¿Un paso para avanzar hacia un partido único? Revolución Democrática y Convergencia Social compartirán sede partidaria
En el barrio Bellas Artes se emplazarán ambas colectividades que, hasta ahora, se han establecido en sedes distintas en Santiago y Providencia. Replicando el modelo del Partido Liberal (PL) y el Partido por la Democracia (PPD), la casona patrimonial a la que se mudarán posee dos casas contiguas con espacios comunes. En el sector, en todo caso, afirman que la decisión no pasa por avanzar hacia unificar el Frente Amplio, sino que es "una oportunidad para continuar fortaleciendo a la coalición".
“En los próximos días concretaremos el arriendo de nuestra sede nacional que, si todo se da bien, adquiriremos en propiedad en algunos años más y así tener nuestra primera casa propia y mayor autonomía económica. Se trata de la Casona Esmeralda, inmueble patrimonial ubicado en el centro histórico de Santiago (...). Compartimos esta alegría con nuestro partido hermano, Revolución Democrática, a quienes invitamos a este proyecto, puesto que se trata de dos casas similares que son contiguas y que comparten terrazas y el patio central”.
El extracto es parte de una comunicación -dirigida a la militancia, y a la que accedió La Tercera PM- desde la dirección nacional de Convergencia Social (CS). La noticia no era desconocida para buena parte de la militancia e, incluso, se venía conversando desde inicios de marzo. Sin embargo, su anuncio oficial se dio a conocer durante este fin de semana.
Hasta la casona patrimonial de Esmeralda 761 deberían mudarse dentro de los próximos días ambas colectividades. El espacio -tal como detallaron en el mensaje- está compuesto por áreas comunes, pero con casas contiguas e independientes entre sí. Dentro de la comunicación enviada por la directiva de CS, se adjuntó un video de la corredora de propiedades donde se hace un tour por los espacios del nuevo inmueble.
La nueva convivencia entre RD y CS se suma a la tendencia de los partidos oficialistas -como el Partido por la Democracia (PPD) y el Partido Liberal (PL)- de compartir sede. Estos últimos, instalados ya hace varios meses en Londres 43, quedaron ubicados a pasos de las otras dos colectividades del Socialismo Democrático: el Partido Socialista (PS) y el Partido Radical (PR).
Si bien desde RD plantean que con respecto a la actual sede de Francisco Bilbao el costo del nuevo arriendo se eleva, ganan en mejor ubicación -mayor cercanía con La Moneda- y en una señal de unidad importante entre ambas colectividades.
¿Podría ser el primer paso para unificar el Frente Amplio? En su último congreso estratégico, RD definió que están “abiertos a la discusión más adelante”, pero no es una prioridad para este año. Sin embargo, si a propósito de la convivencia se reactiva esa discusión, es una conversación que deberá abordarse, señalan.
Argumentos para compartir sede
La diputada María Francisca Bello aseguró que “la nueve sede nacional tiene las características del partido grande e importante que somos. Además, entre la alegría de tener una nueva sede es que compartiremos con nuestro partido hermano, Revolución Democrática. Sabemos que tenemos muchas cosas en común y queremos afianzar esta alianza estratégica entre los partidos para seguir enalteciendo todo lo que tenga que ver con el proyecto del Frente Amplio. Queremos que esta casa sea una casa para las izquierdas”.
Mientras que la parlamentaria y segunda vicepresidenta de la Cámara de Diputados Catalina Pérez señaló que “tener un espacio de encuentro común del Frente Amplio me parece una oportunidad para continuar fortaleciendo a la coalición, su diálogo político permanente y trabajo conjunto, objetivos que tanto Revolución Democrática como Convergencia Social hemos perseguido permanentemente”.
La nueva sede de RD y CS, además, ocurrirá en momentos en que en la Comisión Experta -que está redactando el anteproyecto de nueva Constitución- se está discutiendo establecer un umbral electoral de un 5% para que un partido pueda tener representación en el Congreso, y la idea, impulsada por el oficialismo, de eliminar los pactos electorales. Ambos factores, según algunos parlamentarios, se transformarían en incentivos para que las colectividades se fusionen.
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