Si algo ha quedado claro en la gira de cuatro días del mandatario estadounidense, Joe Biden, a Medio Oriente es que cada reunión ha traído consigo momentos que pueden repercutir de forma política o económica.
Fue el caso de su escala de ayer en Arabia Saudita. A su arribo al palacio real, la televisión local lo mostró chocando los puños con el príncipe heredero Mohamed bin Salman, conocido como MbS. La agencia estatal de noticias SPA publicó más tarde una foto de Biden estrechando la mano del rey Salman bin Abdulaziz.
El choque de puños entre ambos generó más de una crítica. No por el gesto, sino por quien lo recibía. Ello, porque un informe de la inteligencia estadounidense asegura que MbS aprobó directamente el asesinato en 2018 del columnista del diario The Washington Post Jamal Khashoggi, mientras que el príncipe heredero niega haber tenido un papel en el hecho.
El editor y director general de The Washington Post, Fred Ryan, calificó como “lamentable” que Biden chocara el puño con MbS. “Fue peor que un apretón de manos”, aseguró.
Durante la campaña hacia la Casa Blanca, Biden aseguró que trataría a Arabia Saudita como “paria” por la situación de los DD. HH. en el país, lo que ha tensado la relación entre Riad y Washington. Una vez terminada la reunión oficial, en la que se encontraba el rey Salman y su heredero, el mandatario aseguró que confrontó a MbS pues “que un presidente estadounidense guarde silencio sobre un tema de derechos humanos es inconsistente con quiénes somos y quién soy”. Y advirtió que habrá “respuesta” en caso de un nuevo ataque a la disidencia, en referencia al “indignante” asesinato del periodista saudita.
Horas antes, Biden aseguró en Belén que “el pueblo palestino merece un Estado propio, que sea independiente, soberano, viable y contiguo. Dos Estados para dos pueblos. Los dos con raíces profundas en esta tierra”.
Fue durante la reunión con el líder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, donde el mandatario aseguró que continuarán los esfuerzos por terminar el conflicto palestino-israelí, sin proponer un plan concreto. Abbas afirmó que “la paz comienza con Palestina y Jerusalén. Extendemos nuestras manos hacia la paz y a trabajar con usted para lograrla”.