A sus 27 años, el delegado de la UDI Arturo Phillips acumula dos procesos constitucionales en su cuerpo. En la Convención asesoró a la bancada gremialista y vivió en carne propia los costos de haber sido minoría: “Gracias a esa experiencia puedo ponerme en los zapatos y en el lugar de quienes son minoría, porque estuve ahí hace muy poco tiempo”.
Phillips dice que las indicaciones UDI pretenden tener una nueva Constitución “de la seguridad, de futuro y para las personas y no algunos privilegiados”. Desde ese marco, aborda el momento actual que vive el Consejo y marca una definición a favor de buscar acuerdos y equilibrios transversales con el oficialismo.
Evaluaron presentar varias enmiendas en conjunto como sector, sin embargo, solo lo consiguieron en cuatro temas. ¿Qué pasó?
Como bancada de la UDI decidimos mostrar que tenemos nuestra identidad. Pero también fue una señal respecto a temas importantes para la ciudadanía, como es el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos, la libertad de elección en salud y la protección de las pensiones. A nosotros nos interesa lograr los acuerdos más amplios posibles. Como UDI entendemos que para llegar a esos acuerdos amplios hay un orden natural. Primero debemos llegar a acuerdo con el mundo de la oposición y luego con el oficialismo.
En Chile Vamos algunos comentan que el más interesado en llegar a acuerdos con toda la derecha es la UDI, para dar una señal de que están en la misma derecha que los republicanos.
Nosotros no queremos estar ni sumarnos a ninguna bancada en particular. Lo que queremos es buscar puntos comunes con el sector para luego, desde nuestra identidad, conversar con el mundo del oficialismo.
¿Cómo recibe la señal republicana de presentar más de 400 enmiendas que, según el oficialismo, desdibujan el anteproyecto?
Estimo que, en general, las enmiendas presentadas por el Partido Republicano están bien orientadas. El contenido mismo del texto es algo de lo cual nos tendremos que hacer cargo en el momento que corresponda, que es el debate dentro del Consejo Constitucional.
Luis Silva dijo que se pensaron para mostrar identidad. ¿El proceso constitucional es el lugar indicado para hacer este ejercicio de identidad partidaria?
Cuando uno quiere buscar un acuerdo debe conversar para encontrar un punto común, y para conversar primero se tiene que saber qué es lo que piensa una y otra persona. Solo a partir de eso podemos llegar a un punto común.
¿No cree que los republicanos, en este intento por mostrar su identidad están plasmando un programa de gobierno en la Constitución?
Si en el momento del estudio profundo de las enmiendas de cualquier bancada uno se da cuenta de que estamos legislando, yendo más allá de lo que estamos llamados a escribir, evidentemente eso no va a ser acorde al espíritu de lo que es la redacción de una Constitución. Lo que sí es claro es que acá debemos llegar a un equilibrio y esto para mí es muy importante. Debemos encontrar el equilibrio perfecto entre el texto propuesto por los expertos y la voz de los millones de chilenos que se expresaron el pasado 7 de mayo.
¿No cree que hay un riesgo de ser populistas?
Las enmiendas que se han ido conociendo hasta ahora implican una legítima visión del mundo de cómo solucionar los problemas y cómo constituir el poder en una Constitución. Sería poco razonable pensar que este Consejo cometa los mismos errores de la fracasada Convención, como asimismo sería muy poco razonable pensar que se hizo participar a millones de chilenos en una votación y que luego ninguna de sus ideas se haya manifestado de una u otra forma en el texto constitucional.
¿Cree que la UDI va a recibir el peso de moderar las enmiendas?
La UDI tiene una misión de presentar las propuestas desde el sentido común, desde lo jurídicamente correcto y desde la responsabilidad país con las décadas a futuro. Persuadiré a todas las bancadas para escribir una Constitución que represente a todos los chilenos. Nuestro objetivo es escribir la mejor Constitución posible, con acuerdos y pactos políticos transversales.
En esa convicción de buscar estos puntos de encuentro, ¿qué tanto le acompleja que los republicanos los ataquen con esta idea de que son la “derechita cobarde”?
Jamás he sido atacado en este Consejo, se ha demostrado otro tono. Dicho eso, estar en política requiere valentía para proponer las posturas que uno estima que son mejores para Chile, para conversar con quien piensa distinto, para aguantar críticas que puedan ser justas o injustas y como UDI estamos en este proceso exclusivamente para ofrecerles el mejor texto posible a todos los chilenos.
¿No cree que las enmiendas que rompen los acuerdos de la Comisión Experta hacen muy difícil llegar al equilibrio?
El equilibrio no significa mantener el texto de los expertos tal cual como está o modificarlo lo menos posible. Eso sería simplemente pensar que la ciudadanía que votó por los consejeros simplemente ratificaría un texto de los expertos y eso está fuera de lo que es el diseño y la lógica del proceso. Por otro lado, también sería un error imponer una mayoría sobre la otra sin tomar en cuenta en absoluto el texto del anteproyecto, porque eso tampoco estaría dentro del equilibrio. Por lo tanto, mis esfuerzos estarán en ser capaces de hacer las correcciones necesarias para llegar al punto medio entre los expertos y la ciudadanía.
¿Le preocupa que la izquierda se baje del proceso?
Me preocupa que cometamos los mismos errores que cometió la mayoría en el proceso pasado. Me preocupa que podamos actuar de la manera más seria, responsable y más distinta como mayoría respecto de cómo actuó la mayoría en el proceso constitucional anterior.