La exministra Carolina Tohá (PPD) sostiene que -pase lo que pase en el plebiscito del 4 de septiembre- el proceso constituyente va a continuar, pero que no da lo mismo desde donde parte. Estas son sus razones.
¿Comparte el argumento que han sugerido desde el gobierno respecto de que mantener abierto el proceso constitucional genera incertidumbre?
Eso no es una opinión. Es un hecho que mantener el proceso abierto significa que hay definiciones que tomar que no están claras. Lo que afirmo con total certeza es que el proceso constitucional va a continuar, tiene un largo camino que recorrer. En el caso del Apruebo, las normas más sustantivas del texto constitucional no son autoejecutables, van a entrar en práctica en la medida en que se legislen. En el caso del Rechazo, va a haber que imaginar un nuevo proceso. Y ahí la incertidumbre es mucho mayor, porque hay que partir por discutir el mecanismo, y ya en el mecanismo podemos trabajar un buen rato, porque hay visiones bastante distintas.
¿Cómo se toma el acuerdo al que llegaron los partidos oficialistas en consideración a que no se consultó a independientes y pueblos originarios? Los exconvencionales al menos estaban molestos.
Les diría que ellos mismos propusieron un texto constitucional que le entrega al Parlamento la posibilidad de llegar a estos acuerdos y hacer reformas. Está en el corazón de cómo se concibió la nueva Constitución. En ese sentido, no hay que tener temor.
¿No le preocupa que el gobierno no tenga mayoría en el Congreso para garantizar las reformas propuestas en el acuerdo de los partidos oficialistas?
El acuerdo de los partidos está totalmente garantizado. Creo que las opiniones que han salido a decir que no se va a cumplir son opiniones interesadas que saben que están diciendo algo que no es efectivo, porque los cambios que se están proponiendo tienen el acuerdo de todo el oficialismo. Démosle incluso el beneficio de la duda, supongamos que una parte del oficialismo no los va a apoyar. Todos esos acuerdos son también, se supone, respaldados por los sectores del Rechazo. ¿Por qué podrían no aprobarse? ¿Quién podría oponerse que llegue a tener más de 3/7 para impedir que se aprueben?
Esta semana usted dijo que si gana el Rechazo la llave para decidir cómo se hace una nueva Constitución vuelve a la derecha. ¿Acaso no confía en su voluntad de cambio?
No es un problema de desconfianza. Lo que estoy constatando es un hecho de la causa. Ellos tienen la mitad del Senado. Lo que estoy diciendo no es que no se va a hacer un proceso, estoy diciendo que se va a hacer el proceso que ellos estén dispuestos a aceptar. Ellos van a poner el límite, las reglas, decidir cuánto abren la puerta. Y no es desconfianza, al contrario, es sentido de realidad asumir que un sector que ha tenido una postura en determinados temas históricamente y que nunca ha dado argumentos para pensar que tiene razones muy distintas, hoy va más o menos a empujar en la dirección que siempre lo ha hecho.
¿Y si lo vemos al revés? ¿Por qué habría incentivos para reformar en caso de que gane el Apruebo. Guillermo Teillier señaló que le parecía bien el 99% de la propuesta constitucional...
El es el presidente de un partido que tiene una historia en Chile. Y en su historia una de las cosas de las que uno no puede dudar es que es un partido que cumple sus compromisos. Pero vamos a ponernos en la hipótesis pesimista de que no los cumpliera. Sin el PC, estos acuerdos se aprueban igual. Incluso sin el PC y el Frente Amplio se aprueban igual.
¿Cuál cree que es el diseño ideal para la noche del 4 de septiembre? ¿Cuál es el llamado que debe hacer el Presidente Boric en caso de que gane el Apruebo o el Rechazo?
Que el camino que viene hacia adelante tiene que recoger a los derrotados esa noche. El punto de partida de la Constitución propuesta por la Convención, desde mi punto de vista, tiene el corazón bien puesto para apuntar a un país más integrado, que se haga cargo de los sectores que se han sentido excluidos. Lo fundamental es que en su implementación abra la puerta para que esos sectores que no fueron partidarios del texto originalmente se vayan integrando a él. En el caso del Rechazo, el desafío es muchísimo mayor, porque hay que volver atrás, a foja cero, hay que partir discutiendo los mecanismos.
