La máxima autoridad del deporte paralímpico fue partícipe estelar de los Juegos Parapanamericanos. Andrew Parsons (Brasil, 46 años) conoció el Estadio Nacional, entregó medallas y tuvo en sus manos la antorcha del evento. El presidente del Comité Paralímpico Internacional habla con La Tercera sobre Santiago 2023, París 2024 y otros temas.
¿Qué le parecieron los Juegos?
Creemos que la infraestructura, las instalaciones, los servicios a los atletas, a los comités y la promoción de estos Juegos fueron muy positivas. La gente está abrazando el movimiento paralímpico chileno y eso es un avance muy importante, porque permite que con los Parapanamericanos y París 2024 se impulse el deporte paralímpico en Chile, a un nivel nunca alcanzado. Eso también crea la oportunidad para hablar de los derechos de las personas con discapacidad y su inclusión en la sociedad. El movimiento paralímpico es un movimiento deportivo, pero también uno que busca la inclusión de las personas a través del deporte.
¿Qué tan importante son organizaciones como la Teletón para el desarrollo del deporte paralímpico?
Son muy importantes. En Brasil también tenemos Teletón, a través de una organización que se llama AACD, que es donde Daniel Dias, nadador paralímpico multicampeón, hizo su rehabilitación, muchos años antes de transformarse en atleta. La rehabilitación es clave y el movimiento deportivo, por sus características, proporciona una plataforma muy fuerte. Creo que todas esas organizaciones, trabajando de manera conjunta, son muy importantes para incluir cada vez más a las personas con discapacidad.
¿Es una opción unir calendarios convencionales con paralímpicos?
Depende del deporte. Algunas veces es posible organizar un campeonato como los Grand Slams, que tienen en conjunto el tenis y el tenis en silla de ruedas, pero hay otros que por cuestiones logísticas y de números no es posible, como el tenis de mesa, que tiene mundial de convencionales y mundial paralímpico, y está perfecto. No hay un modelo que sea mejor que el otro. Es importante que el deporte convencional reconozca el deporte paralímpico como deporte, pero también es importante que el movimiento paralímpico y los atletas con discapacidad tengan su momento. Mucha gente me pregunta por qué los Juegos Olímpicos y Paralímpicos no se disputan en simultáneo... Precisamente por eso, porque íbamos a diluir el mensaje, la agenda de inclusión y los retos de los atletas con discapacidad.
¿Vería con buenos ojos si en el futuro la sede de los Juegos Olímpicos es distinta a la de los Paralímpicos?
No. Creemos que tenemos el mejor modelo. Somos un evento que es importante en sí mismo, pero la plataforma es muy relevante. ¿Por qué todos los deportes quieren estar en los Juegos Olímpicos? Porque es, probablemente, el evento más importante y conocido del mundo, en términos deportivos. Estar asociados a los Juegos Olímpicos en la misma ciudad sede, con el mismo comité organizador, participando de este momento, nos impulsa y nos hace tener, precisamente, este impacto. Las medallas son muy importantes, pero más importante es el impacto. Estamos hablando de que los Juegos Paralímpicos son un evento que tiene como audiencia global acumulada 4 billones de personas, y claro que estar asociado con la ciudad olímpica y los Juegos Olímpicos ayuda en esto.
¿Es muy distinto organizar Juegos Parapanamericanos con Juegos Paralímpicos? Chile se ilusiona con la opción de ir por algo más…
El tamaño de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos es más alto que los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos. Claro que sí. Sin embargo, otras ciudades han tenido las mismas oportunidades. Río de Janeiro organizó los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos en 2007, y después organizó los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en 2016. No veo por qué Santiago no podría hacerlo. Si se piensa en la evolución, los Juegos que Río organizó en 2007 no son los Juegos que tiene Santiago en 2023. Ahora son mucho más grandes, mucho más complejos. El movimiento deportivo ha evolucionado. Creo que Chile puede aspirar a organizar unos Juegos Olímpicos, Paralímpicos o Juegos Olímpicos de la Juventud. No veo por qué Chile no pueda ambicionar a organizar otros Juegos. Por lo que veo aquí es muy posible.
¿Cuáles son las expectativas con París 2024?
París es una ciudad increíble, donde los escenarios deportivos estarán cerca de íconos de la cultura mundial. Tendremos fútbol de ciegos frente a la Torre Eiffel. La ceremonia de inauguración será por primera vez fuera de un estadio, en la avenida más conocida del mundo, que es la Champs-Élysées. Desde que ganó los Juegos, París quiso revolucionar. Serán los Juegos más espectaculares de la historia. También volver a Europa es importante. Han pasado 12 años desde Londres, que fueron los Juegos que nos elevaron a otro nivel. Europa es un mercado muy importante y París ayudará a promover Los Ángeles 2028. Son muchas cosas que conjuntamente nos hacen pensar que los Juegos de París serán los más espectaculares de la historia.
¿Es un momento de apertura deportiva a las nuevas generaciones?
Sí, hay dos cosas ahí. Por un lado, el programa deportivo, que para 2028 tiene dos deportes (para surf y para climming) que están siendo considerados, además de los 22 que ya están. Son dos deportes que se comunican más con la juventud, pero nosotros también tenemos que pensar que el futuro del deporte estará en la intersección entre entretenimiento y propósito. Ahí, el movimiento paralímpico está muy bien posicionado, porque nuestro evento es deporte, pero claramente se ve que es más que solo deporte. Ahí creemos que tenemos una conexión muy fuerte con las nuevas generaciones.
Esa conciencia ha sido un cambio en la organización de los Juegos…
Creo que llegamos probablemente al momento máximo con los Juegos de Beijing 2008, que fueron muy espectaculares, muy grandes. Creo que, a partir de Londres 2012, se empezó a buscar algo un poco más razonable. El mundo iba en una dirección de Juegos más grandes, impactantes desde un punto de vista, pero el mundo cambió por una cuestión de sostenibilidad, desde un punto de vista financiero. Probablemente no vamos a crecer tanto en números orgánicamente, pero vamos a ajustar cada vez más para estar en contacto con las futuras generaciones, porque si queremos cambiar el mundo, tenemos que enfocarnos en las nuevas generaciones.