Viña del Mar: la mediática contienda entre rostros televisivos, mujeres y un exmarino

Candidatas Viña

Hay diez candidatos para administrar el municipio que a diferencia de otras ocasiones, recibirá al nuevo edil con un fuerte déficit fiscal agravado por el cierre del casino producto de la pandemia.


Probablemente la pelea por la alcaldía de Viña del Mar sea una de las más llamativas de esta elección. Primero, porque de 10 candidatos, los ojos están puestos en cuatro mujeres y un exmarino. De ellas, dos son reconocidos rostros televisivos, aunque una ya ha entrado con fragor en la arena política.

Segundo, porque después de 16 años de poder imbatible de Virginia Reginato, hoy la alcaldesa UDI abandona el sillón bastante abatida tras varios informes de Contraloría que daban cuenta de un sinnúmero de irregularidades. Tanto, que la mayoría de los candidatos ha señalado que si es elegido edil, lo primero que harán será encargar una auditoría a las arcas municipales.

Además, la campaña partió con Viña en Fase 2 por la pandemia, es decir, con estrictas medidas de aforo y en cuarentena los fines de semana, por lo cual cada postulante está limitado para sus reuniones y explorando distintas alternativas para llegar a más personas.

Las candidatas de Chile Vamos y del Frente Amplio, Andrea Molina y Macarena Ripamonti, respectivamente, lanzaron en la calle su campaña el 10 de febrero, cuando partió el período formal, apostando a ganadora. La showoman Marlén Olivari, que va como independiente, optó por una reunión pequeña ayer, y Marcela Varas, la candidata PPD de Unidad por el Apruebo, está programando su debut oficial para los próximos días. Lo cierto es que en las calles de la Ciudad Jardín, a dos días de haber partido el proceso oficial, sólo se visualizan tímidos reflejos de campaña -unos banderazos, publicidad itinerante de Molina-, pero aún no se observa el torbellino de carteles, palomas y volantes de anteriores elecciones.

Los otros candidatos independientes son Rodrigo Vattuone, exgobernador marítimo de Valparaíso; Jorge Estay, de Unión Patriótica; Jorge Escudero, quien ha ejercido como presidente del sindicato de honorarios de la misma municipalidad a la que postula; Aland Tapia, exseremi de Economía durante el gobierno de Bachelet; Cristián Mayorga, del movimiento social Alcaldía Territorial, y Paula Arriagada del Proyecto Alcaldía Ciudadana Viña de Mar.

Con tal número de candidatos la dispersión de votos será amplia para lado y lado, no obstante se estima que la pelea más fuerte estará entre las dos candidatas que representan los bloques tradicionales de la política, aunque nadie asegura un triunfo.

El peso de Molina

“No vengo apareciendo en la región. No soy una desconocida, fui candidata a senadora y obtuve la tercera mayoría en la región”, indica la exdiputada Andrea Molina recordando que en la última elección obtuvo 64.686 votos, el 9,7% de las preferencias.

Con esa adhesión reconoce que en encuestas internas de Chile Vamos aparece con buenas opciones de llegar a la alcaldía. “No voy a dar proyecciones. Esta es una campaña muy corta, compleja por las restricciones sanitarias y, además, hay muchos candidatos tanto de centroderecha como de izquierda, y eso implicará mucha dispersión de votos para todos”, admite.

Su programa dice lo irá haciendo paso a paso, y para ello inició un inédito proceso de participación ciudadana repartiendo encuestas en 14 sectores de Viña del Mar, para que los vecinos definan entre 20 opciones sus prioridades. “Queremos un programa que sea aterrizado. Estas encuestas nos van a generar una guía, un patrón de trabajo, y a partir de eso armar el programa comunal. Aunque hay cosas que no resisten análisis, como aumentar la seguridad y las luminarias que cumplieron con su vida útil”, recalca.

Otro tema que no resiste análisis es el difícil escenario por el cual pasa la finanza municipal. “Si gano, lo primero es tener claridad en los números que maneja la municipalidad por la crítica situación económica ante la falta de ingresos con lo del casino, el Festival de Viña. Ante eso tengo una mirada súper cauta, realista, y por ello haré una campaña muy austera, y haré una auditoría de ingresos, porque es importante saber cómo entra uno a un lugar y luego hacer las promesas, porque no propongo cosas que no podré cumplir. Prefiero ser realista y concreta, y ser muy transparente”.

Respecto de su cercanía con Reginato, opta por decir que la acompañará en su calidad de candidata a concejala, “como todos los candidatos de Chile Vamos”.

Varas, la fiscalizadora

Marcela Varas se define como 100% viñamarina, nació, estudió, fue dirigente vecinal y hace cuatro años ingresó como concejala a este municipio, desde donde comenzó una frenética labor de fiscalización que terminó afectando a la actual alcaldesa. Ese es su plus, admite.

“El hecho de ser reconocida como la concejala que llevó las denuncias del tema del déficit municipal, de todas las irregularidades y que además lleva un trabajo territorial desarrollado en estos cuatro años hace que uno tenga un camino recorrido. No me paro como una candidata desconocida que no sabe de los problemas del territorio”, asegura.

Por lo mismo, proyecta que su candidatura está “muy bien aspectada, porque estoy cosechando lo que he realizado”, y no teme a los rostros televisivos que la secundan.

“El venir de la farándula o ser showoman significa más que poner un nombre poner una marca en la papeleta de candidatos. No obstante, aquí no se necesitan personas que vengan a hacer turismo electoral, los vecinos siempre han pedido que los represente alguien que conozca su realidad desde la esencia. La verdad me habría gustado competir con una candidata que tuviera sus raíces acá, pero la derecha termina eligiendo a Molina, porque pareciera que para ellos lo importante es el trofeo político”, recalca.

Al igual que Molina, señala que lo primero que hará si llega a la alcaldía será revisar las cuentas: “En la última reunión, el director de administración y finanzas nos adelantó que hay $ 14 mil millones de déficit. Por eso, mi sello será la transparencia, una gestión de cara a la ciudadanía, porque he sido testigo del secretismo y nula información. Hay que recuperar la confianza en el municipio que está quebrada respecto de la ciudad”.

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