Una taberna “solo para rojos”: el nuevo emprendimiento de Pablo Iglesias en Madrid

Ya han pasado tres años desde su retirada de la política española, y Pablo Iglesias ha sorprendido al aventurarse en un nuevo camino: el de la hostelería. La noticia, avanzada por el diario La Vanguardia, revela que el fundador del izquierdista Podemos y exvicepresidente del gobierno abrirá su propio bar en el pintoresco barrio madrileño de Lavapiés, bajo el sugerente nombre de Taberna Garibaldi, por Giuseppe Garibaldi, el héroe nacional de Italia. Este nombre no es casualidad: es un sutil homenaje a la brigada internacional que peleó por el bando republicano durante la Guerra Civil Española.

La ubicación estratégica de la Taberna Garibaldi, a menos de 10 minutos del Congreso de los Diputados y la Puerta del Sol, la convierte en un punto de encuentro ideal para todo tipo de actividades culturales, y se espera que hayan desde presentaciones de libros hasta conciertos de música en vivo.

Hablando de bebida, la carta de la Taberna Garibaldi contará con una selección de vinos chilenos y argentinos, así como cervezas de diversas regiones de España. Y en cuanto a la comida, según adelantó el diario Heraldo de Aragón, destacarán platos como las carrilleras, el salmorejo y varias recetas veganas.

Siguiendo la frase del filósofo marxista Karl Kautsky, la “taberna es el último bastión de la libertad del proletariado”. Con este lema, Iglesias se lanzó junto al poeta Sebastián Fiorilli y el cantautor Carlos Ávila en la aventura de abrir un bar en pleno corazón madrileño. Hasta el momento, la apertura de la taberna había sido tratada con la mayor discreción, a causa de la expectación que podría generar el negocio.

A pesar de la sorpresa, Iglesias ya había advertido antes sobre su interés en la hostelería: “Vamos a montar un bar-restaurante sólo para rojos, donde podamos ir nosotros a tomar cervezas. Va a ser una cosa viejuna, donde podamos hacer los guisos que a nosotros nos gustan”, respondió el político hace unas mesas, en una entrevista con el periodista Willy Veleta.

Según el diario Marca, el local abrirá el 19 de marzo, y ya fue inscrito el 16 de febrero, con un patrimonio social de 3.100 euros en el Registro Mercantil español. Lo que si se conoce es la carta que ofrecerá la taberna Garibaldi, donde los medios adelantan “desde salmorejo hasta carrilleras, pasando por enchiladas, bocadillos y tostas”.

Los nombres son parte importante de la identidad del bar, con platos y bebidas que hacen referencia a figuras y símbolos de la izquierda española e internacional. Entre las comidas, se observa un “Salmorejo partisano”, unas enchiladas “Viva Zapata”, y unas carrilleras “Brigada Garibaldi”.

Uno de los platos veganos que se ofrecen se llama “No me llame Ternera”, en referencia al título del documental sobre el miembro de ETA Josu Urritikoetxea. Sobre los tragos, en tanto, hay cocteles como el “Fidel Mojito”, el “Che Daiquiri” y el “Mandela Zulú”. Otras bebidas serían el “Gramsci negroni”, el “Durruti Dry Martini” y el “Pasionaria Puerto de Valencia”.

El último trago, “Pasionaria Puerto de Valencia”, hace referencia a Dolores Ibárruri, que fue diputada en las Cortes republicanas por el Partido Comunista y se hizo célebre por sus electrizantes discursos. Cuando terminó la guerra se exilió en la URSS donde permaneció hasta la muerte de Franco.

El Durruti Dry Martini, en tanto, homenajea a Buenaventura Durruti, una de las figuras claves del anarquismo español y uno de los principales líderes de la CNT, la Confederación Nacional del Trabajo. Durruti murió en extrañas circunstancias el 20 de noviembre de 1936, al poco de llegar con una columna de refuerzo desde Barcelona.

Según indican los medios españoles, todas las noches la taberna cerraría con la canción “Bella Ciao”, un conocido himno de resistencia antifascista cantado por los partisanos italianos durante la Segunda Guerra Mundial. El nombre del bar parte de Giuseppe Garibaldi, el militar y político revolucionario italiano, pero también fue el nombre de la Brigada Garibaldi, una de las brigadas internacionales que participaron en la defensa de la Segunda República durante la Guerra Civil. Otras opciones que habían barajado eran “Chef Guevara”, “Red-taurante” o “Unidas Comemos”.