El Presidente Gabriel Boric se veía relajado ayer en la mañana cuando salió a buscar a la entrada de La Moneda a los periodistas Julio César Rodríguez y Monserrat Álvarez, conductores del matinal Contigo en La Mañana, de Chilevisión.
Si se daban las condiciones, según fuentes de La Moneda, el Mandatario tenía decidido revelar en esa entrevista televisiva una jugada que iba a remecer el tablero político y haría crujir al oficialismo.
En caso de ganar el Rechazo en el plebiscito del 4 de septiembre, el Presidente anunció que buscaría convocar a un nuevo proceso constituyente. Un escenario ante el cual La Moneda no había querido dar definiciones todavía.
“Chile votó de manera clara en un plebiscito que quiere una nueva Constitución, pero no votó solo esto, votó que quería una nueva Constitución escrita por un organismo especialmente electo para ese fin (...). Y de ganar la alternativa Rechazo, lo que va a pasar es que vamos a tener que prolongar este proceso por un año y medio más, en donde va a tener que discutirse todo de nuevo a partir de cero”, sostuvo el Mandatario.
El Jefe de Estado ahondó en su planteamiento y aseguró que si se rechaza el texto, enviaría una reforma constitucional al Congreso para convocar a elecciones que permitan conformar un nuevo órgano constituyente.
Además, en caso de imponerse el Apruebo, afirmó que uno de los aspectos que, a su juicio, se deberían modificar en la propuesta constitucional que le entregó la Convención el 4 de julio es el de “sistema de justicia versus Poder Judicial”.
Con sus palabras, el Mandatario dio cuenta de un camino que se venía trazando hace semanas en el gobierno. El comité político debatió largamente este último mes qué hacer el 5 de septiembre si se impone el Rechazo, opción que consistentemente se ha mantenido alta en las encuestas.
El dilema siempre estuvo presente, dicen en Palacio. No obstante, un problema adicional era decidir cuándo hacer público un eventual Plan B ante un fracaso del texto de la Convención.
Si bien inicialmente en el gobierno se pensó que cualquier idea de tercera vía podía debilitar aún más al Apruebo, la convicción que se terminó instalando fue que se debía dar una señal antes de los comicios para dar certezas y separar aún más la suerte de plebiscito del destino del gobierno,
Los últimos sondeos, además, obligaban a La Moneda a asumir una realidad cada vez más evidente: el Rechazo seguía con una tendencia al alza, lo que aumentaba las posibilidades de que fracasara el Apruebo.
En ese debate dentro del comité político, por ejemplo, el ministro secretario general de la Presidencia, Giorgio Jackson, era partidario de esperar a conocer el resultado del plebiscito. Sin embargo, el mismo militante de RD, los otros ministros y el Presidente se fueron convenciendo de la tesis contraria.
Así, en el comité político que se celebró este viernes, antes de que el Presidente diera la entrevista, se terminó de afinar el diseño de cómo se daría a conocer el Plan B de La Moneda.
Tras los dichos del Jefe de Estado, de hecho, tanto Jackson como las ministras Camila Vallejo (Segegob) e Izkia Siches (Interior) salieron a respaldar sus palabras y complementar la posición del Ejecutivo.
“El Presidente ha marcado el día de hoy una hoja de ruta”, dijo la titular de Interior, mientras que la vocera Vallejo recalcó que “la insistencia en torno a respetar el mandato popular (expresado en el plebiscito de entrada) es una prioridad”.
En Palacio reconocen que la apuesta era arriesgada, pero que podría darle mayor margen de acción al gobierno cuando quedan 50 días para el referéndum.
A pesar de que la decisión descolocó tanto a Apruebo Dignidad como al Socialismo Democrático, desde el Ejecutivo transmitieron como argumento a sus dirigentes y parlamentarios que el “hastío” generalizado ante el proceso constituyente que existe en la ciudadanía podría ser un factor que juegue a favor del Apruebo. Según esa interpretación, los ciudadanos esperan que se cierre el proceso, por lo que ante el riesgo de que se renueve si gana el Rechazo, podrían optar por aprobar el texto constitucional que propuso la Convención.
