Intensivistas, oncólogos, cirujanos cardiovasculares y nefrólogos son algunas de las subespecialidades médicas que más se requerirán en un plazo de tres años, según las proyecciones del Ministerio de Salud. Esto, además, enmarcado en el cambio demográfico de los pacientes, los efectos de la pandemia en sus diagnósticos, los facultativos próximos al retiro y el engrosamiento de la lista de espera, entre otras condicionantes.

Así, en medio de las modificaciones que se concretarán al sistema de becas de formación para egresados de Medicina, el subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac, concurrió el miércoles a la Comisión de Salud del Senado y dio cuenta del panorama de la brecha de médicos especialistas.

Según sus datos, de los 56 mil médicos habilitados en el país -acorde a los registros de la Superintendencia de Salud-, 18.500 ejercen en hospitales y 9.500 tienen alguna especialidad acreditada. Sin embargo, al considerar la totalidad de los facultativos, independiente de si ejercen en el sector público o privado, solo un 40% cuenta con especialización. “A nivel Ocde, lo aceptado es que el 60% de los médicos sean especialistas y el 40% corresponda a médicos generales”, detalló Dougnac.

En esa línea, el subsecretario explicó que la “real carencia está en las especialidades derivadas (subespecialidades) que normalmente no están contempladas en el sistema”. Así, el balance -que considera también los médicos que están en en el Período Asistencial Obligatorio (PAO) y quienes se integrarán tras su etapa de formación como médicos generales de zona- da cuenta de que se requerirán 443 facultativos. De ellos, 214 se proyecta ingresarán la red a través de los programas de formación, devolución y becas, por lo que el déficit sería de 229 profesionales.

Médicos de UCI y oncólogos

Por ejemplo, para medicina intensiva -una de las especialidades más requeridas durante la pandemia- la necesidad para 2024 será de 50 especialistas. Sin embargo, para ese entonces habrá solo ocho facultativos ejerciendo en PAO y 42 cerca del retiro, lo que generaría un déficit.

O en el caso de los oncólogos: se estima que se requerirán 42 facultativos. Sin embargo, allí entra a jugar otro factor, pues la Ley Nacional del Cáncer -promulgada durante 2020- dispone la formación de cerca de 400 nuevos profesionales. Tras este análisis, el subsecretario comenta que “surge la posibilidad de efectuar programas (de formación) más acotados, para contar en un período más breve con estos especialistas”.

Así lo explica la presidenta de la Asociación de Facultades de Medicina de Chile, Patricia Muñoz. “Para ser intensivista se hacen dos años de medicina interna general, lo mismo en cardiología, son dos a tres años de medicina general. La opción que se abre es contar con becas de cuatro o cinco años, directas, y tiene que ver con que los médicos cuando hacían la especialidad de tres años, demoraban en hasta cuatro años en decidir su subespecialidad”, detalla.

Programas de formación más breves

En ese plan a tres años ya están trabajando los centros formadores, algunos, según relata Muñoz, ya cuentan con programas de especialidad derivada directa. “No es que todas las facultades ya tengan estos programas de subespecialidades de cuatro o cinco años. Hay que transitar de a poco y la colaboración de las facultades de medicina va a estar siempre disponible para solucionar los problemas de salud del país”, expresa la también decana de Medicina UDP. Dougnac confirma lo anterior y explica que “como todo proceso, no es inmediato, requiere de algún tiempo, pero ya hemos dado pasos firmes en el sentido de proveer de especialistas solicitando programas más cortos o unificados”.

Según lo informado hasta ahora por el Minsal, el concurso nacional de los Servicios de Salud para formación (Coniss) contará con aproximadamente 400 cupos y algunas universidades ya están en condiciones de ofrecer programas “cortos” o “unificados” para las especialidades derivadas.

El director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, Héctor Sánchez, explica que “la tendencia en distintos países por el tema de la escasez de especialistas es que la formacion de los médicos es más comprimida, lo que no significa que sea menos completa, sino que se hace en tiempos más reducidos y se fundamenta en áreas donde es impresicindible formar”.

Frente a la brecha estimada para el 2024, Sánchez advierte que tras la pandemia “la brecha de especialistas va a ser mayor por falta de diagnóstico, lo que hace muy propicio un cambio de esta naturaleza. Tiene que ser en conjunto con las universidades, sociedades médicas y con los grupos de especialistas en los propios establecimientos de salud”.