No pasó mucho tiempo desde que Antauro Humala fue liberado de prisión -18 meses siendo exactos- para que retomara sus incendiarios discursos. Matar traidores, hacerse con el Morro de Arica y la reivindicación del nacionalismo étnico son parte de su batería tradicional de frases, pero ahora, el etnocacerismo está reivindicando una nueva idea: el convertirlo en el “Bukele” de Perú.
Según reportes de la prensa limeña, el hermano menor del expresidente Ollanta Humala –quien está incluido entre los políticos corruptos que, según él, hay que fusilar– está en pleno despliegue territorial para lanzar su campaña de cara a 2026, año de elecciones presidenciales en Perú. Y lo hará pese a haber pagado una pena de cárcel de 17 años y ocho meses por su papel en el “Andahuaylazo”, la supuesta “gesta reivindicativa” que cobró la vida de cuatro policías en 2005.
Sin embargo, la retórica de siempre de Antauro Humala, se está quedando corta. Ahora lo levantan como el “Bukele peruano”, en referencia al recientemente reelecto Presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Así se pudo apreciar en distintos murales de Lima, la capital peruana, a dos años de las elecciones. Si bien falta mucho para los comicios, la encuesta Ipsos ya empieza a evaluar nombres, y el de Antauro Humala aparece entre los dos primeros.
Para José Luís Pérez, quien fue ministro de Interior durante el gobierno de Ollanta, la conexión con Bukele “ha llegado a los medios de comunicación, pero también a la política, porque desde hace muchos años se ha tenido el problema de la inseguridad ciudadana, que ahora ya ocurre en toda América Latina, en Chile también”, dijo a La Tercera. Coincide el director de la consultora Vox Populi, Luis Benavente, quien señala que “en Perú se habla bastante de Bukele. Hace unos meses, incluso se habló de que la Presidenta Dina Boluarte tenía un plan Bukele para el Perú. En realidad, no tenía nada”.
La figura personalista de Bukele, quien fundó su propio partido, así como el ausente respeto por los derechos humanos cuando a la aplicación de la justicia –según su visión– se trata, son también parte de los elementos que Humala busca replicar. De hecho, competirá con su agrupación política, la Alianza Nacional de los Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros. El nombre no es uno al azar, pues su acrónimo es A.N.T.A.U.R.O.
“El principal problema en el Perú en la percepción ciudadana es la delincuencia. Por eso muchos creen que se necesita un Bukele para enfrentarla. Si bien Antauro Humala no se autodefine como el Bukele peruano, sus partidarios lo vienen haciendo por su imagen de hombre fuerte, decidido, partidario de la mano dura y exmilitar”, explica a este periódico Alfredo Torres, presidente de Ipsos Perú.
La campaña desatada de Humala lo ha llevado a visitar Huancayo, Iquitos, Cusco, Tumbes y Pucallpa, entre otras regiones. Diario Correo informó que el posible aspirante a la Casa de Pizarro ha visitado al menos 17 de ellas, según los registros fotográficos en sus redes sociales donde se le vio realizando recorridos, mítines, conferencias y entrevistas. Esto equivale a que, a dos años de las elecciones, ya ha transitado por el 65% de las 26 regiones de Perú.
Fue durante uno de esos viajes, en Trujillo, puntualmente, donde aseguró que, de ganar las elecciones, va a “bukelizar” al país, consignó el citado medio.
En opinión de José Luis Pérez, el efecto “Bukele” cala en Perú porque “la clase política populachera, ni siquiera popular, para las galerías, lo permite”. En parte, gracias a “un gobierno muy débil como el que tenemos ahora” Pérez, que también es expresidente del Instituto Nacional Penitenciario, criticó que el “modelo Bukele” no existe a nivel penal, ya que “si tú tienes 30.000 presos y de la noche a la mañana subes a 100.000, ¿dónde dejas esos 70.000 que tienes de un momento a otro? El problema es que en las dictaduras tú no puedes saber la verdad, no hay transparencia”. Si bien le concede que con “el tema de las maras ha sido exitosísimo”, asegura que “la delincuencia en nuestros países no es del tipo de las maras”.
Aunque Humala afirma que no fue él quien se atribuyó la etiqueta del “Bukele peruano”, Perú21 detalló que el candidato no dudó en capitalizar la aceptación que el Presidente de El Salvador tiene en la población vecina. El periódico La República consultó al entorno de Humala, y señalaron que el partido A.N.T.A.U.R.O. no ha dictaminado los rayados, y que se trataría de propaganda pintada por los propios reservistas que siguen al excarcelado militar.
“Los ciudadanos en el mundo están cansados de que los políticos no resuelvan sus problemas y que los tonos suaves no lleven a soluciones, por lo que están esperando alternativas radicales. En ese contexto, Antauro surge como un tipo radical, muy fuerte, al que ahora vinculan su propuesta a Bukele, que es un personaje que tiene la mayor aprobación de gobernantes de América Latina”, sintetiza Luis Benavente.
