El Ejecutivo de Alberto Fernández intenta sacudirse de la reciente crisis interna en el oficialismo para convencer a los votantes indecisos de cara a las elecciones legislativas del próximo 14 de noviembre, después de la catástrofe en las primarias de septiembre. La estrategia peronista de mostrar una tregua en el gobierno y “escuchar” a los argentinos busca contrarrestar el avance opositor, que amenaza con arrebatar la mayoría kirchnerista en el Senado.
La misión para la coalición del Frente de Todos no es fácil, ya que en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) perdieron en 17 de las 24 provincias ante el embiste de Juntos por el Cambio, en unos comicios clave que renuevan 127 de los 257 escaños de diputados y 24 de los 72 de senadores.
Tras el cambio de gabinete a mediados de septiembre forzado por la vicepresidenta Cristina Kirchner, el gobierno puso el acelerador a una serie de medidas económicas, como el aumento del sueldo mínimo, un alza en el mínimo exento de impuestos, un sistema de jubilaciones anticipadas, y uno de los anuncios más esperados, el levantamiento de restricciones sanitarias con la apertura de las fronteras, locales nocturnos y el relajamiento en el uso de mascarillas.
Según el diario ABC, entre las propuestas más curiosas aparece el reparto de refrigeradores para personas con menos recursos y jubilados. Además, en la provincia de Buenos Aires, 220 mil estudiantes serán beneficiados con un viaje de fin de curso “gratis”, lo que se cataloga como una medida para ganar la simpatía de los votantes entre 16 y 18 años, integrados al padrón en 2012.
A su vez, Fernández dejó de aparecer en los medios de comunicación y grandes actos para concentrarse en reuniones con vecinos y grupos pequeños, citas en las que repite la palabra “escuchar” y donde ha sido visto llegar con lápiz y papel para anotar los consejos ciudadanos.
El Índice de Confianza en el gobierno realizado desde 2001 por la U. Torcuato Di Tella y la encuestadora Poliarquía, que mide entre 0 a 5, informó que este mes Fernández se posicionó en un 1,58, un 14,7% menos que en agosto y un 20% por debajo del peor momento del expresidente Mauricio Macri.
En un guiño a los empresarios, el jefe de Estado acudió ayer al coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina, por segunda vez desde su llegada al poder, marcando así la diferencia respecto a Cristina Kirchner, que en ocho años de mandato nunca asistió.
“Aún con la estrategia aperturista, es difícil para el oficialismo revertir los resultados de las PASO, cuando las diferencias son tan amplias puede lograrse una derrota mas ‘digna’. Ganar la provincia de Buenos Aires seria en si mismo visto como una victoria. Al Frente de Todos lo asedia el fantasma de quedar con 35 bancas en el Senado, debajo del quórum de 41 que tiene actualmente y en la Cámara de Diputados perder la primera minoría de 120 legisladores”, señala a La Tercera la politóloga argentina Carolina Muñoz.
Por su parte, la oposición intentará en la recta final captar una parte de los cinco millones de votos que perdió el oficialismo en las primarias, añadir más apoyo frente a los más de tres millones de sufragios logrados y atraer a las casi 900 mil personas que no acudieron a las urnas o votaron por otro grupo político minoritario.
Según Infobae, los comandos de Juntos por el Cambio están tranquilos debido a que los bonos estatales no alcanzarán a llegar a los bolsillos argentinos antes de las elecciones.
¿Qué dicen las encuestas?
“La escena electoral a nivel nacional sigue siendo adversa para el oficialismo y son prácticamente nulas las posibilidades de reversión. La escena más bien abre el interrogante sobre si estaremos ante una derrota digna o una derrota catastrófica”, dice a La Tercera Shila Vilker, directora de la encuestadora Trespuntozero.
Entre la serie de sondeos que han sido publicados después de las PASO, la mayoría apunta a un alza en la participación electoral, que en las primarias fue de un 66%, la más baja en la historia. De acuerdo con la encuestadora Taquion, del grupo que no sufragó, un 61% asegura que si o si irá en noviembre. Un sondeo de Management & Fit revela que el 85% de los que votaron por la oposición y el 74% que eligió al oficialismo mantendrán su decisión.
En un análisis de Clarín a las últimas 10 encuestas a nivel nacional se ve que el escenario es complejo para el Frente de Todos, que logra acercarse a los 30 puntos que alcanzó en las primarias, lo que acusa que las medidas post derrota no están dando el efecto deseado. En tanto, Juntos por el Cambio se posiciona sobre el 40% de apoyo.
“Los argentinos llegan cansados y descreídos de la política. Históricamente la tendencia indica que en las PASO hay una baja participación. En noviembre con la población vacunada, con una sensación ciudadana distinta y con buenas estrategias de comunicación por parte de los frentes electores se espera que el porcentaje de participación vaya en aumento”, finaliza Muñoz.