Una década de investigación entra en su recta final: ¿Fue asesinado el premio nobel Pablo Neruda?

“Este panel de expertos es una demostración de la ciencia al servicio de la investigación penal, del más alto nivel internacional. Me atrevería a decir casi inédito, precisamente por la expertise de las personas que participan”. Así daba inicio la ministra en visita Paola Plaza a la reunión de un panel de expertos que busca esclarecer cómo murió el poeta Pablo Neruda, quien falleció en septiembre de 1973.

Hasta el 3 de febrero se reunirán en el Palacio de Tribunales representantes del Ministerio Público y del Interior, peritos, abogados querellantes e invitados desde Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y El Salvador, quienes discutirán si el ganador del premio Nobel de Literatura de 1971 fue asesinado o murió a causa de sus enfermedades.

Pero esta no es una investigación reciente, ni ha estado exenta de dificultades presupuestarias, líos con el Ejecutivo y problemas para continuar con los trabajos periciales. De hecho, lleva una década abierta y en medio de la conmemoración de los 50 años del Golpe Militar, el Poder Judicial busca poner fin a esta incertidumbre.

En 2011, el Partido Comunista de Chile presentó una querella para esclarecer los hechos que rodearon la muerte del excongresista chileno, esto a partir del relato de Manuel Araya, chofer de Neruda, quien negaba la hipótesis inicial que dictaba que el poeta había muerto debido al cáncer de próstata que lo aquejaba.

El caso lo tomó, en un primer momento, el entonces ministro en visita -hoy supremo- Mario Carroza, quien ordenó la exhumación del cuerpo del literato, dando inicio a la investigación.

El primer panel de expertos sesionó en 2015. Ahí se comenzaron a plantear las primeras hipótesis que descartaban la idea de que Neruda haya muerto debido al cáncer, teoría que finalmente cobraría fuerza cuando desde España se detectó la presencia de la bacteria estafilococo dorado en los restos del poeta. Debido a este hallazgo, se realizó un segundo panel de expertos en 2017, para analizar estos nuevos elementos. En este encuentro se lograron varios avances. En primer lugar, se detectó la presencia de otra bacteria en el cuerpo del difunto: Clostridium botulinum, la cual se encontró en cantidades proporcionales al cuerpo humano, además se reveló que el certificado de defunción de Neruda era falso.

De esta manera, se citó a un tercer panel que determinará si esta sustancia encontrada fue suministrada a Neruda con el fin de asesinarlo, lo que tendría como resultado la intervención de terceros en la muerte del poeta. Un giro histórico a lo que se planteó hace casi medio siglo.

En reiteradas ocasiones, la familia de Neruda denunció la falta de recursos para la investigación, incluso, en 2018 el ministro Carroza ofició al Ministerio del Interior con el fin de que lograra financiamiento estatal para realizar una diligencia clave en la investigación, la que tenía un valor de $ 23 millones.

El año pasado el Gobierno a través de la cartera de Interior negó incorporar financiamiento a este caso a través de la Ley de Presupuesto.

Cabe recordar que, debido a la pandemia, la investigación debió detenerse. Además, la causa pasó del ministro Mario Carroza a Paola Plaza, quien ahora dirige el caso.

De igual forma se encontró la manera de poder llevar a cabo este panel de expertos con invitados internacionales: una reunión vía Zoom. Sin embargo, desde la familia de Pablo Neruda manifiestan quejas de esto. “Lo ideal hubiese sido que los panelistas expertos hayan estado acá conversando, y eso sería muy en la inmediación en la conversación rápida, sin embargo, por presupuesto, hubo que hacerlo telemáticamente, lo cual ha tenido sus dificultades, pero se está tratando de seguir adelante”, afirmó Rodolfo Reyes, sobrino del poeta.

Precisamente esta modalidad telemática afectó la realización del panel, ya que uno de los expertos tuvo complicaciones de conexión, lo que paralizó la primera sección de este encuentro.

Por otro lado, desde la familia Reyes han tenido distintos conflictos con la Fundación Pablo Neruda, quienes en un momento solicitaron la devolución de los restos del poeta mientras estaban siendo analizados, lo que podría haber postergado aún más los resultados de las pesquisas.

Además, Rodolfo Reyes aseguró que la Fundación mantuvo hasta el último momento la teoría de que la causa de muerte de Neruda fue el cáncer, lo que a su juicio sería falso. De hecho, la organización no ha participado como querellante en el caso.

Pablo Neruda falleció el 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe de Estado. Este año se cumplen 50 años de ambos sucesos. Desde la parte querellante destacan la necesidad de que en una fecha tan importante se obtengan conclusiones de este y otros casos.

“La Corte Suprema, al menos, tiene desplegado en todo el país a ministros que siguen desarrollando su trabajo e investigaciones. Hay búsquedas de personas desaparecidas aún, todavía hay análisis que se están haciendo. O sea, el Poder Judicial dentro de estos 50 años, sí debe tener una respuesta a esa situación que ocurrió en un momento determinado”, afirmó el ministro Mario Carroza.

Además, el coordinador de Causas de Derechos Humanos declaró que la ciudadanía merece respuestas claras en este caso, debido al esfuerzo humano y de recursos que se han implementado.

El 3 de febrero la ministra Paola Plaza deberá presentar el preinforme final del caso ante el panel de expertos, el cual se dará a conocer de forma definitiva el siete de marzo. De momento, esta debería ser la última reunión de este tipo del caso, sin embargo, desde la parte querellante no descartaron solicitar una extensión en la investigación.