Un pleno del Consejo de alta tensión: Chile Vamos se desmarca de republicanos y abre puerta para negociaciones con el oficialismo
Cuatro consejeros de la UDI, RN y Evópoli concretaron una sorpresiva jugada política para rechazar el primer inciso del artículo 1 que plantea que “todo ser humano es persona” -defendido con dureza por los republicanos- y entregar una señal de diálogo para reponer la norma equivalente aprobada por la unanimidad de la Comisión Experta. El gesto fue una maniobra de último minuto que tensionó al máximo a la derecha y que esconde un duro tironeo interno, el cual escaló a las directivas de los partidos, e incluso al expresidente Sebastián Piñera.
Luego de tres meses en que Chile Vamos le fue siguiendo los pasos por detrás a republicanos en cada uno de los temas del Consejo, la coalición cambió el rumbo y se cruzó en el camino de la bancada de 22 consejeros. Luego de una intensa negociación política, Chile Vamos optó por dar un golpe de timón, diferenciarse de los republicanos y entregar una señal potente de diálogo para seguir buscando un texto transversal que incluya al oficialismo.
El camino para llegar a esto no fue fácil. Los primeros en dar la señal fue la bancada de RN-Evópoli. Impulsados principalmente por la consejera Gloria Hutt (Evópoli) y Germán Becker (RN), la bancada tomó la decisión de explorar la opción de rechazar el primer inciso del art. 1 del borrador del Consejo y reponer el inciso equivalente del anteproyecto de la Comisión Experta.
La decisión, luego de un duro debate interno en la bancada, se explicaba por las dudas que tenían los consejeros con la frase de los republicanos que plantea que “todo ser humano es persona”. Para algunos era una cláusula excesiva, que ponía en riesgo la ley de aborto en tres causales. Junto con eso también había un interés de darle una señal a la izquierda. El artículo 1 es el más importante de una Constitución y si se optaba por dejar el inciso de los expertos, el partido cedía en un tema clave del oficialismo y así se dejaba en claro que aún hay intención de buscar un texto “amplio y transversal”.
Cuando RN y Evópoli expusieron su idea a la UDI y republicanos, se generó un conflicto político en la derecha. La UDI respondió que sus seis votos no estaban disponibles y que la bancada respetaría el artículo 1 tal cual como fue despachado por la comisión. Republicanos respondió algo similar, pero con más dureza, sobre todo porque la cláusula de “todo ser humano es persona” es un elemento clave de su objetivo de “robustecer la protección de la vida”.
Se activan las directivas
En esa primera conversación -que ocurrió el miércoles de esta semana- la derecha no pudo resolver el punto y optaron por elevarlo a las directivas de los partidos. Al día siguiente, el tira y afloja al interior de la derecha continuó. Por RN intervino el secretario general, Diego Schalper. Por republicanos lo hizo el presidente de la colectividad, Arturo Squella, mientras que por la UDI estuvo el comisionado Máximo Pavez quien participó de las tratativas junto con el delegado de la bancada, Arturo Phillips.
El timonel UDI, Javier Macaya, no estuvo ajeno a esta negociación. Estando fuera de Chile participó de manera intensa de las tratativas. Fuentes Chile Vamos comentan que Macaya también era de la idea de RN de que el inciso se cayera y así dar una señal manteniendo el texto redactado por los expertos.
La derecha estuvo todo el jueves sin lograr acuerdo. Schalper intentó convencer al sector de buscar una redacción intermedia que dejara conforme a todas las partes, dando cuenta que su propio partido estaba dividido y no quería agitar más la interna. El diputado le transmitió a Squella que la cláusula de “todo ser humano es persona” era algo imposible para la izquierda y que alteraba el sentido de la redacción del Pacto de San José. Esto último es relevante debido a que republicanos se escudaba argumentando que el texto era el mismo y que ese tratado está ratificado por Chile. Sin embargo, la cláusula del Pacto de San José dice: “persona es todo ser humano”.
Hutt fue una pieza clave de las negociaciones. La exministra le transmitió al resto de la derecha que para buscar una redacción intermedia se necesitaba la unanimidad del pleno, lo cual se veía complejo dado que era poco probable que la izquierda concediera el punto, u observar una norma cuando el Consejo despache el texto a la Comisión Experta. Para esto último, que es la alternativa más viable que tenían sobre la mesa, la timonel de Evópoli pidió asegurar el quórum de 14 comisionados que se necesitan para esa alternativa, es decir, implicaba sumar a dos expertos de izquierda. Así, el sector activó gestiones con la comisionada DC Paz Anastasiadis, quien habría apoyado la idea, pero al momento de buscar el voto 14, ese apoyo nunca llegó.
En el sector dicen que hubo acercamientos con los expertos Domingo Lovera (RD), Gabriel Osorio (PS), entre otros. Sin embargo, para los comisionados de izquierda las certezas que pedía Chile Vamos enredaban el asunto, ya que transmitieron que la Comisión Experta no está para “resolver los problemas políticos o desacuerdos de las derechas”, sino que su rol es detectar y resolver “problemas técnicos”.
