Viruela del mono: radiografía a los casos registrados y los 29 centros designados por el Minsal para realizar el aislamiento

Con España como país más afectado, con cerca de 3.400 casos confirmados, el brote de la viruela del mono en desarrollo desde hace más de dos meses sigue expandiéndose por el mundo. Ya son más de 16.000 los contagios registrados en casi 80 países y territorios, datos que tiene a la Organización Mundial de la Salud (OMS) reunida desde ayer en la segunda jornada de expertos para evaluar otra vez si la situación actual constituye “una emergencia de salud pública de importancia internacional”.

Algunos de los puntos que analiza la OMS para declarar la viruela como pandemia son la evidencia de un aumento en la tasa de crecimiento de los casos en los grupos afectados, el incremento de la gravedad de los casos y el diagnóstico de casos entre “trabajadores del sexo”.

Después de la alerta de la OMS, poco más de un mes transcurrió para encontrar el primer caso en Chile. El Ministerio de Salud confirmó el 17 de junio el primer caso de viruela del mono en Chile. Y de acuerdo al último informe de la cartera Sanitaria, hasta el 15 de julio se han reportado 20 casos confirmados y un caso probable y en estudio, de los cuales 12 ya se encuentran de alta médica. De ellos, el 100% corresponde a hombres entre los 22 y 46 años. Además, hay 46 casos que han ingresado a la vigilancia, pero que fueron descartados por el Instituto de Salud Pública (ISP).

Del total de casos confirmados y probables, 85% (18) tiene residencia en la Región Metropolitana, 10% (2) en la de Antofagasta y 5% (1) la Araucanía.

En su descripción, el 47% de los casos presenta como factor de exposición el haber realizado un viaje internacional durante los últimos 21 días, mientras que un 29% tuvo contacto con viajeros en las últimas tres semanas previas al inicio de síntomas.

Según la investigación epidemiológica, sostiene el Minsal, se observa que “el perfil de los casos corresponde principalmente a hombres que han tenido contacto sexual reciente con una nueva o múltiples parejas masculinas. En cuatro casos se ha constatado nexo epidemiológico con otro caso confirmado”.

Respecto a la presentación clínica, el total de casos reportados son sintomáticos: el exantema agudo se presentó en todos ellos, la cefalea en el 71% (15 casos), las lesiones de piel/mucosa anogenitales 62% (13) y linfadenopatía en el 62% (13).

Las autoridades sanitarias ya dispusieron de un plan para controlar la propagación de la enfermedad en el territorio nacional. Así, la Subsecretaría de Salud Pública envió el pasado 10 de junio una actualización del protocolo de vigilancia para la viruela del mono.

Los casos confirmados deben realizar un aislamiento en un hospital de referencia definido por la Autoridad Sanitaria Regional, hasta que se caigan todas las costras que produce la enfermedad. Es decir, la persona contagiada se mantendrá en cuarentena hasta que exista tejido nuevo en las lesiones, periodo que podría extenderse hasta 21 días.

Para los expertos, el aislamiento es la medida más segura para evitar el contagio. El jefe de la Unidad de Paciente Crítico de Clínica Indisa, Sebastián Ugarte explica que “el contagio se produce principalmente por contacto directo de piel a piel, al contacto con las secreciones de la persona”.

Lorena Tapia, infectóloga pediátrica de Clínica Universidad de los Andes, coincide que lo primero que hay que hacer es aislar: “Una vez que hay sospecha, hay que ir a diagnosticar y el tratamiento es con medidas generales, como se tratan otras enfermedades virales de la piel. Algo muy importante es el aislamiento. Diagnosticar y aislar los casos para evitar un brote mayor entre los contactos”, señala.

En ese contexto, a través de las autoridades sanitarias regionales se establecieron 29 hospitales de referencia en el país para aislar los caso confirmados (ver tabla).

Al mismo tiempo, a los casos confirmados se les realizará un entrevista para determinar los contactos estrechos, quienes se mantendrán en vigilancia telefónica por un periodo de tres semanas, con el objetivo de detectar oportunamente signos o síntomas compatibles con la infección de la viruela del mono.

“Sabemos las personas pueden contagiarse hasta tres semanas después de haber aparecido los síntomas, entonces en ese periodo pueden aparecer nuevos casos que se contagian de uno inicial”, señala Ugarte.