“Lo que necesita la política es saber a quién está eligiendo”, sostiene el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, en la antesala de la tercera cuenta pública del Presidente Gabriel Boric.
El exdiputado profundiza en las críticas a los giros que han marcado a la actual administración y reivindica el estilo duro del líder de su colectividad, José Antonio Kast. “Decir las cosas tal cual las creemos contribuye a fortalecer las instituciones”, defiende.
Squella también aborda las pretensiones presidenciales de Kast. “Nosotros no estamos pensando en Matthei, no estamos pensando en Tohá, estamos pensando en cómo le vamos a ganar al crimen organizado durante los próximos cuatro años”, remata.
Ustedes hacen una mala evaluación del gobierno, ¿cómo calificaría su rol como oposición? Se les acusa de ser muy duros.
Nosotros asumimos una doble responsabilidad. En primer lugar, visibilizar lo que creemos le hace mal a Chile, particularmente en las decisiones que toma el gobierno. Ese es un deber que tenemos como partido de oposición. Y en segundo término, hablar sin eufemismos, decir las cosas al margen de lo políticamente correcto y empezar a cambiar la manera en que la derecha plantea sus ideas de cara a la ciudadanía.
Pero no cree que se han excedido en el tono. José Antonio Kast calificó al Presidente Boric de ser un “travesti político” y de woke.
Hay gente que se escandaliza cuando no escucha o se dice lo políticamente correcto. Nosotros nos caracterizamos por ser directos y eso, en definitiva, es lo que los chilenos nos han reconocido, favoreciéndonos en su adherencia y reconociendo nuestra coherencia y nuestra consistencia.
¿Aunque esas críticas se hagan afuera del país?
El actuar durante décadas en función de lo políticamente correcto le costó a Chile nada menos que un estallido. Nosotros tomamos la definición de decir las cosas tal cual como las creemos y creemos que eso, en definitiva, contribuye a fortalecer las instituciones.
Pero uno podría decir lo contrario, que se debilitan.
Lo que efectivamente les hace mal a las instituciones, en particular a la institución de la Presidencia de la República, es tener un Presidente que gana con un discurso y gobierna con otro.
¿Pero no es un poco mezquino hacer un relato de que el gobierno está en cuenta regresiva? No se ve una actitud colaborativa.
Mezquino sería que escondiéramos lo que verdaderamente pensamos. Lo que necesita la política es saber a quién está eligiendo. No a lo que estamos, lamentablemente, acostumbrados de ganar con unas ideas y gobernar con otras.
¿Están dispuestos a aprobar alguna de las reformas más emblemáticas del gobierno?
La posición del Partido Republicano es clara: no vamos a concurrir con nuestros votos, con nuestro apoyo, a reformas que le hacen daño a Chile. Las reformas estructurales que nos plantea el gobierno siguen en una base ideológica muy profunda, nociva para el desarrollo del país, y nos vamos a oponer en estos términos siempre. Sería lamentable que alguien cediera a la presión que está ejerciendo por estos días el gobierno.
Dado que el gobierno no goza de buena aprobación ciudadana, según las encuestas, ¿qué opciones tienen de capitalizarlo a su favor de cara a las presidenciales?
No estamos pensando en Matthei o en Tohá. Estamos preparándonos para ganarle al crimen organizado. A eso dedicamos la inmensa mayoría de nuestro tiempo. A eso está abocado José Antonio Kast, particularmente en el trabajo con los expertos a nivel nacional y recogiendo ideas exitosas en otras partes del mundo. Si hay algo que nosotros creemos se debe hacer en los próximos cuatro años, es decir, en el próximo gobierno, es tomar decisiones que difícilmente creemos van a ser tomadas por otras candidaturas.
¿Y Kast es el liderazgo que Chile necesita? Lo acusan de no ser dialogante.
Si hay algo que nos quedó claro de nuestra visita a El Salvador es que la voluntad política es la que verdaderamente puede hacer una transformación tan radical como la que tuvieron ellos y la que necesitamos acá en Chile. La decisión presidencial el próximo año va a tener que ver con quién creen los chilenos tiene el coraje suficiente para hacer lo que hay que hacer.
Evelyn Matthei dijo que José Antonio tiene un techo electoral. ¿Cómo lo toma?
Desde el primer día que existe el proyecto republicano siempre nos han dicho que existe un techo. El primer techo era superar el 2% en la primera elección del año 2017. Segundo, sacar más de un par de diputados en la elección de diputados. Luego, nos decían que no íbamos a superar el 15% y llegamos al 44%. Luego, que íbamos a sacar cuatro consejeros constitucionales y logramos sacar el 35% de los votos (...). En fin, estamos acostumbrados a que el no caer en la lógica de decir y hacer lo políticamente correcto tiene costos.
¿Cree que el techo es una construcción política?
La idea de que tenemos un techo es una fantasía que le gustaría ver a la competencia.
Pero tienen dos elecciones en que mostraron al menos un límite: la segunda vuelta presidencial y el plebiscito del Consejo Constitucional.
En la elección presidencial los analistas más renombrados en Chile, y qué decir la clase política, decían que no íbamos a superar el 15%. Pasamos a segunda vuelta siendo la primera alternativa, superando con creces al candidato de la derecha tradicional y llegamos a tener una votación altísima, con un respaldo ciudadano que jamás alguien habría pensado lo iba a tener un proyecto político que nacía en esos días. En la elección del 7 de diciembre del año pasado, si bien el porcentaje habla de un 44% de respaldo a la propuesta que nace de ese Consejo, hay que tener a la vista de que eso es la votación histórica que ha tenido particularmente el proyecto republicano (...). En todas las elecciones hemos ido subiendo la adhesión y todo indica, teniendo a la vista las encuestas que mandan a hacer las grandes encuestadoras, no necesariamente nosotros, que vamos en la misma senda de cara a las cuatro elecciones que se celebran este año.
