En una de las semanas más complejas para la candidatura de Paula Narváez, uno de sus más cercanos en el Partido Socialista, Camilo Escalona, pone las cosas en perspectiva. El expresidente de la colectividad sostiene que no se le puede pedir a la exfuncionaria de ONU Mujeres que en dos meses resuelva el problema de proyecto que ha tenido el socialismo -en Chile y en el mundo- desde la caída del muro de Berlín.
El extimonel socialista advierte, además, que quienes afirman que la exvocera de gobierno no tiene diseño político, deben darle tiempo y califica de una “pedantería completa” a los diputados y senadores que han cuestionado su supuesta falta de capacidad para poner temas en la agenda.
Ante la falta de apoyo del partido que ha acusado la sicóloga, el exsenador manda un mensaje claro a la directiva que hoy encabeza el senador Álvaro Elizalde: “El futuro del PS se juega en el éxito que tenga Paula Narváez y el liderazgo del partido se lo tiene que meter en la cabeza de manera definitiva”.
Hay una crítica instalada en ciertos sectores del PS respecto del rumbo que ha tomado la campaña de Narváez. Se ha dicho que no hay diseño. ¿Cómo lo ve?
El problema principal es que hasta el 11 de abril no hay campaña presidencial. Lo he conversado con decenas por no decirle centenares de nuestros candidatos y ellos hablan principalmente de su elección y, sobre todo, de la municipal. Por otro lado, por primera vez se da un proceso constituyente y luego están los gobernadores que nunca habían sido electos por la vía popular. Entonces, no tenemos que caer en la angustia con que la campaña ha tenido dificultades que nuestra propia candidata Paula Narváez reconoce con mucha franqueza. Efectivamente la campaña entró en un periodo de dificultades.
¿No comparte que pudo ser apresurada su nominación?
Imagínese cómo estaríamos sin candidatura presidencial en marzo, hubiera sido una crisis política completa. Algunas personas en el PS pierden de vista lo siguiente: hasta la primera quincena de enero el socialismo tenía un vacío tremendo. Narváez llenó un vacío que todos nuestros antiguos liderazgos no habían sido capaces de llenar. Hubo muchos intentos, no vamos a dar los nombres para no poner a las personas en una situación incómoda. Pero la lista de candidaturas era innumerable. Y ninguna se logró instalar.
¿No cree que hubo ahí algo que se pudo haber madurado mejor?
La pregunta suya tiene sentido en el caso de que hubiese habido otra candidatura alternativa.
Pero algunos le habían pedido a Álvaro Elizalde.
Eso nunca se dijo. De hecho, cuando se tomó la decisión, se dejó una semana de plazo para que las personas que tenían la intención de presentar una candidatura lo hicieran, se esperó. Entonces, hay quienes estuvieron durante años esperando ser candidatos presidenciales, pero alguna vez hay que decirlo. Las candidaturas presidenciales no se transmiten por telepatía.
¿Se refiere a Elizalde?
A cualquiera que haya tenido esa aspiración. Pero ninguno lo dijo formalmente. Entonces, además, se le transmite un problema radicado en las decisiones que cada uno tomó a la candidatura de Narváez.
Los parlamentarios plantearon que ella no ha logrado imponer agenda y que habla más como vocera que presidenciable.
Eso es de una pedantería completa. Partiría preguntándoles cuáles fueron los temas que ellos pusieron estos tres años en la agenda.
¿Cómo andamos por casa, dice usted?
Sí pues, hemos tenido un vacío tremendo durante todo este tiempo. O sea, los parlamentarios han cometido errores garrafales como para que ellos le digan a Narváez que no ha puesto temas en la agenda. Nadie es perfecto y todos tenemos insuficiencias, pero una candidatura no puede resolver en dos meses un problema de proyecto histórico que se arrastra desde el año 89, tras la caída del muro de Berlín.
¿No bastó el apoyo de Bachelet?
Instalar un proyecto histórico socialista es la tarea más difícil que hay hoy. ¿Por qué razón? Porque no puede ser un proyecto comunista. Ese pierde, no tiene mayoría en Chile. Tampoco puede ser un proyecto que sea más de lo mismo, también pierde. Es decir, tiene que ser un proyecto de transformación social profundo para el nuevo Chile y esa elaboración política está en curso. De hecho, es un problema internacional de las fuerzas de izquierda. Entonces, hay que darle tiempo. Y no hay alternativa, porque no podemos ir simplemente detrás de la DC para seguir administrando el modelo cómo está y tampoco podemos ir detrás del proyecto del PC, que se hundió el año 91 cuando se disolvió la Unión Soviética.
Pero le pregunto por el espaldarazo que le da Bachelet. Parece que eso no logró ser suficiente.
