Vencidos y mal almacenados: la trama tras la suspensión de los fuegos artificiales de Año Nuevo en Valparaíso y Viña del Mar

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Los fuegos artificiales estaban listos para ser probados, en la bahía de Valparaíso, la tarde de ayer. Lo que no se concretó tras la decisión de la DGMN.

Mails, reuniones, decretos, informes y otras acciones rodearon la historia de los cancelados shows de pirotecnia que se realizarían en la medianoche de este sábado en la Región de Valparaíso. Todo comenzó en 2021 y terminó ayer con la prohibición de la DGMN.


Luego que la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN) no autorizara el uso de los fuegos artificiales en Valparaíso y Viña del Mar, distintas autoridades han anunciado acciones legales y oficios para determinar a los responsables de un hecho que ha provocado pérdidas en la zona, especialmente al rubro del turismo.

El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, y la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, anunciaron acciones legales contra quienes resulten responsables tras dicha decisión. “Esto es un desastre”, dice Alberto Pirola, presidente de Hoteleros de Chile, quien estima pérdidas por US$ 70 millones.

Pero ¿cuál fue la trama que llevó a la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN) a no dar el permiso para que las empresas Pirotecnia SPA y Hong Konk Rengo no pudiesen llevar a cabo los espectáculos pirotécnicos?

Todo se remonta a los albores del 2021. Ese Año Nuevo, por primera vez en décadas, la bahía de Valparaíso no contó con el espectáculo que, por estas fechas, convoca a cerca de un millón de personas. El motivo: la pandemia. El gobierno de Sebastián Piñera determinó, entonces, suspender la actividad para evitar aglomeraciones.

En abril de ese año, la empresa Pirotecnia solicitó a la Dirección de Movilización la reinspección y utilización de los dispositivos que había internados al país en 2019. En respuesta, en octubre de 2021, la Subsecretaría de Fuerzas Armadas solicitó al Instituto de Investigaciones y Control (IDIC) del Ejército validar y certificar la carga, que en ese momento aún no estaba vencida.

El 13 diciembre de 2021, la DGMN autorizó a la empresa a usar elementos de artificio en el Año Nuevo 2022, y le instruyó destruir los dispositivos, o merma, que no había utilizado en el Año Nuevo de 2021, destrucción que, a la fecha, aún no se ha concretado.

No obstante, en marzo de 2022, el representante legal de Pirotecnia, Jorge Cayumán, envió un correo al Departamento de Control de Armas y Explosivos (Decae), de la DGMN, solicitando autorización para usar los elementos internados en 2019, los mismos dispositivos que la Dirección había instruido destruir en diciembre de 2021.

Pero, atendiendo el contexto de pandemia, el jefe de la Decae, Víctor Riffo, solicitó a su equipo estudiar una opción reglamentaria en apoyo a la empresa. Y el 14 de junio de este año, la DGMN autorizó a Pirotecnia, de forma excepcional, a exportar los fuegos artificiales que había internado en 2019 -y que ya se encontraban vencidos- con el fin de que la empresa tuviera una opción de venta al extranjero de esos productos. La fecha tope para que la empresa pidieran el permiso de exportación concluía el 19 de agosto. Pero no lo solicitó.

Dos semanas después, el 30 de agosto de 2022, la DGMN fiscalizó a Pirotecnia y le informó que los dispositivos de 2019 y que había internado posteriormente, no podían ser utilizados porque estaban caducos, de acuerdo a la legislación que entonces se encontraba vigente.

Sin embargo, el 23 de septiembre, vía decreto alcaldicio, el alcalde Sharp adjudicó a Pirotecnia y Piromax la ejecución del show “Año Nuevo en el Mar 2022 en la comuna de Valparaíso”.

En paralelo, el 8 de agosto y 8 de septiembre el fabricante (Pirotecnia Igual, de Barcelona) envió sendos informes a la DGMN donde establecía que no avalaba el almacenamiento por más de dos años en contenedores marítimos, como había realizado la empresa Pirotecnia SpA en Chile.

Un mes más tarde, el 5 de octubre, la compañía chilena ofició a la Subsecretaría de Fuerzas Armadas para que interviniera, la que reiteró, a fines de ese mismo mes, lo señalado anteriormente por la DMGN.

El 28 de octubre, según consta en el decreto alcaldicio N°12.979, Ripamonti aprobó el contrato suscrito entre la municipalidad, y Pirotecnia y Piromax, para el “Suministro, provisión y ejecución show Año Nuevo en el Mar 2023 para la comuna de Viña del Mar”.

