“Creo que debemos abordar el problema de la privacidad. Pero con el debido respeto, las empresas estadounidenses no tienen un gran historial con los datos. Solo miren a Facebook y Cambridge Analytica”, afirmó el director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew, ante el Congreso de Estados Unidos el pasado 23 de marzo. El interrogatorio ocurrió en medio de las crecientes tensiones entre Washington y China, país donde se originó ByteDance, la empresa matriz de TikTok. El problema, según argumentaron varios congresistas durante la comparencia de Shou Zi Chew, es la obligación legal que tiene TikTok para poner los datos de sus usuarios a disposición del gobierno chino cuando éste lo solicite. Bajo esa premisa, los legisladores estadounidenses afirmaron que el uso de la aplicación pone en riesgo la seguridad nacional de EE.UU., puesto que la información podría ser utilizada con fines de espionaje, entre otras materias.
“Esta es una empresa privada”, continuó el CEO de TikTok, al intentar contener las dudas respecto de que su empresa deba responder al Partido Comunista Chino (PCCh). Pero el congresista republicano Dave Joyce no quedó satisfecho con la explicación y acto seguido argumentó que los datos privados de los estadounidenses deberían ser almacenados en EE.UU. y no en China, cosa de evitar que las autoridades de ese país tuvieran acceso. Chew aseguró que el 60% de los inversores de la compañía son extranjeros y que incluso tres de los cinco integrantes del directorio son de Estados Unidos. Adicionalmente, precisó que él no era ciudadano chino, sino que su país de origen era Singapur.
La interpelación al CEO de TikTok se sumó a las medidas que distintos países han tomado para restringir el uso de la aplicación en dispositivos proporcionados a funcionarios públicos.
A fines de febrero pasado, la Casa Blanca ordenó a las agencias federales desinstalar TikTok y todas las otras aplicaciones de la empresa ByteDance de todos los dispositivos de sus funcionarios. Al mismo tiempo, Canadá, Reino Unido, Nueva Zelandia, Noruega, Taiwán y la Unión Europea replicaron la medida, según reportó Los Ángeles Times.
Otras naciones asiáticas ya habían adoptado la misma medida, entre estos Afganistán, Irán, India y Pakistán, aludiendo a la seguridad nacional y al “contenido inmoral” de la aplicación. En el caso de India, este país prohibió TikTok en 2020, luego de un conflicto con China en la frontera que atraviesa el Himalaya occidental, de acuerdo con la BBC.
Xulio Ríos, asesor emérito del Observatorio de la Política China, sostiene que la prohibición tiene matices de acuerdo con cada país: “En Afganistán, sobre todo. Pero la causa preferente y dominante es claramente la seguridad, el temor a que los datos recabados acaben en ‘manos indebidas’, supuestamente”.
Para Yun Tso Lee, magíster en Procesos de Integración de Asia, Europa y América Latina de la Universidad Leiden (Holanda), es importante analizar la relación entre los países que han prohibido la aplicación y Estados Unidos. Dentro del grupo de países hay “aliados y leales a Washington, por ende, forma parte de la política de la guerra comercial que EE.UU. ha declarado contra China. Hace dos años era contra la empresa Huawei en tema de 5G, luego en contra de Aisino en el caso del Registro Civil”, sostiene Lee, aludiendo al veto comercial de Huawei en Estados Unidos y a la fallida licitación de pasaportes de parte de la empresa china Aisino en Chile.
¿Prohibición total?
TikTok registra más de 834 millones de usuarios en el mundo y la edad de quienes hacen mayor uso de esta app fluctúa entre los 18 y 24 años. En 2017, ByteDance lanzó la plataforma, que tiene origen en la app china ‘Douyin’. “Si escribo un tema delicado para el gobierno chino en Douyin, como por ejemplo ‘Tiananmen 1989′ no hay resultados disponibles”, explicó la periodista Selina Wang de CNN, que comparó ambas aplicaciones.
Pese a que sólo en Estados Unidos la aplicación tiene más de 150 millones de usuarios activos mensuales, los senadores republicanos Marco Rubio y Angus King reintrodujeron una legislación bipartidista para prohibir que TikTok opere en el país. La legislación incluso tiene el apoyo de algunos sectores del Partido Demócrata.
En una declaración emitida por Rubio, se afirma que esta prohibición puede extenderse a otras aplicaciones similares, aunque no especificaron cuáles. Sin embargo, pusieron hincapié en aquellas de propiedad extranjera: “La legislación protegería a los estadounidenses al bloquear y prohibir todas las transacciones de cualquier empresa de redes sociales en, o bajo la influencia de China, Rusia y otros países a menos que se deshagan por completo de la propiedad extranjera peligrosa”.
“La confrontación con China es uno de los pocos temas en el que demócratas y republicanos están de acuerdo. China es identificado como el mayor desafío a la seguridad nacional estadounidense”, apunta Ana Soliz de Stange, académica de la Universidad Helmut-Schmidt y analista política especializada en Estados Unidos y China. “Hay indicios del riesgo de TikTok en cuanto al uso de datos, pero al mismo tiempo esto es sólo una parte más de los diferentes frentes de conflictos entre Estados Unidos y China”, dice Soliz de Stange.
