El 1 de marzo, con el hallazgo del cuerpo del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, en el campamento Vicente Reyes de la comuna de Maipú, quedó en evidencia el cariz de peligrosidad que han ido tomando los asentamientos informales en los últimos años.
A raíz de esa realidad el alcalde de la comuna, Tomás Vodanovic (RD), esta semana pidió abiertamente la intervención de las FF.AA. para contener la grave crisis de seguridad que afecta al país, pero que es especialmente evidente en los asentamientos precarios. Prostíbulos, discotecas clandestinas, tráfico, homicidio y casas de tortura son parte de la nueva realidad de los campamentos. Así quedó de manifiesto en los allanamientos ordenados por el gobierno en Maipú y Cerrillos y que son parte de un plan de contención mayor que planea intervenir varios asentamientos en los próximos meses.
El crecimiento de los campamentos ha sido exponencial en los últimos años, sobre todo tras la oleada de inmigrantes que llegó al país.
Esta semana el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, salió a dar cuenta de que hasta el 2022 había a nivel nacional 1.091 campamentos. Esa cifra aumentó a 1.432 en 2024. Durante esa jornada el secretario de Estado afirmó que “en cada uno de los campamentos vamos buscando soluciones, pero no son mágicas”, señaló.
¿Cuál es la situación de la Región Metropolitana? La Tercera tuvo acceso al informe de caracterización de Asentamientos Precarios del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que catastró los 142 campamentos que existían hasta el 2022 en la Región Metropolitana detallando la caracterización de sus habitantes por ubicación, sexo y nacionalidad, entre otros. En su última actualización de 2024 el informe de Asentamientos Precarios del Minvu detalla que -según estudios de polígonos- se suman 28 campamentos más.
El Minvu registra en total 168 en la RM, lo que corresponde al 12% a nivel nacional. De un total de 52 comunas de la Región Metropolitana, 32 tienen al menos un campamento asentado en su territorio, lo que representa un 61% del total regional.
A las autoridades les preocupa en extremo esta situación. El fiscal Marcos Pastén apunta a la nueva realidad en estos espacios precarizados: “Las organizaciones criminales aprovechan para instalarse ahí con el afán de tomar un control de carácter territorial”. El fiscal regional marca una clara conexión entre el crimen organizado y la proliferación de estos nuevos tipos de campamentos. “Uno lo puede explicar por las olas migratorias, por la pandemia o por la situación político-social en algunos países vecinos, en fin. Eso ha llevado a que tengamos en nuestros asentamientos ciertas prácticas de comisión de delitos que no eran habituales”, dice.
Lampa, Puente Alto y Colina
La creciente demanda por un sitio para habitar de familias de alta vulnerabilidad, sumada a la crisis migratoria, mantiene en crecimiento el número de campamentos a lo largo del país, como parte de una crisis que ha aumentado la segregación en la ciudades.
Desde las municipalidades han mostrado preocupación ante la proliferación de los campamentos en sus comunas, gran parte de ellas en zonas periféricas de la RM, y a la par un aumento de los hechos delictivos que amenazan a los vecinos. Son al menos 12 las comunas que tienen más de siete asentamientos precarios en su territorio.
Una de ellas es Lampa, con un total de 21 campamentos, de los cuales 12 son en terrenos privados y el resto, entre terrenos fiscales, mixtos y uno municipal.
Cerca de ocho mil personas viven en más de dos mil hogares. Pese a que la cifra entregada por el Minvu no constata el aumento de estos asentamientos desde el 2022, al alcalde de la comuna lampina, Jonathan Opazo, reclama: “No puede ser que tengamos datos que sean imprecisos respecto del diagnóstico de los distintos asentamientos precarios. Nosotros tenemos 22 campamentos, dos tomas, y la única diferencia entre una toma y un campamento es que finalmente fue catastrado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Y además ese catastro hoy día es insuficiente, está obsoleto”.
Uno de los campamentos más grandes que tiene la Región Metropolitana es la “Toma Vista Hermosa”, con 1.826 personas, según los datos del catastro del 2022, que cruza entre Lampa y Puente Alto. De hecho, en el caso de la comuna encabezada por Germán Codina, la toma solo en su comuna acumula 123 personas más.
En la misma línea, Puente Alto es la siguiente comuna con mayor número de campamentos en el catastro del Minvu. Según los registros, son 12 asentamientos precarios que se encuentran instalados en el territorio en 11 terrenos privados y uno municipal. En total conviven más de seis mil personas en dos mil hogares Y uno de los campamentos que concentran mayor número es la toma “Milla Antu 2″, donde viven tres mil personas.
En tercer lugar se encuentra la comuna de Colina, con nueve asentamientos precarios alrededor del territorio y la diversidad de tipos de terrenos ocupados que en su mayoría son privados. La población estimada en el sector es de 5.785 personas en más de dos mil hogares, y la toma “Dignidad” es la que tiene mayor población, con casi tres mil personas.
Después -según los datos del catastro del Minvu 2022- le siguen otras comunas como Huechuraba, Maipú, Talagante y San José de Maipo, con ocho campamentos cada una.
Haití, Perú y Colombia
La inmigración ha sido uno de los detonantes para el aumento exponencial de los asentamientos precarios en la Región Metropolitana. A partir de esto, el catastro del Minvu hasta el 2022 da cuenta de las nacionalidades que predominan en los campamentos de la capital.
En la última caracterización realizada, la repartición estatal dio cuenta de que el 22% de las personas que viven en tomas de terreno ilegales son inmigrantes. Donde Haití, Perú, Colombia y Venezuela son las nacionalidades que más predominan entre sus habitantes.
En detalle son 30 los asentamientos precarios donde predomina la nacionalidad haitiana en 12 comunas de la capital. Asimismo, Lampa es la comuna donde reside la mayor población de familias haitianas en campamentos de la Región Metropolitana, y el asentamiento con mayor porcentaje es el “América Indígena”, donde viven 4.622 personas y el 79% son migrantes de ese país.
En otros 18 campamentos predomina la nacionalidad peruana. En específico, la mayoría de los asentamientos están en la comuna de Lampa. Asimismo, la toma con mayor porcentaje de población es el campamento “Mirador”, donde hay un 82% de peruanos.
En otros 12 campamentos predominan los migrantes colombianos.
La cuarta nacionalidad predominante en campamentos es la venezolana. Lampa acumula el mayor número de campamentos con ciudadanos provenientes de Venezuela.
29% de menores de edad
La población en cada uno de los asentamientos precarios varía, donde los porcentajes son significativamente distintos en cuanto a las edades de sus habitantes.
El catastro de la cartera liderada por el ministro de Vivienda, Carlos Montes, cifra en 29,1% los menores de 18 años que viven en campamentos. Asimismo, la otra cifra que emana del estudio es que el 9,1% son personas mayores y que un 60,3% son adultos.
