Votó en la elección presidencial de 2017 por José Antonio Kast, cuando el candidato oficial de su entonces partido, la UDI, era Sebastián Piñera. Y lo hizo de nuevo en la primera vuelta del domingo pasado, pero como uno de los fundadores del Partido Republicano. Arturo Squella (43), quien fue diputado por ocho años, comenta de entrada que no se equivocó en apostar por Kast y que está convencido de que va a ganar en diciembre.
Si bien llevaba más de un mes colaborando, Squella -aprovechando su experiencia parlamentaria- asumió el rol de coordinador político de la campaña y ha liderado las conversaciones con Chile Podemos Más.
En esta entrevista aborda los desafíos y la aspiración de Kast de sumar apoyos de la DC.
Todos los partidos oficialistas entregaron su apoyo a Kast, con matices. ¿Cómo lo evalúa?
Fue un proceso del que estamos contentos. Cerramos en tiempo récord, en tres días, la primera etapa que era sumar a cada uno de los partidos de Chile Vamos, ya los tenemos incorporados en términos prácticos en una estructura basada en los partidos para el despliegue territorial desde Arica a Punta Arenas.
Evópoli no quiere participar de la estructura de campaña, ni formar parte de un eventual gobierno. ¿Cómo toman eso?
Estamos muy agradecidos de la generosidad que han tenido todos los partidos de Chile Vamos y también de nuestro partido aliado de lo que fue nuestra campaña parlamentaria. Todos se han sumado sin poner condiciones. Eso no había ocurrido, solo pasó cuando Kast se suma en la segunda vuelta en el año 2017 a la candidatura de Sebastián Piñera. Eso habla bien de la política.
Pero Evópoli no quiere formar parte de la campaña de ustedes y se desmarcan en lo programático. ¿Cuánto los golpea?
Es que acá se ha generado un círculo virtuoso. Perfectamente con los resultados del domingo pasado alguien podría haber pensado que el programa de gobierno propuesto originalmente por Kast era el definitivo. Y, con mucha generosidad, se ha dicho que los programas no están escritos en piedra y que, si bien eso reflejaba a un partido político o a un pacto, desde el domingo al lunes hay un cambio radical.
¿No los golpea, entonces?
Para nada. Hemos entregado total libertad y autonomía para desarrollar esa campaña. Esa es la estrategia.
Kast ha dado señales a los partidos para que participen inmediatamente en la campaña, ¿buscó marcar un contraste con Sichel?
Más que distinguirse con lo que habrá hecho Sebastián Sichel, a nosotros lo que nos convoca hoy día es triunfar en diciembre y para triunfar necesitamos el aporte de todos.
Aún está pendiente el respaldo de Sichel. Solo dijo que no votaría por Gabriel Boric. ¿Qué esperan de él?
Somos muy respetuosos de los procesos tanto de las personas como de los partidos. Sebastián Sichel tuvo un gesto muy bueno, quizás en lo más íntimo con José Antonio Kast hablando y transmitiendo un mensaje, felicitándolo. No tengo ninguna duda de que, en la medida en que esta campaña vaya creciendo y él vaya viendo que se está haciendo realidad la incorporación de distintas miradas, va a contribuir para que Gabriel Boric no llegue a La Moneda.
¿Tener su apoyo mueve la aguja?
Nos encantaría poder contar con todas las personas que participaron en esa campaña y, por cierto, quien la encabezaba.
¿Y con Lavín han hablado? Estuvo ausente con Sichel.
Con Lavín todavía no.
¿Les gustaría que estuviera?
Es un destacadísimo político del último tiempo, tiene una gran sintonía con un mundo que tenemos que convocar y nos encantaría poder contar con la contribución de él.
¿Y respecto del rol del gobierno?
El gobierno tiene que preocuparse de que el proceso eleccionario se lleve de la mejor manera.
¿Mientras más lejos, mejor?
Es importante que se respete el rol que tiene el gobierno y, al mismo tiempo, que prescinda de una participación activa. Eso sí, hay personas que son muy valiosas y que fuera de su horario de trabajo sería muy interesante que puedan contribuir.
Uno de los temas que cuestionó Sichel es que Kast no daría gobernabilidad y que al ser de “extremo” sería difícil convocar mayorías. ¿Cómo van a manejar esa idea?
Eso quedó totalmente en el pasado luego de los resultados. Fue primera mayoría en una elección muy reñida, en donde tres meses antes nadie podría haber sostenido que Kast iba a tener el apoyo que efectivamente tuvo. Y lo que viene ahora es ir sumando voluntades.
¿De dónde esperan sacar votos?
Concluida exitosamente la incorporación de los partidos de Chile Vamos, queremos hablarles a las bases de partidos, por ejemplo, como la DC, que ve genuinamente en las ideas de Kast lo que debiera imperar durante los próximos cuatro años en el país y que sabemos que, efectivamente, están mirando muy de cerca. Las bases de la DC se tienen que preguntar si es que quieren que vuelva el comunismo en Chile o quieren optar por la libertad. Y tenemos la esperanza de que, efectivamente, opten por lo segundo .
