores de edad. Había tres menores en el interior, sin sus padres, donde el mayor de estos logró escapar, pero los dos menores no pudieron escapar de este inmueble”, detalló.

Euslimar es la madre de esos menores. Es venezolana y se desempeña como auxiliar de aseo en una universidad de la región. Junto a sus hijos -los dos fallecidos y otra hermana de 10 años- reside en el sector hace un año y medio. Quienes la conocen señalan que en los primeros meses viviendo en la región se instalaron con una carpa en los sitios aledaños a la comunidad El Esfuerzo. Y que luego, con la ayuda de terceros, la familia pudo concluir la construcción con material liviano.

Los tres niños asistían a una escuela ubicada en la Avenida Alemania y eran asistidos por la dupla sicosocial del establecimiento educacional. Según afirman personas a cargo de este seguimiento, la madre de los niños estaba muy atenta de sus hijos, asistiendo a las reuniones del centro de padres y entregando las tareas solicitadas por los profesores.

La familia vivía en condición de hacinamiento, en una estructura compuesta por palets y fierros, con una sola habitación, que solo profundiza la situación precaria en la que vivían. Durante el incendio, Eulismar se encontraba trabajando en la universidad como encargada de aseo y al llegar a su casa reconoció su hogar totalmente destruido por las llamas. Su hija mayor, como se ha dicho, sobrevivió al incendio, pero sin poder hacer nada por sus hermanos pequeños.

Desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, consultados por los registros del campamento, afirman que el sector donde se originaron las llamas “no está dentro de la última actualización del catastro reportada en octubre de 2022. Están cerca, pero no son parte del polígono, y la familia no se encuentra tampoco en el listado del Catastro Histórico de Campamentos (CHC)”. Además, desde la cartera aseguran que el crecimiento dentro de la toma ha sido exponencial y sin poder controlar la situación.

Pero según la información del Catastro Nacional de Campamentos 2022-2023 de TECHO-Chile, el campamento está compuesto por 74 familias, con una población total de 215 personas, de las cuales el 50% son migrantes. Desde el Minvu afirman que se están realizando las gestiones para compartir información de los catastros, hacienda énfasis en que “la metodología del ministerio es de encuestas más detalladas, distintas a la de TECHO”.

De esta última organización es recurrentemente voluntaria la madre de los menores fallecidos. En la organización participó junto a sus hijos desde su llegada al campamento. Por lo mismo, la ONG decidió emitir un comunicado una vez conocida la noticia, haciendo énfasis en la emergencia habitacional que vive el país.

“Hoy, en 2023, son más de 101 mil los niños y niñas menores de 14 años que habitan campamentos, y que viven en condiciones de riesgo, sin acceso a servicios básicos y difícil acceso a equipamiento urbano o a servicios de emergencia, y cuyos padres temen cada día por su seguridad y bienestar”, señalaron.

La segunda en 10 días

Hace casi 10 días había sido el incendio que afectó a dos viviendas de otro campamento -Los Pirquenes- en el sector de Cerro Obligado de Coronel (Biobío). La tragedia cobró la vida de 14 personas que fueron calcinadas por el fuego dentro de la construcción irregular en un terreno registrado a nombre del holding eléctrico Enel Chile S.A.

Las víctimas -seis menores de edad y ocho adultos, todos de nacionalidad venezolana- vivían hace menos de dos meses en el campamento, donde residen al menos 286 familias en condiciones de hacinamiento, según datos de la Seremi de Vivienda. En este caso el fuego se habría propagado por el recalentamiento de una estufa en las dos viviendas afectadas, y las condiciones y materiales de construcción permitieron que la velocidad y extensión de las llamas terminaran siendo incontrolables para Bomberos, toda vez que solo después de las 21:00 el incendio pudo ser controlado.

Una estufa ubicada en el único acceso a una de las viviendas afectadas del campamento Los Pirquenes fue el detonante de ese voraz incendio.

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