La secretaria general de RN, Andrea Balladares, conoció al fallecido expresidente Sebastián Piñera a sus 18 años.
“Andrea Balladares de Chanco”, le solía decir el otrora Jefe de Estado, aludiendo a su lugar de origen. Y es que desde esa época que la exsubsecretaria de Servicios Sociales entró al círculo íntimo del piñerismo, donde también es muy cercana a la ex primera dama Cecilia Morel.
Una de las últimas veces que habló con Piñera, antes de su accidente en helicóptero el 6 de febrero, fue en la coordinación de los trabajos para combatir los incendios de la Región de Valparaíso.
Y justamente este tipo de iniciativas de Piñera -que reunían a la coalición y proyectaban a la derecha- son las que Balladares espera que no se pierdan.
El fallecimiento del expresidente congregó a muchos en torno a su figura. ¿Existe un piñerismo?
El mismo Presidente Piñera era adversario de los personalismos. Era un hombre de proyectos colectivos, de coalición. Ese es su principal legado, el construir equipos, una coalición que tenga vocación de mayoría, que representa el servicio de urgencia, el trabajo bien hecho, el compromiso con Chile. Su principal legado es esa vocación convocante de algo superior, algo que está más allá. El punto está en cómo ese legado, que nos deja el Presidente, somos capaces de proyectarlo hacia el futuro.
Piñera se juntaba todos los jueves con sus exministros. Se le veía como una plataforma más allá de Chile Vamos.
Hay que pensar en el acto de homenaje del miércoles que convocó a más de dos mil personas. Es gente que se declara de oposición. Además estaban otros partidos que se sienten convocados con esta vocación de mayoría. Entonces, obviamente, va más allá de un grupo en particular. Y hoy día desde Chile Vamos tenemos que ser capaces de dar un paraguas más grande, que también sume a otros y que los interprete a todos, en cómo recuperamos el gobierno que está en manos de un pésimo gobierno de izquierda.
Algunos esperan que justamente se mantengan estas convocatorias transversales de Piñera.
Con la muerte del Presidente Piñera el reconocimiento que hizo todo Chile de su gestión, de su persona, removió a muchos que se sentían oposición y que tal vez no estaban activamente haciendo algo. Lo que más se vio, desde que empezamos a compartir la inscripción a su homenaje, fue gente de Arica a Punta Arenas que quería participar, que tenía conocimiento técnico y querían ser un aporte para las municipales, para que volvamos a ser gobierno. Todos entienden que necesitamos recuperar el gobierno
¿Su fallecimiento, aunque trágico, sirvió para reactivar al sector?
Moviliza, remueve a la gente a decir que necesitamos a más haciendo este trabajo. La figura del Presidente era obviamente muy convocante y era un líder que movilizaba a hacer cosas. Me acuerdo perfecto de los últimos dos días de él que estábamos trabajando el tema de la reconstrucción de Valparaíso. Eso lograba, convocar gente distinta, que hiciera una propuesta para ayudar a Chile. Y cuando el liderazgo que él tenía ya no existe, los convocados son muchos a impulsar esas ideas.
¿Y quién lo reemplaza?
Las personas no son reemplazables. Menos una figura tan completa. Y, al otro lado, somos muchos los llamados. Por ejemplo, desde los partidos nos toca una responsabilidad mayor de cómo vamos a proyectar ese legado, cómo vamos a dar espacio para que todos se sientan parte, cómo vamos a construir un proyecto país que les dé esperanza a los chilenos. Somos muchos los que tenemos que hacer un mayor esfuerzo para lograr aquello que el Presidente lograba con su liderazgo.
Algunos mencionan al exministro del Interior Andrés Chadwick (UDI) como un potencial sucesor.
Todos. Los partidos hoy día tienen una responsabilidad de liderar los acuerdos con otros más allá de nuestra coalición política, con todos aquellos que nos sintamos oposición.
Otros hacen un llamado a que los exministros compitan como candidatos.
Hoy hay más de 200 comunas en manos de la izquierda y ya sabemos que tenemos el peor gobierno de la historia de nuestro país desde la vuelta a la democracia. Estamos en un minuto crítico. Ante ese escenario, todos los que tienen un liderazgo político tienen la responsabilidad de ir a jugarse en ganar comunas, poner a disposición su capital político, su apoyo tanto a los candidatos como ser ellos candidatos en todos los lugares que necesitamos ir a recuperar.
¿Chile Vamos puede sobrevivir sin Piñera?
Chile Vamos como coalición, de todas maneras. Aprendimos que lo más importante es que Chile Vamos sobreviva, que sea una coalición amplia, que seamos un vaso comunicante, un puente con los republicanos, que seamos capaces de convocar y conversar con Demócratas, Amarillos y el PDG . Eso tiene que perdurar, la vocación de mayoría. Somos los llamados a generar esa comunicación, esa coordinación para hacer efectivamente una coalición que logre ser mayoría y logre ser gobierno.
¿Chile Vamos tiene la responsabilidad de mantener ese legado?
No solo de mantenerlo vivo, sino proyectarlo en el tiempo, sobre todo porque Chile reconoció ese legado como buenas características de nuestro gobierno: profesionales responsables, de rigor profesional, de trabajo intenso, de apertura a escuchar a otros, de llegar a acuerdos.