Un político controvertido
Antauro Humala no es un nombre desconocido para Chile. Su ideología política, conocida como etnocacerismo, o etnonacionalismo peruano, lo ha posicionado como uno de los personajes públicos más antichilenos del país vecino. Aquel pensamiento busca la reivindicación de la “raza cobriza (indígena)”, lograr un territorio que abarque el antiguo territorio Inca, incluida parte de Bolivia, y aplicar la pena de muerte contra quienes considere, según su lectura, como traidores a la patria.
Su firme convicción lo llevó a que, incluso luego de pagar con 17 años de cárcel, no se mostrara arrepentido del “Andahuaylazo”, cuando encabezó la toma de un cuartel policial para exigir la salida del entonces Presidente Alejandro Toledo (2001-2006), junto a 150 reservistas del Ejército. “Estamos nuevamente afuera y les puedo decir que nos sentimos todos muy orgullosos de lo que hicimos en Andahuaylas”, dijo en las afueras del penal Ancón II, en agosto de 2022.
Luego, en diciembre de 2022, cuando Perú entraba en crisis institucional con la salida de Pedro Castillo del poder, La Tercera conversó en exclusiva con Humala, y aseguró que “no puede haber una relación normal con Chile en tanto esos territorios sean reivindicados. Cuando nosotros recuperemos Arica y Tarapacá habrá una hermandad real”.
No es la única frase polémica sobre Chile que el exmilitar ha dicho. En marzo de 2023, en conversación con El Comercio, Humala señaló que “si el pueblo nos honra con liderar los destinos de nuestra patria, desde el primer segundo, estamos desconociendo la Constitución de Fujimori y estamos metiendo presos a todos los lavajatistas (por el caso Lava Jato). ¿El Ejército nos hará caso? ¡Tienen que hacer caso! El Ejército es una maquinaria que, mal empleada, puede llevar a la corrupción a todo un Gobierno y, bien empleada, puede recuperar el Morro de Arica en 24 horas”.
En otro mitin, aseguró que quiere “recuperar Arica y Tarapacá”, y así refundar el “Tahuantinsuyo a la altura del siglo 21, con Bolivia y Ecuador, inclusive”. No es la única “locura”, como él mismo lo define. También quiere enviar un “comando de 170 etnocaseristas” para que “capturen al Rey de España”. La idea es que “lo secuestren y (así) recuperamos lo que nos hicieron con Atahualpa”. Esos dos eventos, cree Antauro Humala, son los que “traumatizaron a nuestro pueblo”, y es su misión “destraumatizarlos”.
¿Antauro a Casa de Pizarro?
El etnocacerista rehúye poco sobre la pregunta de sus aspiraciones presidenciales. Al contrario, suele decir que está disponible. Cuando este periódico le consultó sobre aquello en 2022, señaló que sí, que “como todo ciudadano dedicado a la política aspira al poder o a una cuota de poder”.
Esta vez no parece ser la excepción, considerando su intenso tour por Perú. “Efectivamente, Antauro Humala está en campaña”, planteó Torres, de la encuestadora Ipsos.
De hecho, un reciente sondeo realizado por su firma reveló que, si bien quedan dos años para las elecciones presidenciales, Humala aparece como uno de los dos aspirantes más nombrados por los consultados. La otra persona es Keiko Fujimori, hija del excarcelado Alberto Fujimori.
“En la medida en que en el Perú hay más de 25 partidos que podrían participar en las próximas elecciones generales y las encuestas muestran una gran dispersión, hoy sería probable que Antauro Humala pase a la segunda vuelta. Las elecciones son en abril del 2026, así que esto podría cambiar, pero hoy es un candidato de fuerza”, argumenta a este medio.
Luis Benavente, de Vox Populi, hace hincapié en la fragmentación del arco político, puesto que además de los 35 partidos ya inscritos, “hay 11 partidos en proceso de inscripción, y es probable que muchos de ellos lo logren. No va a ser una novedad porque en 2021 tuvimos un promedio de 20 candidatos”.
Si bien falta mucho para que solidifique una tendencia electoral –hay que recordar que Pedro Castillo prácticamente no figuraba en los sondeos durante la campaña electoral, y terminó pasando a segunda vuelta y luego venciendo en 2021–, Benavente cree que “Antauro Humala es uno de los que podría animar la elección presidencial del 2026, por su propuesta radical y por su temperamento extremo, pero no gracias a su partido, ya que estas estructuras en el Perú no son lo suficientemente sólidas como para movilizar votos”.
Eso sí, queda por ver cómo reaccionará la justicia peruana, puesto que la Fiscalía de la Nación inició diligencias para ver si solicita a la Corte Suprema de Justicia que se declare la ilegalidad de A.N.T.A.U.R.O., ya que solo el máximo ente judicial puede declarar la ilegalidad de una agrupación política por conducta antidemocrática.