Jair Bolsonaro nunca ha ocultado su admiración por Augusto Pinochet. En 2015, en un programa de televisión, el ahora Presidente de Brasil aseguró que “Pinochet hizo lo que tenía que hacer... Tenía que actuar de forma violenta para recuperar a su país”.
Por este tipo de dichos, su primera visita a Chile, en marzo de 2019, estuvo rodeada de controversia. Quizá por ello, el mandatario brasileño se apresuró a decir a su llegada al país: “Aquí no vine a hablar de Pinochet”.
Sin embargo, su propio hijo, Eduardo Bolsonaro, calentó los ánimos en diciembre de 2018 al referirse al tema. “Pinochet fue una persona que impidió que Chile se transformase también en una nueva Cuba. Hoy ustedes miran los frutos de su reforma en las pensiones, la economía, tiene mucho que ver con los que ocurrió en los 80″, dijo a La Tercera el diputado federal por Sao Paulo en diciembre de 2018.
Por ello, las comparaciones con Pinochet no tardaron en surgir en Brasil tras la reciente propuesta de aliados del Presidente Bolsonaro. Políticos del llamado Centrão impulsan la creación del cargo de senador vitalicio para “blindarlo” ante la posibilidad de que, una vez que deje el poder, sea condenado por crímenes de lesa humanidad u otros delitos de los que fue acusado por la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Senado que indagó la política del gobierno brasileño ante el coronavirus.
La idea, revelada por el programa Papo de Política de GloboNews, “fue copiada del dictador chileno Augusto Pinochet, quien creó el cargo para sí mismo como una forma de blindarse de los crímenes cometidos durante casi dos décadas por su gobierno, que mató a alrededor de tres mil personas”, escribió Revista Fórum.
Legisladores del oficialista Partido Progresista (PP) confirmaron que está en curso una “operación blindaje” del presidente a través de un Proyecto de Enmienda Constitucional (PEC) para crear el cargo de senador vitalicio, informó la periodista Andrea Saadi, del canal GloboNews.
Según el portal G1 de Globo, la idea circula desde hace unos 20 días en el Congreso, cuando se decidió reciclar un proyecto de ley que surgió hace casi dos décadas, y quiere incluir a todos los expresidentes brasileños. Los diputados ya han consultado a los ministros del Tribunal Supremo Federal (STF) para consultar si la propuesta es viable.
El diario O Tempo recordó que una propuesta similar fue rechazada por el Pleno de la Cámara de Diputados en junio de 2015. La mayoría de los diputados votó en contra de la PEC 182/07, que creó la figura de “senador vitalicio”.
La enmienda fue presentada por el entonces diputado Leonardo Picciani (PMDB), hijo del exdiputado estadual Jorge Picciani, quien luego sería detenido en esquemas de corrupción con dinero público, como resultado de las investigaciones de Lava Jato.
La propuesta fue rechazada por 404 votos en contra y ninguno a favor. El cargo de senador vitalicio lo ocuparían los expresidentes, quienes no podrían participar en nuevas elecciones. Estos senadores vitalicios no tendrían derecho a voto en el Senado.
Rechazo a iniciativa
La propuesta que ahora impulsa el Centrão encontró inmediato rechazo en varios sectores políticos. “Es una locura”, dijo la senadora del MDB, Simone Tebet, líder de la bancada femenina de la Cámara Alta. “Quieren dejar la reelección como plan B, pero, si se confirma, no creo que pase al Senado”, agregó.
Por su parte, su colega del partido Rede, Fabiano Contarato, afirmó que “lo único vitalicio plausible para Bolsonaro sería una prisión perpetua por la Corte Penal Internacional”. El senador cree que la hipótesis es otra “cortina de humo”, en medio de las dificultades del gobierno para hacer factible el Auxilio Brasil, el programa de ayuda para las familias más pobres.
A raíz de la iniciativa, Jorge Kajuru, senador de Podemos, se refirió a Bolsonaro como alguien poco inteligente. “Viniendo de él, todo es posible. Pero quien está a favor de esta idea muere políticamente”, aseguró.
Los expertos también coinciden en el poco futuro del proyecto. “Es muy poco viable, en mi opinión”, dijo a La Tercera Sylvio Costa, fundador del portal Congresso em Foco. “Me parece muy difícil, por no decir imposible que suceda algo así. Aunque con este Parlamento puede pasar de todo, no creo que llegarían a tanto. Sería necesaria una enmienda a la Constitución y no creo que alcanzarían tantos votos”, comentó a este medio Paulo Afonso Velasco Júnior, cientista político de la Universidad del Estado de Río de Janeiro.
Según analistas, Bolsonaro no está preocupado en el corto plazo con ser procesado y condenado porque “confía” en que el fiscal general, Augusto Aras, no dará curso a estas denuncias, como tampoco permitió que prosperen otras en el pasado.
Sin embargo, tanto Bolsonaro como sus hijos, estos también acusados por el Senado, temen que, si el mandatario no fuera reelegido en 2022, su situación ante la Justicia será más vulnerable al haber perdido la inmunidad del cargo.