Un embajador para la era Milei: los detalles de la nominación de Viera-Gallo en Buenos Aires
Con un anuncio anticipado del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, que generó ruido en el gobierno, se confirmó la decisión del Presidente Gabriel Boric del nuevo nombre del embajador de Chile en Argentina, quien representará al país durante la administración del libertario Javier Milei. La carta, en todo caso, alcanzó a ser visada por el gobierno de Alberto Fernández.
En los últimos días el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, que lidera el canciller Alberto van Klaveren, ha estado en contacto con su símil del gobierno argentino, representado por Santiago Cafiero, luego de que el libertario Javier Milei fuera electo Presidente de Argentina.
En el gobierno de Chile debían definir la situación de la embajada en Buenos Aires con prisa -ya que se encuentra sin embajador desde la salida de Bárbara Figueroa (PC) en septiembre-, y apenas eligieron el nombre, antes de hacerlo público, se lo hicieron saber al gobierno argentino.
El Presidente Gabriel Boric informó este miércoles que optó por proponer al exministro José Antonio Viera-Gallo, militante del Partido Socialista, para residir en Buenos Aires.
“He decidido proponer a José Antonio Viera-Gallo como nuevo embajador de la República Argentina. Su extensa trayectoria política y diplomática será un gran aporte para seguir profundizando nuestras inquebrantables relaciones diplomáticas y de hermandad con el pueblo argentino”, escribió el Presidente en su cuenta de X.
Eso sí, el primero en confirmar la noticia, tras la publicación de Ex-Ante que lo anticipó, fue el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, lo que generó ruido en el gobierno, debido a que las postulaciones de embajadores tienen un protocolo formal de comunicación.
Además, porque la lectura en La Moneda con respecto a la situación política de Argentina es que el gobierno debe ser muy cuidadosos con la forma en relacionarse con los equipos de Milei tras su elección y estar evaluando el comportamiento del Mandatario electo con los días, ya que en el pasado ha sido muy duro con el gobierno chileno y trató al Presidente Boric de “empobrecedor”.
Es más, el ministro Van Klaveren fue promotor desde el principio de la idea de que era imperioso que alguien con experiencia se hiciera cargo de la embajada tras el triunfo de Milei. Pese a que en la Cancillería se hablaba de que el ministro buscaría posicionar a un diplomático de carrera en Argentina, dentro de ese perfil también estaban incluidos exembajadores como Viera-Gallo, quien cuenta con experiencia en Buenos Aires ya que fue el encargado diplomático durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
De todas formas, en el Ministerio de Relaciones Exteriores sí alcanzaron a circular nombres de funcionarios de carrera como el embajador de Chile en Perú, Óscar Fuentes, y la Asociación de Diplomáticos de Carrera (ADICA) alcanzó a plantear la intención de que llegara al cargo un integrante de la organización.
Una vez que la decisión estaba tomada, fuentes oficialistas se comunicaron, a través de llamadas informales, con asesores cercanos a Milei para ver si Viera-Gallo tenía buena recepción y también para que estuvieran al tanto de la nominación antes de que saliera a la prensa.
El exministro chileno tiene una relación cordial con algunas exautoridades transandinas que son claves en el equipo del libertario, sobre todo en aquellos sectores más cercanos al expresidente Mauricio Macri. Por ejemplo, el excanciller Jorge Faurie -quien hoy integra el equipo de Milei- coincidió en su cargo con Viera-Gallo como embajador (entre 2017 y 2018) y tiene una muy buena opinión de su paso por Argentina.
De todas formas, el agreement al socialista dependía del actual presidente Fernández -quien mantiene un diálogo fluido con Boric-, y al estar al tanto de las conversaciones pasaron pocas horas para que el mandatario trasandino aprobara la solicitud.
La recepción en los partidos
En La Moneda también estaban pendientes de la reacción de los partidos oficialistas y de oposición, pese a que Boric previamente había asegurado que iban “a designar a un embajador con las mejores competencias, pero lo designo yo, no al otro lado”.
Es más, el lunes los senadores Francisco Chahuán (RN) y Rojo Edwards (Partido Republicano) llegaron hasta La Moneda para pedirle al Presidente mantener una buena relación con Argentina y elegir a un embajador “capacitado”. Ese día, vieron en el gobierno, hubo una buena señal: ninguno de los parlamentarios de oposición vetó partidos políticos para la designación.
Al momento del anuncio, la recepción de la derecha también fue positiva. Incluso Chahuán, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, felicitó a la Cancillería a través de sus redes sociales.
En el oficialismo también hubo buenas reacciones, aunque en el Partido Comunista esperan que el “cupo” que tenían con la presencia de Bárbara Figueroa en Argentina pueda ser compensado en alguna de las otras embajadas pendientes, como Reino Unido y Nueva Zelandia. De hecho, este lunes el presidente del partido, Lautaro Carmona, y el encargado de temas internacionales, Claudio de Negri, estuvieron en el Segundo Piso para conversar con asesores del Presidente sobre el despliegue del gobierno en asuntos de relaciones exteriores.
Por otro lado, en el Partido Socialista quedaron conformes con la designación, aunque también enredó uno de los planes de la directiva que era que el excanciller Heraldo Muñoz llegara a una de las embajadas descabezadas, ya que Viera-Gallo también es militante del partido.
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