Cuando habla de que la idea del techo le sirve a la competencia, ¿se refiere a Evelyn Matthei?
Estamos acostumbrados a las caricaturas. Nosotros no estamos pensando en Matthei, no estamos pensando en Tohá, estamos pensando en cómo le vamos a ganar al crimen organizado durante los próximos cuatro años.
¿Cree que el contexto del país le favorece a los republicanos?
En el Partido Republicano hemos ido tomando nuestras decisiones pensando en el mediano y largo plazo. A Chile le hace bien que exista un partido político con ideas de derecha que no tenga complejo en plantearlas tal cual son, que dé una batalla cultural muy profunda, que no se quede únicamente en el plano de las elecciones, sino que vaya más allá. Y eso, sin ninguna duda, se tiene que proyectar en el tiempo.
cumplió un año del triunfo en el Consejo Constitucional, cuyo resultado fue, al mismo tiempo, la mayor derrota. ¿Cuál es el diagnóstico de cara a las elecciones de este año?
A estas alturas el mérito es evidente. Con la votación histórica de los republicanos en el Consejo Constitucional, ese día se acabaron las posibilidades de que al menos en ese ensayo constitucional se instalara una propuesta ideológica de izquierda. Se hizo un trabajo acorde con las expectativas de gobernabilidad que nosotros teníamos. Y el resultado fue lo que los chilenos decidieron y afortunadamente hoy contamos con la Constitución que siempre hemos sostenido que ha sido muy buena para Chile.
Es tratar de ver el vaso medio lleno...
Evidentemente que al día siguiente a la elección dimos vuelta la página y nos pusimos a trabajar en darles una buena alternativa en los gobiernos locales y regionales a los vecinos que tanto han sufrido, particularmente con las administraciones del Partido Comunista y del Frente Amplio.
Ha manifestado una mirada crítica respecto de Chile Vamos en las negociaciones municipales. ¿Cuál es su diagnóstico ahora?
En el Partido Republicano tomamos la decisión de concentrarnos en un grupo de comunas que son las que priorizamos, que son cercanas al 17% del total de las comunas, con el propósito de contribuir a que se logre tener un candidato único de oposición en cada una de las comunas de Chile. Esperamos que ese espíritu generoso sea seguido y replicado por el resto de los partidos (...). También se eligen gobernadores regionales y para el Partido Republicano es muy importante que los destinos de los recursos y todo lo que se pueda hacer en materia de gestión sea encabezado por un republicano. Por lo mismo, hemos tomado la decisión de llevar candidatos en todo Chile.
Usted acusó que había falta de liderazgo en Chile Vamos para zanjar este tema. ¿Se refirió a Matthei?
Es fundamental no perder nunca de vista que el adversario está al frente. No somos nosotros. Todavía hay a quienes les ha costado superar la realidad de que existe una nueva fuerza política desde la derecha. Creemos que ya son menos los que todavía están en esa vereda, pero han tenido, lamentablemente, algún grado de influencia en la toma de decisiones en los otros partidos de oposición.
¿Lo dice por Matthei?
En términos generales. No quiero estigmatizar ni referirme a alguien en particular. Creo que no contribuye al propósito final que es lograr una buena coordinación en términos municipales.
Pero tampoco han contribuido en las negociaciones con sus declaraciones. ¿No hay autocrítica?
Nosotros, teniendo a la vista la importancia de ganarle a la izquierda, hemos hecho llamados a actuar con responsabilidad, lo hemos hecho de distintas maneras y confiamos en que, efectivamente, lo que va a imperar, en definitiva, es un espíritu de contribuir para ganarle a la izquierda.
Pero han hecho declaraciones advirtiendo que levantarán competencia. Por ejemplo, lo hicieron en su momento con Las Condes.
Sin pretender que sea un factor a considerar, y al mismo tiempo con mucha humildad, pero en todas las encuestas nos dan como doblando o triplicando al partido de oposición que nos sigue. Y frente a esa magnitud de respaldo ciudadano, a veces, a muchos les cuesta creer que solo estemos aspirando a competir en el 17% de las comunas. Yo les haría un llamado a fijarse en ese nivel de compromiso con el propósito final y a tener a la vista de que hay 280 comunas en donde ya no es necesario coordinarse con el Partido Republicano, sino que simplemente entre ellos tienen que tomar la definición de cuál es el mejor candidato.
¿Y si Chile Vamos no quiere ceder van a competir igual en ese 17%? Eso solo favorece a la izquierda.
Todo indica que han valorado el esfuerzo que nosotros hemos hecho por concentrarnos en este 17%, y esperamos que quienes defienden las banderas de la grandeza en las conversaciones sean los que impongan su voz al interior de los partidos de Chile Vamos.
Otra cosa que se les cuestiona es sus respaldos selectivos a ciertos candidatos de Chile Vamos, mientras que con Bellolio en Providencia tomaron distancia.
Lo que dijo nuestra secretaria general no es más que constatar que Providencia no es una de las comunas priorizadas por el Partido Republicano y, efectivamente, nosotros no llevamos candidato ahí. Eso no significa que el día de mañana el Partido Republicano manifieste adhesión a las candidaturas únicas. Pero eso se va a hacer en el contexto de un análisis con posterioridad a la inscripción de las candidaturas, y tampoco es algo que va a ocurrir per se con cualquier candidato.
En el caso de Ñuñoa, Santiago y Providencia, donde hay acuerdo en Chile Vamos, ¿van a levantar competencia?
Las tres comunas que mencionas no están dentro de las comunas priorizadas y, efectivamente, no vamos a llevar candidatos republicanos.