El gasto adicional y la incertidumbre -interpretan las mismas fuentes- difícilmente podrían favorecer al Rechazo, como apuntaron varios dirigentes políticos tras los dichos del Mandatario.
Aún así, desde las directivas oficialistas no disimulaban su sorpresa. Incluso algunos en privado cuestionaron la jugada del Presidente y su comité político, agregando que ello podría tener un impacto negativo en la campaña por el Apruebo.
“El gobierno cree ingenuamente que la gente saldrá a votar Apruebo para evitar la agonía de una nueva Convención”, comentó en privado un alto dirigente oficialista.
Para calmar los ánimos, la ministra Vallejo se dedicó a enviar una minuta con los fundamentos de la decisión que supuestamente favorecería al Apruebo.
Debate oficialista
El presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), fue uno de los primeros en salir a respaldar a Boric. “La Constitución actual, si bien está jurídicamente vigente, se encuentra política y socialmente derogada, conforme al mandato de las urnas como resultado del plebiscito que dio inicio al proceso constituyente. Por tanto, si en el nuevo plebiscito no triunfa el Apruebo, se debe continuar con este proceso, respetando el mandato ciudadano de avanzar hacia una Constitución nacida en democracia”, dijo.
No obstante, dentro del mismo PS surgieron reparos. El senador Fidel Espinoza dijo que “tenemos que dejar atrás la Constitución del 80, en eso no hay discusión ni dobles lecturas, pero en lo que no estoy de acuerdo con el Presidente Boric es que tenemos que tener un nuevo proceso constituyente en caso de que gane el Rechazo, con nuevos convencionales elegidos. Este proceso que culminó recién significó una millonada de recursos de todos los chilenos, no estamos para farrearnos (el dinero) en momentos difíciles que está viviendo el país”.
En la reunión de coordinación legislativa que se realiza los viernes en las oficinas de la Segpres en La Moneda, los parlamentarios oficialistas expresaron su desconcierto y su sorpresa. Jackson replicó los fundamentos y que la jugada subiría los costos de la opción Rechazo.
En declaraciones a la prensa, el ministro Segpres explicó que el Presidente decidió anunciar su postura a modo de transparencia y dar “certezas respecto de los caminos que podría llevarnos el día después del plebiscito’'. Además, precisó que un nuevo proceso incluiría “elecciones, nuevo texto sobre página en blanco, que obviamente tiene que ser refrendado por la ciudadanía posteriormente”.
Las gestiones de los ministros, en ese sentido, lograron contener las críticas públicas y la mayoría de las bancadas se alineó con la decisión presidencial. Desde La Moneda el futuro presidente de RD, Juan Ignacio Latorre, sinceró que nadie le había avisado previamente de la jugada del Mandatario, aunque aseguró: “No creo que esto favorezca al Rechazo”.
“El Presidente actuó con mucha responsabilidad, porque el gobierno tiene que ponerse en ambos casos (Apruebo o Rechazo). Yo creo que va a ganar el Apruebo y es mejor que gane, que terminemos esto de una vez y que no sigamos gastando tiempo y dinero”, comentó el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier.
La diputada Karol Cariola (PC) precisó que “el mandato del pueblo de Chile fue terminar con la Constitución de Pinochet y abrir las puertas a una nueva Constitución democrática para nuestro país. La voluntad del Presidente Gabriel Boric es que ese mandato se respete y me parece muy correcta su postura”.
A juicio del presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD), un nuevo acuerdo para una nueva Constitución es lo “políticamente responsable”, ya que si triunfa el Rechazo permite fijar un nuevo camino de cambio constitucional “que dé estabilidad y gobernabilidad a Chile”; mientras que si gana el Apruebo posibilita “mejorar el texto”.
No obstante, en un tono más crítico, el presidente de Comunes, Marco Velarde, dijo que “debemos transmitir seguridad y esperanza de que el Apruebo ganará el próximo 4 de septiembre. Un equipo que quiere ganar se concentra en poner toda su estrategia y sus mejores jugadores en meter todos los goles posibles”.
En la misma línea, la diputada Catalina Pérez (RD) aseguró que no era recomendable ponerse en escenarios de “nula viabilidad política”.