Argentina y la estigmatización del feminismo en la era Milei
El presidente transandino califica el feminismo como una “pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer” y, en el marco del proyecto ómnibus, pretende modificar la Ley Micaela, la norma que desde 2019 establece la capacitación obligatoria en violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública.
El lunes, se encontró el cuerpo sin vida de Julieta Siles, una joven de 20 años, en un terreno baldío en la provincia de Salta, al norte de Argentina. De confirmarse el presunto femicidio, sería el segundo en Salta y uno de los 28 registrados en todo el país durante enero, según informó el observatorio de las violencias de género “Ahora que sí nos ven”. El 60% de los crímenes ocurrieron en la vivienda de la víctima y el 14% de ellas había realizado al menos una denuncia, señala el informe.
Los femicidios en Argentina se han incrementado paulatinamente en los últimos años, pese a que en 2019 se promulgó la Ley Micaela tras el femicidio de Micaela García, quien tenía 21 años cuando fue violada y asesinada en 2017 por un criminal que ya había cumplido condena antes por violar a dos mujeres en 2010. En 2019, se registraron 327 femicidios, con una estimación de una mujer asesinada cada 24 horas, según el reporte de ese año de “Ahora que sí nos ven”.
Para Nestor “Yuyo” García, padre de Micaela e impulsor de la ley que lleva su nombre, el aumento de femicidios es producto de “diferentes actores que están en la política nacional”. “Eso genera violencia y hace que las personas que por ahí se venían cuidando, identifiquen un contexto en donde pueden seguir ejerciendo la violencia como la venían ejerciendo”, comenta a La Tercera.
García apunta hacia los comentarios “misóginos” de Milei en el Foro de Davos, donde atacó el feminismo y el medio ambiente, considerándolos parte de la influencia del socialismo en las políticas económicas de Occidente. “La primera de estas nuevas batallas fue la pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer. El libertarismo ya establece la igualdad entre los sexos. (...) En lo único que devino esta agenda es en mayor intervención del Estado para entorpecer el proceso económico”, dijo.
El impulsor de la Ley Micaela también afirma que el discurso de Milei promueve la violencia no desde el día en que asumió su mandato en diciembre, sino desde la campaña que finalmente lo llevó a la Casa Rosada. Y que con ello, no solo propicia el aumento de los femicidios en sí mismos, sino también el uso de mayor violencia extrema en ellos. “Los discursos de violencia terminan generando violencia”, sostiene.
En esto coincide Raquel Vivanco, activista feminista fundadora del observatorio “Ahora que sí nos ven” y que estuvo a cargo del Observatorio de Violencias y Desigualdades de Género en el ahora extinto Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, quien señala a La Tercera que el discurso del mandatario habilita un “recrudecimiento” de la violencia, que ya venía en aumento por las desigualdades económicas generadas por la crisis estructural. “En Argentina, la pobreza tiene cara de mujer”, dice Vivanco.
“Hay una precarización de la vida en Argentina, y con ello la feminización de la pobreza”, apunta la fundadora del observatorio. Destaca la importancia que tienen las mujeres en una economía empobrecida, con la tarea de sostener un hogar, y en tiempos de crisis, ser partícipes de las conocidas ollas comunes. Recuerda que durante la crisis económica de 2001 “fueron mujeres las que cocinaron para los grupos grandes y al volver a casa sus parejas ejercían violencia física contra ellas. Entonces, eso habla de una violencia cotidiana”.
Así, sostiene que el discurso de Milei niega que existan estas desigualdades, como las brechas salariales, por ejemplo. En Argentina, las mujeres ganan en promedio 25% menos que los hombres por la misma tarea, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) realizada por el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos) en el primer trimestre de 2023.
Ley Micaela
En el proyecto de ley ómnibus, con el que Milei busca desregular la economía, el mandatario integró modificaciones a la Ley Micaela. Originalmente, esta establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Con la reforma, se reemplazaría el Artículo 1° que establece quiénes deben ser capacitados, estableciendo que deben ser todos quienes se desempeñen en la función pública “en los organismos competentes en la materia”.
A fines de diciembre, Milei eliminó el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y lo redujo a una subsecretaría a cargo del Ministerio de Capital Humano. Consultada por cómo ven el aumento de femicidios en el oficialismo, la diputada de La Libertad Avanza (LLA), Lilia Lemoine, dijo a La Tercera que “los femicidios son homicidios. No tengo más nada que decir. La violencia no tiene género. Tenemos que combatir la violencia de todo tipo y especialmente la que sufren los niños, que no pueden defenderse solos”.
La legisladora y exmaquilladora de Milei es una de las caras más visibles de LLA: es terraplanista, influencer y cosplayer. Se define como “antifeminista” y en octubre del año anticipó que presentaría un proyecto de ley para que los hombres “puedan renunciar a la paternidad”. Antes, también había dicho que intentaría derogar la ley 27.610 que garantiza el aborto legal, seguro y gratuito.
La académica y activista feminista argentina, Dora Barrancos, exdiputada por Buenos Aires y antigua asesora del presidente Alberto Fernández, califica como “vergonzoso” el discurso de Milei en el Foro de Davos. Alerta que las feministas argentinas no permitirán la eventual derogación de la Ley 27.610 y destaca que el libertario es “una contradicción en sus términos”.
“Hay una abdicación de Milei al modo liberal. Él es libertario solo en relación a la mercantilización, pero hay una abdicación completa de los principios democráticos liberales -como la emancipación femenina- en su pensamiento. Entonces hay un auspicio autorizante en su pensamiento y en el de muchos de sus seguidores inmediatos a una hostilidad fundamental contra las formas libres de la vida”, explica la historiadora a La Tercera.
En 2023, Argentina registró 322 femicidios, con un promedio de uno cada 27 horas, según la Defensoría del Pueblo. Hubo 61 víctimas con denuncias previas de violencia de género, 22 presuntamente violadas antes de ser asesinadas, dejando a casi 200 niños sin madre. El 60% de los casos ocurrió en el hogar de la víctima y el 74% involucró una relación previa con el agresor. Aunque hay más informes que estiman otras cifras, todos superan la cantidad de 300 femicidios en 2023.
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