El 28 de noviembre, el subsecretario Galo Eidelstein pidió a Sharp una reunión para abordar la situación de los fuegos artificiales. Ayer, Sharp comentó al respecto que “estos hechos eran conocidos por la DGMN y el Gobierno durante el mes de noviembre”, pero que “no fueron informados ni al municipio de Viña del Mar y al municipio de Valparaíso”.

Una semana después, el 6 de diciembre, el alcalde solicitó al Ministerio de Defensa (Mindef) que autorizara, de forma excepcional, a Pirotecnia, aludiendo a la importancia de la fiesta “Año Nuevo en el Mar” para la economía local. Ese día, agregó Sharp, además pidió a la ministra de Defensa, Maya Fernández, y al subsecretario Eidelstein que se realizaran las pruebas a los fuegos artificiales. “Este oficio no ha sido contestado”, aseguró.

El 13 de este mes, en una reunión en la que estuvieron entre la subsecretaría, DGMN, Sharp y representantes de Viña del Mar, se buscaron posibles soluciones. Al día siguiente, el edil solicitó una modificación del reglamento.

El 22 de diciembre la subsecretaría anunció, vía comunicado, la modificación del reglamento para realizar los testeos que habían sido solicitados por los alcaldes. Ese día por la tarde el Mindef dictó la modificación y el 23 la Contraloría tomó razón de la modificación y fue publicada en el Diario Oficial. Y ahí la Subsecretaría para las FF.AA. autoriza el testeo de los fuegos artificiales vencidos para definir si podían ser utilizados. El final de la historia ya es conocido, aunque aún no concluye.

Esta mañana, el director de la DGMN, general Patricio Carrillo Abarzúa, entregó detalles de la evaluación técnica del Instituto de Investigaciones y Control del Ejército (IDIC) que llevó a no autorizar el uso de los fuegos artificiales, y sostuvo que las empresas “postularon a las licitaciones sabiendo que estaban vencidos”.

Carrillo explicó que si bien “las pruebas de detonaciones que se hicieron en Copiapó no tuvieron problemas”, los explosivos estuvieron “mal embalados, mal almacenados y con las condiciones no apropiadas para un fuego artificial”, situación que fue reportada por el fabricante en una carta.

Los reclamos del turismo

La suspensión de la pirotecnia en la región de Valparaíso no sólo gatilló críticas desde los municipios afectados, también desde el rubro del turismo. En ese sentido, los gremios concordaron en que las pérdidas económicas serán altísimas, especialmente por la cancelación de reservas hechas con antelación.

Alberto Pirola, presidente de Hoteleros de Chile, sostuvo que “la suspensión de los fuegos artificiales en Viña y Valparaíso es un desastre para la industria hotelera, la que enfrenta una crisis permanente desde la pandemia. Esto ha provocado la cancelación de reservas y pérdidas por US$ 70 millones, por lo que se presentarán acciones legales”.

Pirola explicó que “toda esta mañana he hablado con hoteleros y la situación es dramática. El 30% de los turistas reservan a última hora. La habitual ocupación del 90%, este año caerá en un 60%. Los alcaldes de Valparaíso y Viña del Mar son los responsables de esta situación, la que se anuncia a apenas dos día del Año Nuevo. Sharp y Ripamonti tienen que disculparse y especificar cómo van a apoyar a los empresarios de la región. Las alternativas de espectáculos que han ofrecido no funcionarán, ya que se están preparando a última hora. Desde hace casi tres años, el turismo vive en una incertidumbre permanente. Nos están asfixiando”.

En tanto, desde Fedetur señalaron que es un golpe fuerte para el turismo, porque esta es una de las fechas del año más importantes para el rubro en la región.

“Que esta decisión se anuncie a dos días de la actividad nos parece lamentable, al igual que el hecho que no se haya previsto el vencimiento de los fuegos artificiales, motivo por el cual no se podrán usar finalmente”, afirmó Helen Kouyoumdjian, presidenta ejecutiva de Fedetur.

“Aquí había muchas reservas que las personas programan con anticipación para ver este tradicional espectáculo, y que hoy se verán afectadas al no realizarse el show pirotécnico. Esperamos que las autoridades tomen conciencia del impacto que esto provoca para la economía regional, especialmente en el contexto actual, considerando que el show permitiría reactivar el turismo de Viña del Mar, y de esa forma ir en ayuda también de los afectados por el reciente incendio”, concluyó.

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