Aunque admite no tener un “aire triunfador” y que el resultado del plebiscito del 17 de diciembre podría ser estrecho, la excomisionada Antonia Rivas (Convergencia Social) asegura que, al explicar sus argumentos para votar “En contra”, es bien recibida por la gente.
A ocho días del plebiscito, quien se ha posicionado como uno de los rostros del “En contra” dice sobre la franja que se usó la contingencia para “explicar las deficiencias del texto, pero no para sembrar miedo”, a la vez que descarta que en el “En contra” se haya caricaturizado al emplear los casos de Luis Hermosilla, Cathy Barriga o Raúl Torrealba.
¿No le parece que, desde ambos lados, la campaña se ha basado más en el contexto que en el texto? Ustedes incluyeron el caso de Cathy Barriga, de Luis Hermosilla.
Una cosa es usar y utilizar los temores legítimos de Chile y otra cosa es usar la realidad para explicar cómo este texto perjudicaría a los chilenos en la lucha contra el narcotráfico, en materia de corrupción. La contingencia ha sido usada para explicar las deficiencias del texto, pero no para sembrar miedo, odiosidad y división entre chilenos.
¿Pero hablar de “Kastitución” es un argumento concreto? Es algo que han utilizado incluso presidentes de partido.
El plebiscito del 17 de diciembre no es ni contra Kast, ni es contra el gobierno, es contra un mal texto. Oficialmente, por lo menos, nosotros no hemos hablado de lo que tú te refieres.
¿No es caricaturizar el debate? Hicieron memes de “Robo-Tina”, “Algo-robo”.
Es simplemente explicar con ejemplos concretos las deficiencias técnicas que tiene este texto. Hacer humor o explicar con ejemplos es muy distinto a instalar una campaña de terror que divide a Chile.
¿Qué se juegan en esta última milla de campaña?
Se juega todo. No es que tengamos un aire triunfador, ni mucho menos, creo que esta puede ser una elección apretada. Pero cada vez que explicamos a las personas por qué este es un mal texto, hemos sido superbién recibidas.
¿Qué tan diferente cree que es esta campaña en comparación a la que se hizo con el Apruebo?
Cuando durante dos procesos no es posible escribir una Constitución para todos los chilenos, es posible hablar de un fracaso constitucional. En ese sentido, creo que este será un tono más serio, más reflexivo. Votar en contra de esta propuesta no es una fiesta, sino que es una responsabilidad democrática. No es que estemos exultantes del rechazo, porque acá lo que estamos intentando hacer es no retroceder, no avanzar.
¿En qué pie queda el proceso constitucional?
El proceso constitucional se acaba. Con el “En contra” se termina. Con el “A favor” vamos a tener al menos una década de reformas constitucionales, porque ni siquiera a los que están por el “A favor” les gusta todo el texto.
¿Cuáles son las garantías para el cierre del proceso?
Para llevar adelante un proceso constitucional se requiere un acuerdo transversal. Todo el oficialismo ha declarado enfáticamente que no va a abrir un nuevo proceso. Sin los votos nuestros ni los votos de la derecha, no hay ninguna posibilidad.
¿Hasta cuándo va a ser así? Después vienen elecciones parlamentarias, se puede modificar el mapa político en el Congreso.
No puedo hacer política de ficción. Lo que podemos garantizar es que hoy día, ni tampoco en el futuro, no hay una voluntad para abrir un nuevo proceso. Si cuando el país lo estima, si es que lo estima, bueno, se discutirá en su momento. Pero no es una prioridad. La prioridad es implementar reformas importantes en materia de salud, de pensiones, de educación y una reforma tributaria.
¿Se podrá abrir, como lo han dicho desde el FA y el PC, cuando lo decida la ciudadanía?
Es una pregunta un poco engañosa. Es cuando Chile completo, en verdad, lo estime.
Si se aprueba el texto, ¿qué le gustaría reformar?
Eso se tiene que discutir en el Congreso. Tenemos asuntos importantes que resolver en el sistema político que esta propuesta no resuelve. Probablemente la garantía de los derechos sociales es algo que va a llevar adelante, pero esa es una decisión de los parlamentarios.
¿Considera que tiene una ventaja electoral quien ofrezca verdaderamente el cierre del proceso?
El que cierra el proceso en este caso es relevante, pero más relevante aun es explicar que la aprobación de este texto es un peligro para Chile.
A partir del 18 de diciembre, ¿cuál debe ser el relato del oficialismo en caso de que gane el “En contra”?
De ganar el “En contra”, volvemos a poner el foco y la atención al Parlamento, donde se tienen que tramitar, espero con un sentido de acuerdo, seriedad y ética, aquellas reformas y legislaciones que sean necesarias para solucionar el problema de seguridad, el problema de la migración, la salud de ricos y pobres y las pensiones de miseria.
Mencionó varios puntos: seguridad, migración, pensiones, salud que, en caso de que gane el “En contra”, deberían retomarse en el Parlamento. ¿Agregaría algo más?
Yo creo que esto tiene que ver con abocarse a resolver aquellos temas que han sido postergados por la discusión de un proceso constituyente. Ahí pueden surgir muchísimos temas que tienen que ver con la realidad del país, con la realidad migratoria, con aquellos temas que se relevan.
¿Es de la idea de revivir temas que se acordaron de forma transversal en el anteproyecto de nueva Constitución?
La Comisión Experta fue un momento luminoso de la historia constitucional chilena. Es un insumo interesante que puede ser utilizado y estudiado por todos aquellos que lo requieran para pensar qué reformas se podrían hacer a la Constitución vigente.
Algunos mencionaban como opción lo que se acordó en el sistema político….
Efectivamente en el sistema político hay una caja de herramientas que permite combatir la fragmentación, el discolaje, la falta de disciplina partidaria. Fueron desdibujadas casi completamente en el Consejo y sería interesante también poder verlo.
¿Confía en qué la opción “En contra” va a resultar vencedora?
Yo estoy optimista. Pero, sin duda, creo que esta va a ser una elección estrecha, que va a requerir que las personas salgan a votar y que nadie se confíe.