Xulio Ríos vincula los hechos a la tensa relación entre ambas potencias, más que a evidencias contra TikTok. “Es una manifestación de la ‘ansiedad’ con que EE.UU. está enfrentando la competencia con China”, sostiene este experto en asuntos chinos, para luego profundizar en este escenario: “(China) es un fuerte competidor y en EE.UU. parece que se lleva mal esto del éxito de la competencia. Probablemente dificulta o incluso impide el espionaje por la parte estadounidense –pues ellos también espían, naturalmente- en universos demográficos y tecnológicos importantes. Lo sucedido riñe mal con los valores que decimos defender e imagino que un escenario similar en China con un CEO de una tecnológica estadounidense provocaría hilaridad y estupefacción”.
“Washington percibe que el crecimiento de China pone en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos”, explica Yun Tso Lee, director Centro de Estudios de Relaciones Internacionales de la UDD. Esta relación, según Lee, es perjudicial no sólo para ambas superpotencias, sino que también para el mundo: “Es una visión añeja de Guerra Fría que el mundo tiene que evitar, dado que incita a los países a tomar parte en una disputa de las grandes potencias, y eso genera tensión e inestabilidad en el mundo”.
Respecto de las posibilidades de que se prohíba la aplicación para todos los usuarios en Estados Unidos, Soliz de Stange duda que llegue a materializarse, puesto que entre los argumentos de quienes se oponen a la medida está la propia Constitución, que protege la libertad de expresión. Para Xulio Ríos, en cambio, “las posibilidades de prohibición son bastante altas, dado el clima reinante entre los congresistas a propósito de China”.
“No es una app estúpida”
Belén Morales, docente chilena que reside en Texas desde hace dos años, se manifestó en contra de esta medida en su cuenta personal de TikTok, que a la fecha acumula casi tres millones de seguidores. “Es horrible que se prohíba, porque además de los creadores de contenido, hay pymes u otras empresas que venden a través de TikTok y en otras plataformas el alcance que tiene tu contenido es mucho menor. No es solo una aplicación estúpida en la que se baila, como dicen algunos, va mucho más allá que eso”, asevera Morales.
Tras interpelaciones como la de esta usuaria, el CEO de TikTok subió un video a la plataforma, agradeciendo los comentarios que recibió de los usuarios en un video anterior: “TikTok se trata de conversaciones y comunidad, y estoy muy agradecido de saber de todos ustedes. Aquí están algunos de mis comentarios favoritos”, indicó, para luego mostrar las reacciones de quienes destacaban la aplicación. La tónica de los comentarios era similar: contenido educativo de la plataforma y los pequeños negocios que publicitan su contenido en ella.
Pese a ello, la plataforma ha recibido críticas por la falta de regulación del contenido que incita al odio o acciones peligrosas. Para Lionel Brossi, integrante del Consejo Asesor de Seguridad de TikTok de Latinoamérica, los desafíos que enfrenta la plataforma son similares a las demás aplicaciones de este tipo: “Entre ellos, la verificación de la edad de los usuarios que se registran, la privacidad de datos, la moderación de contenidos, la propagación de desinformación, los mensajes de odio, la hipersexualización de mujeres jóvenes, grooming y cyberbullying”.
Sobre su trabajo en la app explica que el trabajo está centrado en “perfeccionar las normas comunitarias y las políticas internas para de este modo evitar potenciales riesgos, además de generar estrategias educativas y de alfabetización digital que contribuyan a la protección y bienestar de las y los usuarios”.
TikTok en Chile
Pese a que la red social más usada en el país continúa siendo Facebook, TikTok superó los 8 millones de usuarios durante 2021, según el Digital Global Overview Report 2022. Un estudio de la agencia chilena especializada en contenidos y producciones digitales, sostiene que TikTok atrae más a la gente en comparación con Instagram: un 76% de los encuestados le dedica entre 30 minutos y dos horas diarias a TikTok, mientras que un 63% dedica la misma cantidad de tiempo a Instagram.
No obstante, las preocupaciones globales en cuanto a la seguridad de la app, se trasladaron recientemente a la Cámara de Diputados local. Un proyecto de ley impulsado por los diputados Álvaro Carter, Marco Antonio Sulantay, Cristián Labbé, Rubén Darío Oyarzo y la diputada Marlene Pérez, propone prohibir la aplicación en los dispositivos proporcionados por el Estado a los funcionarios que se desempeñen en el Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, y “especialmente a las fuerzas de orden, y las Fuerzas Armadas”, consigna la moción.
“El proyecto no es para el ciudadano común y corriente, sino que va dirigido para personas que trabajan en el Estado. La aplicación sí se puede mantener en el teléfono privado de los funcionarios, pero no pueden grabar en su horario de trabajo dentro de los edificios públicos”, explica el diputado Álvaro Carter, quien no cierra la posibilidad de extender esta restricción a otras aplicaciones.
Yun Tso Lee se muestra contrario a esta medida: “Estaríamos tomando posición en una guerra comercial que no nos pertenece ni nos conviene, porque China y Estados Unidos son nuestros principales socios comerciales”.
El abogado y exsubsecretario de Telecomunicaciones, Pedro Huichalaf, valora la iniciativa en cuanto a la preocupación por la seguridad digital y la protección de datos. Sin embargo, sostiene que el proyecto es poco preciso desde la técnica legislativa, puesto que valora el principio de neutralidad. “Este principio establece que la regulación no debe tener el nombre de la aplicación, sino que debe especificar la forma en que distintas aplicaciones pueden afectar algún aspecto que debe ser protegido”, explica Huichalaf.
En cuanto al debate por la protección de datos el ex subsecretario enfatiza que lo importante no es cuánta información recopilan las aplicaciones: “El punto es qué es lo que hacen con esa información y qué tan resguardada respecto a la regulación está”. El debate sobre TikTok, está lejos de terminar.