Vínculos con el Tren de Aragua y amenazas con granadas: cómo operaba la banda de extranjeros que realizaba secuestros en la RM
Un líder, un grupo de ataque y personas para "levantar información", esta es parte de la organización de la banda de extranjeros que ha podido ser vinculada por la PDI y el Ministerio Público a, al menos, cinco secuestros en la Región Metropolitana.
Cerca de las 19.00 horas del 29 de septiembre, cuando un comerciante de origen chino de Estación Central se encontraba al interior de una bodega de su local, fue abordado por un grupo de sujetos, quienes con armas de fuego lo encañonaron, lo hicieron subir a un vehículo y posteriormente lo secuestraron. Este sería el caso que marcaría un punto de inflexión en la investigación de la PDI que este miércoles permitió desarticular una banda de ciudadanos venezolanos dedicada a realizar secuestros extorsivos.
A raíz de este, y otros casos, la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) realizó un operativo simultáneo en ocho inmuebles de la Región Metropolitana y uno en la comuna de Cartagena en la Región de Valparaíso. Dicha diligencia permitió la detención de 20 ciudadanos venezolanos, 10 de ellos por el delito de secuestros y el resto por delitos de flagrancia, ligados al porte de armas y drogas. Del total de detenidos, 19 se encuentra en situación migratoria irregular en Chile.
Junto con la investigación del secuestro de la persona de origen chino, la PDI logró vincular más casos a medida que avanzaba la investigación. Según detalla el subprefecto y jefe de la BIPE Metropolitana, Hessel Barrientos, “estos cinco casos se trabajan de manera individual, porque son de distintas fechas. Por ende, la investigación se trabaja caso a caso y la información levantada, posteriormente es analizada, se realizan los cruces de información y ahí vamos armando la estructura de esta banda criminal”.
Estructura que quedó al descubierto, en parte, el día del secuestro en Estación Central. Un testigo de este hecho declaró que mientras los sujetos realizaban las amenazas al comerciante, para lograr raptarlo, recibían instrucciones a través de llamadas. Las indagatorias permitieron comprobar aquello.
La banda tiene una orgánica, ya que contaba con un líder, además de un grupo operativo que se encargaba de realizar los secuestros. Pero junto con eso, además, había otros sujetos que participaban dando las instrucciones a distancia para realizar el secuestro. Mientras que existía otro grupo que se encargaba de “levantar información” de sus posibles víctimas.
Una de las cosas que llamó la atención de las policías era el uso de granadas como medio para amenazar a las víctimas: si no hacían lo que ellos pedían, harían estallar los recintos.
¿Tren de Aragua en Santiago?
“Son parte de las hipótesis investigativas”. De esta manera el fiscal Alfredo Cherri de la Fiscalía Centro Norte se refirió a los posibles vínculos de este grupo con la conocida banda de crimen organizado, de origen venezolano, Tren de Aragua. Sin embargo, según pudo conocer La Tercera PM sobre antecedentes que maneja el Ministerio Público y los investigadores, sí existirían vínculos con dicha organización.
Fuentes conocedoras de la investigación aseguran que algunos antecedentes en la carpeta investigativa permitirían vincular a ciertos miembros de esta banda con su presunta participación en la organización de crimen organizado Tren de Aragua. Si bien se trata de una información no confirmada, sí existiría vinculación de la banda con grupos internacionales.
El fiscal, por su parte, reiteró que no existe certeza de aquello, pero aseguró que “podemos establecer que tienen vínculos afuera en la medida que parte de las actividades que realizan se suscribe en el uso de teléfonos extranjeros para generar contacto con las víctimas”.
Barrientos, por su parte, explica que estos grupos “no siempre extorsionan derechamente a su círculo familiar o cercanos en Chile, también realizan triangulaciones o llamados a personas que se encuentran en el exterior”.
Una granada utilizada para amenazar
Conocida la organización de estos delincuentes, también se pudo comprobar, que previo a uno de los secuestros participó una mujer, quien se encargó de contactar a una de las víctimas para analizar si ese hombre era de interés para la banda, principalmente por el poder adquisitivo que este tendría. A esa víctima, además de extorsionar a la familia, también se le realizaron giros desde su cuenta bancaria.
El fiscal Cherri detalló que en uno de los secuestros “el perjuicio que sufrió la víctima fue de alrededor de $ 20 millones. Por la complejidad de estas bandas criminales, el uso de mujeres no es el único mecanismo mediante el cual logran determinar personas, este tipo de delitos busca personas con capacidad adquisitiva importante. Entonces, ese fenómeno varía según la realidad”.
Si bien no existe un patrón determinado sobre las víctimas, los primeros indicios de la investigación concluyen que se atacó, principalmente, a comerciantes o personas que tuvieran un poder adquisitivo mayor, con el fin de poder lograr obtener más dinero a partir de este delito. De las cinco víctimas, dos son de nacionalidad venezolana, dos chilenos (uno de origen chino) y un colombiano.
Lo que sí está claro es la forma de realizar estos secuestros. Barrientos explica que se trata de “secuestros extorsivos donde realizan extorsiones a su círculo familiar, y también funcionan con inusitada violencia, en comparación a otros casos vistos anteriormente. La violencia ejercida sobre sus víctimas es uno de los factores que nos llamó mucho la atención en esta investigación”.
Además, durante el operativo de este miércoles fueron incautadas armas de fuego, drogas e incluso una granada de mano. Según explica el jefe de la BIPE, esta arma la utilizaban “para generar presión sobre sus víctimas y también para extorsionar al círculo familiar de sus víctimas, a través de videollamadas y fotografías de este elemento con el que intimidaban a sus cercanos”.
El nivel de violencia de este grupo llegaba a tal, que, según ha permitido conocer la investigación, aún hay dos de las víctimas que no han podido ser encontradas. Sin embargo, una de ellas ya se ha comprobado que fue asesinada, sin embargo, aún no se puede hallar su cuerpo.
Finalmente, al grupo también se le incautó un inhibidor de señal de GPS, el cual utilizaban a la hora de secuestrar a una persona, con el fin de no ser detectados por los dispositivos de tecnología que pudiesen tener los vehículos. Además, se investiga que esta banda haya participado en otro tipo de delitos, ya sea en narcotráfico o en homicidios ocurridos en la Región Metropolitana.
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