Ya le dije, no creo que esté vinculado ese fenómeno... la candidatura de Narváez fue el resultado de que los nombres que en el socialismo se insinuaron, no despegaron. Es decir, no es mi teoría el dedazo.
¿Qué ripios ve en el comando?
Se tiene que instalar un comando propiamente tal, lo que hay ahora es un proceso que está en curso. Los resortes, instrumentos, mecanismos con los que se despliega una campaña se tienen que instalar. Y en eso, un obstáculo importante es la pandemia.
Algunos han planteado que podría reforzarse políticamente el comando, que se ve algo débil.
¿Y quién tiene el máster que le otorgó la balanza para medir el peso político de los demás? Esa es una petulancia. Si el estallido social se hizo contra el sistema político... y la gente no toma nota de eso. O sea, aquí hay un proceso muy profundo... Es un nuevo sistema político el que se tiene que instalar, porque el que había hasta el día anterior al estallido social se agotó. Se requiere una nueva camada, una nueva generación, no solo en términos de edad, sino que una nueva mentalidad para pensar la política. Eso es lo que está en curso y Paula Narváez es parte de ese proceso. Y los diferentes protagonistas tienen que aceptarlo, porque no tiene vuelta atrás.
Narváez acusó falta de apoyo por parte del partido. ¿Qué rol debería estar jugando el PS?
El PS tiene que tener una sola preocupación en el ámbito presidencial, y es apoyar a Narváez. Cuando empiezan las disquisiciones empieza el problema. No hay que seguir buscándole la quinta pata al gato. La decisión que se tomó en enero es irrevocable. El futuro del PS se juega en el éxito que tenga Paula Narváez y el liderazgo del partido se lo tiene que meter en la cabeza de manera definitiva.
¿Ha habido falta de disposición de la mesa?
El PS puede hacer mucho más por la candidatura de Paula Narváez. No me refiero solo al ámbito de las finanzas, que es solo un aspecto, sino también en términos políticos. Y lo entiendo, como dije antes, se junta con las municipales, con la elección de gobernadores y constituyentes, es decir, no es la tarea única, por eso soy cuidadoso. Pero en el ámbito político el PS tiene que asumir que su destino está asociado a la candidatura de Paula Narváez.
¿El PS puede hacer un esfuerzo económico mayor?
Sí, así lo dije en el comité central cuando este tema se tocó.
¿Y cómo se podría hacer?
No me puedo pronunciar sobre un tema que escapa a mis posibilidades.
Pero usted fue presidente del partido...
Pero el presidente del partido dijo que en las circunstancias de ahora hay una ley que lo impide. Así es que no puedo opinar. Lo que sí puedo decir es que nosotros no despilfarramos los recursos del partido cuando apoyamos nuestras candidaturas. Dicen que con la ley de ahora no se puede hacer nada. Es raro que la ley ahora prohíba que los partidos ocupen sus propios recursos para fines legítimos como apoyar una candidatura propia, pero dicen que así es la ley que se aprobó.
Tiene que ver con un tema del periodo legal de campaña.
Harto mal calculado entonces. Es una disposición que incita a la ilegalidad.
¿Ha habido falta de generosidad del PS?
Es que no puedo incitar al partido a que haga una ilegalidad.
Por eso le digo, ¿en el marco de la ley se podría hacer más en términos de recursos?
El partido tiene una misión esencial que es apoyar a Narváez con todos los recursos que estén a su disposición.
El comité central decidió extender el mandato de la mesa por un año más. Hay algunos que plantean que la candidatura de Narváez con esta mesa está destinada a no surgir.
Tanto en la reunión formal como en las informales previas sobre la prórroga del mandato no opiné.
¿No era partidario de eso?
No opiné ni voy a opinar.
El PS y el PPD siguen en conversaciones para llegar con un candidato común a las primarias. ¿Lo comparte?
Para que el proyecto que encarna Paula Narváez sea exitoso, ella tiene que actuar como lo ha dicho ya, asumir el escenario como se dé. La candidatura de Narváez tiene que ir a la primaria con acuerdo con el PPD o sin acuerdo.
¿Es posible una primaria abierta que incluya al PC, como ha planteado Gabriel Boric?
Tomo lo de Boric, pero no tiene por qué ser idéntico. Sería lo óptimo si tuviéramos una candidatura de toda la oposición; en ese caso la Unidad Constituyente debiese hacer una primaria convencional para hacer una sola candidatura para llegar a la legal.
¿Narváez podría triunfar en una primaria convencional de la Unidad Constituyente?
Claro, perfectamente.
Y en ese contexto, ¿podría ganarle a Jadue en la legal?
Lógico, por algo lo digo. Una candidatura de Unidad Constituyente es de una potencia tremenda.