¿Por qué la DC debiera optar por Kast? Algunos ya están con Boric.
Porque la DC, al igual que nosotros, pone en el centro a las personas y porque creen que el Estado está al servicio de la persona, y que los servicios públicos y los órganos del Estado tienen que preocuparse de la dignidad de cada uno. En ese sentido, no hay dónde perderse, es evidente que los dos modelos son muy distintos y cuando tú promueves la libertad de la manera en que lo estamos haciendo nosotros se opone diametralmente a lo que hemos visto no solo en el programa de gobierno de Gabriel Boric, sino que también históricamente lo que representa el comunismo.
¿Y han tomado contacto con dirigentes de la DC?
Muchas personas, particularmente desde las bases en las regiones han mostrado su intención de contribuir, sus ganas de formar parte. Y, al mismo tiempo, han sido súper claros, y nosotros se los respetamos, en decir que la intención de contribuir para que Kast logre el triunfo en unas semanas más no pasa por sumarse a un proyecto o a un gobierno, eso es obviamente algo que no buscamos.
¿Con parlamentarios de la directiva de la DC han hablado?
Personalmente no he tenido la oportunidad. Lo primero era sumar a todos los partidos de Chile Vamos. Ahora, hay que salir a construir una gran mayoría invitando a las bases de la DC o a quienes se sienten más cercanos a las ideas del humanismo cristiano.
¿Buscan, entonces, solo un apoyo estratégico?
Cuando fuimos a darle el apoyo a Sebastián Piñera de la primera a la segunda vuelta el 2017, teníamos claro de que no íbamos a formar parte de ese gobierno y así fue. Tanto así que los pasos siguientes fueron armar un propio partido político. No hay ninguna duda de que hoy se repite un poco la historia.
“Las malas ideas fueron corregidas”
Otra de las materias que aborda Squella es el dilema en el que se ha transformado el programa de gobierno, el cual recalca está siendo corregido para que sea “un plan de gobierno” que convoque a todos.
¿Cuánto cree que el programa de gobierno de Kast les ha dificultado para sumar gente? Decía que los partidos oficialistas no han puesto condiciones, pero una fue hacer cambios al programa.
La humildad para decir que tu programa es perfectible y que el día de mañana con otros partidos u organizaciones puedan contribuir creo que ha sido la clave. Esa mirada generosa que ha tenido Kast ha permitido la suma de los partidos a esta campaña.
¿Qué costo político tendrán al cambiar el programa? Se prometió algo que no se va a cumplir.
La generosidad y apertura para poder invitar a una mesa con sus ideas y con sus especiales acentos y propuestas al resto es ampliamente más valorado que pretender mantener un programa que, si bien fue construido por un partido, hoy es uno de varios.
Pero cambian lo que prometieron…
Se valora esa generosidad, esa humildad y esa apertura.
¿Era un mal programa?
Era un buen programa y lo va a seguir siendo. Vamos a tomar muchas de las ideas de este programa, que es un elemento totalmente perfectible, como lo decía el mismo Kast, pero hay que tener también la sensatez para saber que las buenas ideas no únicamente vienen de ti, sino que de todos los sectores. Tenemos que ser capaces de incorporarlas pensando que ese plan de gobierno sea el mejor para Chile.
¿Pero son buenas ideas eliminar el Ministerio de la Mujer, querer derogar la ley de aborto en tres causales, plantear dudas del cambio climático?
Todas las malas ideas, tal como lo anunciamos el mismo domingo, ya fueron corregidas y muchas de ellas eran simplemente errores en la manera en cómo se planteaban los objetivos que estaban detrás.
¿Se va a mantener esta idea de derogar el aborto en tres causales?
Kast lo que ha hecho es poner el acento en las materias que nos convocan a todos. Tenemos hoy día un Congreso que, si bien hay un equilibrio, es difícil poder proponer ideas donde no se cuenta con la participación de todos los partidos que hoy día forman parte de esta coalición mayor. Y, en ese sentido, habrá que esperar lo que diga el plan de gobierno en su momento, pero el especial interés que al menos me representa a mí es que nos concentremos en lo que nos convoca a todos.
¿Dejando fuera esas cosas?
Concentrémonos precisamente en lo que estamos de acuerdo todos.
¿Qué pasa con Chile Podemos Más si Kast gana? Evópoli ha dicho que no quiere ser parte de un eventual gobierno.
Es algo que tienen que decidir ellos y no corresponde que nos pronunciemos.
Se partió mal respecto de los candidatos electos del Partido Republicano. Johannes Kaiser fue duramente cuestionado por sus dichos misóginos. ¿Cómo evaluó eso?
Son declaraciones inaceptables, a tal punto que generaron la renuncia.
¿No hay autocrítica? ¿Faltó filtro en seleccionar a los candidatos?
Cuando se es un partido nuevo se pueden tener situaciones de ese tipo, lo importante es aprender y dar una señal para quienes están en la actividad pública de que todos los actos tienen que entenderse en términos de contribuir en un clima de mayor tranquilidad, paz y de buena convivencia social.