Hasta 2020 la droga que ingresaba a Chile tenía su origen, casi exclusivamente, en Perú, Bolivia y Colombia. Las autoridades definieron rutas, identificaron cabecillas, modus operandi y definieron claramente cómo funcionaban las organizaciones criminales. Sin embargo, durante estos dos últimos años las planificaciones y estructuras definidas de antaño tuvieron que dar un giro con la irrupción de actores que, hasta ahora, parecían ajenos: los carteles de droga en México. Entre 2020 y 2021 se decomisaron cinco toneladas de marihuana proveniente de puertos mexicanos, lo que hasta antes del año pasado era algo inexistente.

De esta manera, las autoridades encargadas de pesquisar el tráfico debieron sumar nuevos factores de riesgo para la extensión del narcotráfico en Chile, algo que este año alcanzó un peak histórico. Según el Departamento Antidrogas y Lavado de Activos de Carabineros OS-7, en 2021 se decomisaron 29.210 kilos de droga (ver infografía), la cifra más alta de los últimos 10 años.

Para ponerlo en contexto, en 2020 este departamento especializado de la policía uniformada requisó desde las calles del país 13.911 kilos. En ese sentido, desde la institución advierten que el año pasado la pandemia obligó a cerrar las fronteras, por ende, menos sustancias llegaron desde el extranjero, aunque si se miran las cifras “pre Covid-19″, también están muy lejos de lo incautado este 2021.

El año donde más kilos de droga se decomisaron, hasta antes de 2021, fue en 2016, cuando los efectivos policiales sacaron de circulación 19.279 kilos de cocaína, pasta base y marihuana, es decir, casi 10 mil kilos menos que lo alcanzado este año.

El jefe del OS-7 de Carabineros, el teniente coronel Tulio Muñoz, explicó que “la creciente demanda por el consumo generó un mercado amplio y diverso. Este factor determinó que pasara de ser un país de tránsito a mixto, vale decir, sigue estando en la ruta de operaciones transnacionales del tráfico de drogas por organizaciones complejas, pero, a la vez, con un desarrollo propio que lo posiciona como destino final principalmente para sustancias ilícitas, como el clorhidrato de cocaína, la pasta base de cocaína y la marihuana de tipo ‘creepy’”.

Además, Muñoz advierte que “las estrategias operativas antidrogas desplegadas por Carabineros han permitido aumentar estos decomisos. También hemos focalizado el trabajo con otras agencias internacionales antidrogas, incidiendo en los resultados de las operaciones transnacionales”.

Sin embargo, el sacar la droga de circulación no fue el único foco de la policía para este año. También se avanzó en la incautación de armas vinculadas al tráfico y en despojar a estas organizaciones de su patrimonio, tanto en dinero como en bienes.

Por ejemplo, este 2021 se incautaron 612 vehículos utilizados por narcotraficantes y se les “congelaron” cerca de $ 2 mil millones. Esto obedece a un plan de trabajo que Carabineros implementó con el Ministerio Público para atacar los bienes y las fuentes de financiamiento de estas bandas.

Para el director de la Unidad de Tráfico de Drogas del Ministerio Público, Luis Toledo, los desafíos para 2022 se centran en cuatro factores: atacar la toxicidad de las drogas, la persecución, atacar los nexos con carteles internacionales y crear una Fiscalía Nacional Antidrogas. “Nos enfrentamos a un ciclo de crecimiento del crimen organizado en Chile, lo que obedece no solo a la incautación de más droga, sino a la peligrosidad y organización de personas que se dedican a la comisión de delitos relativos a drogas y a todo su entorno”, indica.

El foco en las redes sociales

Toledo, además, le atribuye un alto grado de importancia a un mercado incipiente: el tráfico de drogas en redes sociales. En ese sentido, Carabineros también cuenta con cifras que dan cuenta de este “mercado”. En 2021 se realizaron 214 intervenciones en la web para detectar tráfico de drogas, donde los mayores resultados se obtuvieron desde la red social “Grindr”.

En total se logró requisar desde las intervenciones en la web 83 kilos drogas, en su mayoría marihuana “creepy”. Para el fiscal Toledo, “otro desafío para atacar el narcotráfico para el próximo año dice relación con el uso de plataformas virtuales para el tráfico de drogas, lo que, en definitiva, elimina las ‘esquinas físicas’, transformándolas en ‘esquinas virtuales’. Esto desafía las técnicas investigativas tradicionales, porque favorece la reserva de los oferentes y consumidores”.

Por lo mismo, para el fiscal es “fundamental” avanzar en una institucionalidad nueva, como la Fiscalía Nacional Antidrogas. “Con una institución con presencia en todo Chile, y que concentre todas estas investigaciones, sería más fácil pesquisar organizaciones criminales de carácter complejo, quienes no solo se están nutriendo del tráfico de drogas que llega desde el extranjero, sino que también se expande por redes sociales, y que también cuenta con un nivel de producción importante”, concluye.