Una carta bajo la manga se guardó el Presidente Gabriel Boric para el inicio de septiembre, mes en que se conmemoran 50 años del Golpe de Estado: invitar a una reunión privada al Palacio de La Moneda al exmandatario Sebastián Piñera para abordar -justamente- el clima de polarización que ha marcado la antesala a ese hito.

El exjefe de Estado llegó ayer pasadas las 13.00 hasta la oficina de Boric, cita que se extendió por más de 45 minutos y en donde el Presidente le transmitió a Piñera la necesidad de que todos los sectores políticos estén disponibles a fijar consensos mínimos de cara al 11 de septiembre.

El Mandatario ha reiterado en las últimas semanas que va a insistir en lograr que los partidos de todo el arco político firmen una declaración en que se comprometan con el respeto irrestricto de los derechos humanos y, a su vez, con el principio de que la democracia no puede romperse por ninguna razón ni circunstancia. Una iniciativa que adelantó el 15 de julio pasado en plena gira por Europa y sin socializarlo previamente con los dirigentes partidarios, lo que le abrió inmediatamente un flanco y complejizó su posible éxito.

Luego de eso, el Presidente ha incurrido en varias declaraciones que han crispado aún más los ánimos, especialmente con la derecha. Lo hizo al acusar al fundador de Renovación Nacional, Sergio Onofre Jarpa, de terminar sus días en plena impunidad, y también cuando este martes advirtió que algunas personas mueren con dignidad y otras con cobardía para no enfrentar a la justicia, justo en la jornada en que el exbrigadier Héctor Chacón -condenado por el crimen de Víctor Jara- se suicidó antes de ser detenido.

Quienes han conversado con el Mandatario aseguran que él sabe que sus declaraciones no fueron las mejores, pero también que está preocupado por los niveles de polarización que puedan darse en los próximos días. Por lo mismo, en La Moneda aseguran que el gesto de invitar a Piñera -el primer exmandatario que recibirá en una ronda de conversaciones con los otrora jefes de Estado- no fue casual. Tenía objetivos claros y se trataba de la primera gestión más directa que hace para allanar el camino a un consenso para el 11.

En Palacio dicen que Boric apuesta a que sean los expresidentes quienes firmen un acuerdo de cara al 11 de septiembre, y que a eso se sumen las colectividades que quieran.

Esto supone un cambio de estrategia, ya que la idea de que todos los partidos se sumen a una declaración se ve más cuesta arriba y sería más viable un hito de los expresidentes.

El gesto a Piñera, dicen en La Moneda, implica instalar la idea de que el Presidente Boric está por una conmemoración transversal, que convoque a todos los chilenos, y no una partisana, como algunos han calificado el tono de sus últimas intervenciones. Y, por otro, darle un carácter republicano y de Estado, con altura, al rol que va a comenzar a jugar de aquí a ese lunes.

Pero la invitación a Piñera también tiene un efecto práctico, según las mismas fuentes: contribuir a bajar las tensiones con Chile Vamos, sector que se ha enfrentado directamente con Boric por este tema en los últimos días.

Ayer, en la conversación con Piñera -como lo dejaría ver después el propio exmandatario-, Boric reconoció la complejidad del cuadro político y le pidió apoyo para generar condiciones propicias para un acuerdo. Ante esto, Piñera fue claro en afirmar que cualquier acuerdo debe incluir también una condena irrestricta a la violencia y un compromiso con el Estado de Derecho.

“Esta es una muy buena oportunidad para que en Chile renovemos nuestro total y absoluto compromiso con la defensa y protección de los derechos humanos en todo tiempo, lugar y circunstancia. Que también renovemos nuestro compromiso con la condena a la violencia, a todo tipo de violencia, que es un verdadero cáncer en nuestro país. Y, finalmente, revivir los valores de la amistad cívica, del diálogo, de los buenos acuerdos”, dijo el exmandatario.

En La Moneda aseguran que se espera que en los próximos días Boric siga haciendo gestiones en línea con convencer a todos los sectores políticos de firmar un acuerdo.

Este acercamiento de Boric con Piñera no ha sido el único. El Mandatario lo invitó hace unas semanas a viajar junto a él -en el avión presidencial- al cambio de mando de Paraguay.

El expresidente Sebastián Piñera y el Presidente Gabriel Boric.

Lo que pide la derecha

Ayer, pasadas las 19.00, los principales dirigentes de la UDI, RN y Evópoli arribaron hasta las oficinas de Piñera para conversar sobre los 50 años y el tono del aniversario.

En las colectividades de Chile Vamos afirmaban al cierre de esta edición que cualquier asistencia a un acto el 11 de septiembre en La Moneda, y la posterior firma de la declaración que convocó Boric, era un tema que debía estar sujeto a evaluación.

De todas maneras, hay dirigentes que están abiertos a evaluarlo. Como el presidente de la UDI, Javier Macaya, quien está en la línea de que se restará de cualquier declaración que contribuya a dividir al país, pero podría firmar algo que genere el efecto contrario.

Otro que también ha estado abierto es el secretario general RN, Diego Schalper, quien ha promovido internamente la opción de que cualquier declaración del gobierno debe incluir compromisos irrestrictos a los derechos humanos, a la Constitución y a no aceptar la violencia como método de acción política.

En esa línea, varios vieron con buenos ojos las declaraciones de Piñera luego de la reunión que sostuvo con el Presidente.

El presidente de RN, Francisco Chahuán, dijo que hay que generar “un clima que permita tener una mirada de futuro, de cuidar nuestra democracia, respetar los derechos humanos y entender que la violencia siempre debe ser condenada. Antes y después del 73″.

Pese a ello, hay otros sectores más duros de la derecha, que quieren que cualquier declaración por el 11 de septiembre aborde que hubo un quiebre institucional previo a 1973. E incluso algunos que están en contra de que los partidos acudan a Palacio para esa fecha.

“Discrepo con el expresidente Piñera. Firmar declaración del gobierno por 50 años no depende de la redacción que se proponga. Presidente Boric y su coalición consideran un demócrata a Teillier y al PC. Firmar es blanquear a quienes no creen en la democracia y validan la violencia”, publicó en su cuenta de X (antes Twitter) la exministra Marcela Cubillos.

Hasta ahora, en todo caso, en la derecha no han recibido una invitación formal del gobierno para el acto del 11 de septiembre.