Repasó los pasajes de su discurso hasta último minuto. El Presidente Gabriel Boric preparó con varios días de anticipación su alocución ante el pleno de los líderes de la Cumbre de las Américas, que ofreció este viernes en Los Ángeles, pasadas las 10.00. “La escribe y la reescribe”, comentaban entre sus colaboradores.
La escena daba cuenta de la relevancia que tuvo para el Mandatario -el único que se subió al podio sin corbata- su debut en el primer foro multilateral del que participa desde que asumió la Presidencia. En la instancia, a la que concurrieron 32 países, el Jefe de Estado sostuvo bilaterales con sus pares, Joe Biden (Estados Unidos), Alberto Fernández (Argentina), Mia Motley (Barbados), Laurentino Cortizo (Panamá), Pedro Castillo (Perú) y Guillermo Lasso (Ecuador).
“Vengo de Chile, específicamente desde la Patagonia (...). Y, en Chile, como quizás algunos de ustedes saben, estamos en medio de un profundo proceso de cambios que no ha estado exento de dificultades”, dijo al abrir su intervención -que duró un poco más de 12 minutos- ante sus pares del hemisferio en el Convention Center.
En su alocución, el Mandatario destacó el proceso constituyente chileno y su carácter democrático, paritario y diverso. “Un proceso de cambios que se ha originado en la protesta social, en el seno de nuestro pueblo y que en medio de la crisis quizás más importante que hemos tenido durante las últimas décadas, optamos por resolverla con más democracia y no con menos”, relevó.
Asimismo, Boric expuso de manera oficial la posición crítica que asumió Chile respecto de la exclusión al encuentro de Venezuela, Nicaragua y Cuba por parte de Estados Unidos, país que argumentó que ninguna de esas naciones respetan la democracia ni los derechos humanos.
“No me gusta la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua. ¿Saben por qué? Sería distinto sostener en un foro como este, con todos los países presentes e incluso quienes decidieron restarse por esta exclusión, la urgente necesidad de liberar a los presos políticos de Nicaragua o la importancia moral y práctica de terminar con el injusto e inaceptable bloqueo de Estados Unidos al pueblo de Cuba”, dijo el Jefe de Estado, advirtiendo que la ausencia de esos países “sólo fomenta el aislamiento y no da resultados como históricamente hemos aprendido”.
“Porque para nuestro país, queremos decirlo de manera muy clara, los derechos humanos, el respeto irrestricto a los derechos es un mínimo civilizatorio que promoveremos siempre, independiente del color político del gobierno que los vulnere”, agregó, aunque no se refirió específicamente a la compleja situación del régimen de Nicolás Maduro.
Sus dichos, en todo caso, fueron contrastados solo minutos después por quien lo sucedió en las intervenciones en el pleno: su par de Colombia, Iván Duque. “Hemos defendido la Carta Interamericana de Derechos Humanos, la cláusula de Quebec, debatamos las diferencias en democracia, pero nunca estas cumbres serán territorio fértil para los dictadores”, manifestó Duque, lo que se interpretó como una crítica a la postura que asumió Chile. Ese fue uno de los pocos discursos que Boric no aplaudió ayer, además del de su par de Brasil, Jair Bolsonaro.
En el marco de su intervención, el Presidente Boric también enfatizó, entre otras materias, en la necesidad de generar acciones concretas en equidad de género, la relevancia de un pacto tributario global y los efectos en el alza del costo de la vida tras las sanciones económicas a Rusia por la guerra en Ucrania, respecto de lo cual acordó generar un grupo de trabajo en su bilateral con Biden. “Le tomo la palabra”, le dijo a su par norteamericano, a quien le pidió el jueves mirar a América Latina como un “igual”.
El Mandatario, además, recalcó uno de los puntos que se anotó la delegación chilena al lograr que otros ocho países se sumaran a su iniciativa para crear una coalición por la protección de los océanos y pidió a los países desarrollados como Estados Unidos, China e India reducir más decididamente sus emisiones contaminantes.
Para cerrar su alocución, el Presidente advirtió que “no podemos conformarnos con clubes excluyentes de países que piensan lo mismo o parecido. Llegó la hora de dejar atrás la fragmentación y la polarización”.
Su discurso fue parte de sus últimas actividades luego de cinco días de gira, que incluyó un paso por Canadá y Estados Unidos, tránsito que estuvo marcado también por el mensaje de certeza que dio a los empresarios de ambos países, pese al proceso de transformaciones que vive Chile y que impulsa su gobierno. “Algunos dicen que seremos el próximo Maduro y eso no es verdad”, dijo en su corto paso por Ottawa, a la vez que en el IV CEO Summit reforzó que Chile es un lugar seguro y deseable para invertir.
Algunas horas después de su intervención en el pleno -y tras sostener bilaterales con Argentina y Perú-, el Jefe de Estado participó en la firma de la Declaración de Los Ángeles, en que 20 de los 32 países concurrentes a la Cumbre de las Américas fijaron compromisos en materia migratoria.
Más tarde, el Presidente Boric realizó un punto de prensa, en el cual hizo un balance positivo de la gira. “Los hemos dejado con la frente en alto”, señaló.
Al cierre de esta edición, estaba contemplado que, cerca de la medianoche chilena, el Presidente partiera desde el aeropuerto de Los Ángeles rumbo a Santiago.