Beatriz Hevia, presidenta del Consejo: “Las enmiendas de republicanos van a representar las ideas que nos trajeron al Consejo y que promovimos en campaña”
La consejera republicana es enfática en señalar que no hay que temer a las diferencias entre las bancadas. Adelanta los cambios sustantivos que harán al texto de los expertos, ya que, dice, es obligación cumplir “el mandato ciudadano” por el que fueron electos. Aclara que eso es sólo el inicio del diálogo: “No hay que verlo como una puerta cerrada”.
La presidenta del Consejo Constitucional, Beatriz Hevia (Partido Republicano), califica su primer mes al mando del órgano como “un periodo intensamente positivo”. A días de que los consejeros ingresen sus indicaciones al anteproyecto que redactaron los expertos, Hevia adelanta por dónde vienen los cambios de su bancada y defiende el derecho que se ganaron en las urnas a cambiar el texto y representar las ideas por las que fueron electos.
¿Qué es lo que se juegan los republicanos con las enmiendas?
Con las enmiendas vamos a reflejar cuál es la mirada que tenemos del texto y cómo creemos que tiene que ser la propuesta que llegue a la ciudadanía el 17 de diciembre. Esto no quita que estamos abiertos al diálogo y que podemos conversar y debatir.
¿Qué tan profundas van a ser las enmiendas al anteproyecto?
Los expertos nos dieron un punto de inicio sobre el que discutir. Sin embargo, es innegable que los que fuimos electos por la ciudadanía para darle contenido al texto fuimos nosotros.
El vicepresidente los llamó a ser mesurados. ¿Acogerán sus palabras?
Las enmiendas de republicanos van a representar las ideas que nos trajeron al Consejo y que promovimos en campaña.
¿Ingresarán enmiendas para reducir el número de diputados?
Es algo que se está discutiendo. Hay que ver el número si es que decidimos hacerlo. Es algo que aún se está trabajando.
¿No cree que sería una medida populista?
Hemos trabajado de una manera seria y responsable. Si tomamos la decisión de disminuir el número de escaños de la Cámara no va a ser por una decisión populista, sino más bien por una decisión a la que llegamos por la convicción de que es la mejor opción para dar estabilidad al sistema de gobierno y al debate legislativo.
¿Qué rango deberían tener los tratados internacionales?
Debería regirnos que la Constitución está por sobre los tratados internacionales. Chile tiene soberanía, por tanto, para empezar es dueño de las decisiones que va tomando y no debería haber organismos externos que nos vengan a imponer una visión, por mucho que Chile después pueda adoptarlos. (Pero) es un error creer que por una indicación todo el proceso se vuelve dramático, sino por el contrario, es un tema más que tenemos que sentarnos a conversar y resolver de la mejor manera. Lo que no podemos hacer es esconder las diferencias, me parecería incorrecto.
¿Qué propondrán en materia de derecho a la vida?
Vamos a plantear una robusta protección a la vida del que está por nacer. Ese es un tema relevante para nosotros.
¿Van a mantener la derogatoria popular de normas o están por eliminarla?
Es algo que hemos estado conversando. Creo que se generan incertezas jurídicas por el hecho de que se puedan derogar normas de esa manera. El Congreso tiene un rol y para eso es electo.
En el oficialismo interpretan que sus enmiendas van a ser una señal a su electorado más duro.
Eso sería irresponsable. Somos electos no solo por militantes del Partido Republicano, sino por una amplia mayoría de chilenos.
¿Y qué mensaje de diálogo se les da a los consejeros del oficialismo?
Que haya temas en los que tengamos coincidencias con Chile Vamos no significa que no estemos abiertos a discutir con los distintos delegados. Esto no hay que verlo como una puerta cerrada, hay que ver cómo encontramos estos puntos de encuentro desde lo que ya sabemos que le importa cada uno de los sectores.
¿Están dispuestos a hacer cambios sustantivos al anteproyecto, pese a que eso rompa el equilibrio del texto y tensione al Consejo?
Fuimos electos por la ciudadanía para hacerle cambios al texto de los expertos. No hacerlo sería renunciar a ese mandato ciudadano. Seríamos muy irresponsables si viniéramos acá y no cumpliéramos con la tarea para la que fuimos electos, y espero que la ciudadanía lo entienda.
¿De qué dependerá el éxito del proceso?
Se puede medir de varias formas. Una forma es cómo se da el proceso en sí y otra cosa es lo que hagan los ciudadanos el 17 de diciembre. Amarrar a la ciudadanía para decirle que el éxito del proceso se da porque ustedes voten como un sector les gustaría que voten me parece irresponsable. Nuestro éxito se tiene que medir por hacer un buen trabajo de aquí al 8 de noviembre donde le tenemos que entregar el texto al Presidente.
¿No cree que el éxito de un proceso constitucional es que termine en una nueva Constitución?
Pero es que eso depende de si la ciudadanía quiere esa nueva Constitución. No podemos obligarlos, podemos ofrecerles un texto que espero cumpla con las expectativas de la ciudadanía y que represente a todos los chilenos.
Eso es como ponerse el parche antes de la herida.
No, es hacer que la democracia valga, es un profundo respeto a la democracia.
Si el texto se rechaza en diciembre, ¿no lo considera un fracaso?
No, creo que es parte de la democracia.
¿Cuáles son los temas prioritarios de sus enmiendas?
Para mí, el eje es que la Constitución tiene que estar al servicio de las personas y no del Estado. Ahí podemos hablar, por ejemplo, de la protección de la vida del que está por nacer, de resguardar mayor protección a la seguridad de las personas, de proteger y promover el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos.
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