La recomendación de Piñera
Pero el tema no quedó en los partidos, sino que escaló a más alto nivel. La discusión llegó hasta el expresidente Sebastián Piñera, quien recibió múltiples llamadas telefónicas durante las últimas horas de diferentes expertos y comisionados de la derecha. Hutt, de acuerdo a fuentes del sector, fue una de las que conversó con el exmandatario, quien instó -en la tónica con lo que ha dicho públicamente- a buscar acuerdos transversales.
En esa línea, para el exjefe de Estado la mejor alternativa -y fue lo que sugirió- es buscar una redacción que sea similar o que mantenga el espíritu del Pacto de San José. Para Piñera esa redacción se condice con la legislación actual y permite además proteger el derecho a la vida.
Pasadas las 19.00 horas del jueves, la derecha seguía sin resolver el nudo y en la noche salió humo blanco. El compromiso fue no tocar el artículo 1. Para eso republicanos pidió garantías a las otras bancadas y la UDI comprometió sus seis votos y RN al menos dos. Con esos 30 consejeros, estaban listos los 3/5 en el pleno. A cambio, republicanos y la UDI comprometían que, en la Comisión Experta, la norma se observaría para que luego, en la comisión mixta, se cambiara la redacción para copiar textual la cláusula del Pacto de San José.
Durante la noche del jueves y la mañana del viernes el tablero se dio vuelta. Con el paso del tiempo creció el ánimo al interior de Chile Vamos de diferenciarse de republicanos para concretar una señal potente de diálogo. Esto, en un contexto especialmente complejo para el sector el cual, durante todo este proceso, ha estado tironeado por el bando derecho, buscando la manera de tener “identidad propia” y no solo limitarse a ser “el vagón de cola” del Partido Republicano.
En esta parte, algunos comisionados de Chile Vamos pasaron a la delantera y se activaron para concretar la jugada. Los expertos Teodoro Ribera (RN), Sebastián Soto (Ind.-Evópoli), Hernán Larraín (UDI), Katherine Martorell (RN) y Pavez fueron elementos determinantes para que el sector diera vuelta el tablero.
Así, casi a las 11.00 de la mañana, mientras el pleno debatía en el hemiciclo de la Cámara, se supo que a Hutt y Becker se sumó el consejero UDI Edmundo Eluchans. La posibilidad remota de que el inciso primero se cayera se hizo real y el tema indignó a los republicanos. Tanto así que la bancada de 22 consejeros amenazó a Chile Vamos de que si concretaban el plan, las confianzas se rompían, los acuerdos en otros temas del texto se caían y ellos votarían en contra de la norma que lleva el Estado social.
La amenaza republicana no logró disuadir a Chile Vamos. Minutos después se sumó otro apoyo UDI: la consejera Ivón Guerra, quien también se abrió a la idea de dejar el inciso primero del anteproyecto. El conteo iba en cuatro. Luego llegó el quinto voto: la consejera de RN Lorena Gallardo. Con esos cinco consejeros, republicanos se quedaba sin los 3/5 para visar su artículo. “Los cinco valientes”, comentaban medio en broma medio en serio entre algunos personeros de Chile Vamos, debido a que saben que serán fuertemente criticados por el partido que fundó José Antonio Kast. Horas después, al momento de votar, Guerra optó por aprobar el inciso.
Luego, al someterse a votación el inciso equivalente del anteproyecto, republicanos entregó sus votos y el texto del anteproyecto se visó de manera unánime. El inciso primero del artículo 1, quedó así: “La dignidad humana es inviolable y la base del derecho y la justicia. Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Su respeto y garantía es el primer deber de la comunidad política y de su forma jurídica de organización”.
En los pasillos del Congreso se vivía alta tensión. Los comisionados de Chile Vamos iban y venían. Phillips se paseaba llamando por teléfono, los asesores intercambiaban información. Mientras, en el hemiciclo, tanto consejeros y comisionados daban sus razones para apoyar o no apoyar el capítulo que se estaba sometiendo a votación. En una de esas intervenciones, la comisionada socialista Catalina Lagos volvió a repetir que la cláusula de “todo ser humano es persona” iba obstaculizar la ley de aborto en tres causales.
La izquierda, más allá de la alternativa que sondeó la derecha para conseguir un voto de ellos para la redacción de un nuevo inciso en la Comisión Experta, se mantuvo al margen de la jugada política de Chile Vamos. El jueves en la noche fueron alertados por comisionados de derecha del plan. Los expertos Osorio, Lovera y Lagos fueron notificados de la posibilidad, pero en la izquierda había escepticismo. Si Chile Vamos, hasta antes de este viernes, había apoyado en todo a republicanos veían difícil que eso fuera a ocurrir a última hora y con el inciso más importante de todos.
La decisión de Eluchans abrió duros cuestionamientos al interior de la UDI. En la bancada hay molestia por su descuadre, por no respetar el compromiso de un texto que fue redactado como unidad de propósito y que tenía el respaldo del gremialismo. Lo que más indignó fue que el partido se dividiera en un tema de principios tan importante como la protección a la vida. Junto con eso, resintieron “darle en bandeja” a los republicanos que los sigan apuntando por ser “derechita cobarde”.
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