Sentada en la terraza de su patio, con un gato negro merodeando a su alrededor, la exsenadora DC Carmen Frei (84) cuenta sus motivaciones para llegar al Consejo Constitucional por uno de los cupos de la Región Metropolitana, luego de 18 años sin ser candidata. La principal, dice, es volver a humanizar Chile. Pero también lo hace por ella: “Uno quiere vivir y terminar bien”.
Desde 2005 que no era candidata. ¿Por qué asumió el desafío?
No pensé que estaría nuevamente en candidatura. Lo pensé harto, porque las campañas son intensas. Pero era un desafío que debía tomar. Siempre recuerdo que el primero que planteó una Asamblea Constituyente fue mi padre (Eduardo Frei Montalva) el año 80, y no le fue bien. Después de tantos años, cada día se me hace más imperiosa la necesidad de tener una nueva Constitución.
Usted fue parte de la concertación de mujeres opositoras a la dictadura...
Así fue, las mujeres fuimos las primeras que salimos a la calle, pero eso se olvida (ríe).
¿Qué tan personal es el objetivo de cambiar la Constitución?
Es personal, porque yo quiero vivir en un país distinto. Uno dice por mis hijos, nietos..., pero también por uno mismo. Uno quiere vivir y terminar bien. Pero más que todo, por lo que deseo para Chile, para la gente. Nos hemos deshumanizado. Llegó el momento de terminar con esta desigualdad que nos hace tanto daño.
¿Cómo ha sido su campaña?
Esta campaña es distinta a todas las otras. Antes se hacía puerta a puerta, se iba a la feria. Ahora hay que llegar de otra manera. El mundo cambió, todo lo que es redes sociales hay que aprender a usarlo.
¿Ha aprendido?
(Se ríe). Todavía no soy experta en TikTok ni esas cosas. O sea, uso WhatsApp... Hay que ir acorde a los tiempos. También hay temas diferentes, que no están tratados en la Constitución, como el medioambiente, la discriminación, el trato a nuestros pueblos originarios, a las mujeres. Temas que antes no se tocaban.
¿Era necesario convocar nombres con mayor experiencia que en el proceso anterior?
Los dos son importantes: gente con experiencia y jóvenes. El país lo hacemos entre todos. De la experiencia del plebiscito hay muchas lecciones que aprender. Yo estuve por el Apruebo, porque nunca pensé que íbamos a tener esta oportunidad.
Desconfiaba de la derecha...
Absolutamente. Creí que no se iban a llevar a cabo los cambios profundos que se necesitan. Están los que no quieren nada y los que lo quieren todo. Tampoco se puede imponer el decir ‘todo de nuevo’. Por eso que yo creo que está bien que haya personas que podemos aportar, sin creer que sabemos todo. No porque tenga una trayectoria política voy a llegar a imponerme.
¿Da lo mismo votar por candidatos de Todo por Chile o de Unidad para Chile?
Somos distintos, somos más consecuentes. Decían el otro día que muchos están borrando lo que tienen en las redes sociales para que no los vayan a pillar. A mí búsquenme por donde quieran... Los extremos, estar siempre en conflicto, nos hace mal a todos. Yo no voy a entrar en conflicto ni en peleas inútiles, aquí hay que hacer las propuestas que sirven. Yo creo que se perdió el escuchar...
¿El no escuchar es un déficit en la otra lista?
Sí. Si escucharan de verdad, sus planteamientos serían diferentes.
¿Qué tiene que decir la DC en este proceso?
La consecuencia. Desde el 64, hemos estado en todas las transformaciones profundas. No es que quiera hablar del pasado, pero hacer una revolución en libertad son palabras mayores.
¿Qué es lo fundamental que debe quedar en la Constitución?
Un verdadero Estado social, con justicia en todo sentido: económica, política, social, un refuerzo de nuestras instituciones, el respeto a la persona humana. Después, fin de toda clase de discriminación.
¿Cuál es el sello que le gustaría imprimir como consejera?
Hay un término medio que se necesita, que es el sentido común de la gente. Cualquier persona modesta tiene clarito lo que se necesita. Hay que saber plasmar eso, los temas reales.
En el proceso anterior, la DC sacó un convencional. ¿Se podría repetir el resultado o no sacar ninguno?
Hay que ponerse en todos los escenarios. Mi anhelo es que eso no se dé. En eso, yo creo que la directiva de Alberto Undurraga ha hecho bien las cosas, hay otro espíritu. Los militantes están motivados.
¿Cómo ve la competencia? Natalia Piergentili (PPD) ha recibido bastante exposición, Jaime Ravinet (Ind.-Evópoli) concentra los recursos...
Se compite de buena manera. Natalia va a ser muy respetada, tiene mucho camino por delante. Del otro no me voy a referir, porque estoy muy en desacuerdo en su manera de hacer campaña. Valoro haber logrado este acuerdo de ir con los radicales y el PPD. Representamos esa centroizquierda que el país necesita. Para nosotros era imposible ir con personas que no representan lo que se anhela.
¿Se refiere a Apruebo Dignidad?
Al PC. Estuvimos juntos en momentos duros, pero creo que se han extremado, igual que la extrema derecha.