La presidenta del PPD fue la primera que sugirió la idea de aprobar para reformar. Algunos acusan que quizás esa estrategia puede ser contraproducente. ¿No es cederle un argumento a la campaña del Rechazo?
La sociedad empezó a mostrar ciertas aprensiones con el proceso constituyente mucho antes de que los partidos hicieran propuestas de mejorar. La gente entiende que un texto puede tener una orientación correcta y tener defectos. Puede gustarle lo sustantivo y querer cambiar ciertas materias. Lo que uno puede pedir es que el corazón esté puesto en el lugar correcto. Es del todo natural que quien quiere preservar eso sustantivo le parezca que los defectos que hay simplemente hay que corregirlos. Creo que los que queremos corregir el texto somos los que más nos gusta en realidad, porque nos importa cuidar sus aspectos esenciales y estamos dispuestos a hacer las modificaciones que sean necesarias para mantener esos aspectos esenciales.
Los cambios a la Constitución actual nunca han generado consenso en la centroizquierda. De hecho, Bachelet, que tuvo una propuesta, nunca tuvo piso en su propio sector para presentarla . ¿Por qué ahora se asombran de que un grupo de centroizquierda anuncie que votará Rechazo?
Me sorprendo de que haya sectores de centroizquierda en el Rechazo porque hemos hecho un recorrido conjunto y las cosas centrales que el texto constitucional apuesta a producir las hemos compartido históricamente: el Estado social y democrático de derecho, la paridad, el reconocimiento de los pueblos indígenas, los temas del equilibrio entre la naturaleza y nuestro desarrollo económico, la descentralización, la redistribución del poder. A la hora que se ponen arriba de la mesa estos cambios, uno empieza a ver que hay sectores que de alguna forma se fueron acostumbrando a tener una democracia limitada, un poco tutelada. La posibilidad de confiar en un poder distribuido de otra manera, en una democracia que opere de verdad, profunda, termina dándoles temor. Y claro que eso es desconcertante y duele.
¿Cree que hay un futuro conjunto para la centroizquierda después del plebiscito?
El sistema político chileno está en tal nivel de reconfiguración que hacer pronósticos es muy temerario, de ningún tipo. Haría solo un pronóstico. Creo que para el futuro de Chile, si gana el Apruebo, y también es válido si ganara el Rechazo, el fortalecimiento, el ganar carácter, el tomar fuerza en sus posturas del Socialismo Democrático es la clave de que salgamos de esta crisis fortalecidos y reconstruyendo nuestra convivencia. Es un sector que es fundamental fortalecer para que al gobierno le vaya bien, para que a la nueva Constitución le vaya bien. Y si resultara que no se aprobara la nueva Constitución, para que podamos hacer otra que se acerque lo más posible a este norte.
¿Y en el caso de la DC? ¿Se pueden retomar las relaciones?
Conversaciones hay permanentemente, hay una historia muy larga ahí. Hay ciertas dificultades que son internas de la DC, que no tienen que ver con su relación con nosotros, que desde afuera no tenemos cómo intervenir en eso. Uno puede tener puntos de encuentro importantes y eso no quiere decir que es lo mismo.
¿Se atreve a hacer un pronóstico a dos semanas del plebiscito?
No me atrevo a hacer un pronóstico, porque las encuestas han sido muy consistentes en poner un resultado adverso al Apruebo. Creo que las encuestas están subestimando algo que está ahí y está presente, que es una energía de la sociedad chilena muy profunda, que creo que va a salir a la luz en el momento de estas últimas semanas.
¿Estaría dispuesta a asumir un ministerio si el Presidente Gabriel Boric se lo pide?
Esas son las cosas que uno aprende muy temprano cuando está en política: no hay que especular de cosas que no han pasado. Cuando pasan, hay que analizarlas, conversarlas, ver qué significan y eso no ha pasado, ni ha habido ninguna señal de que esté pasando, así que no lo pongo por ahora en mi radar. No es para nada la razón por la cual me he involucrado en esto, me he involucrado porque creo es importante y porque he pensado que podía aportar en algo.
Quizás no hay señales, ¿pero disponibilidad hay?
No voy a hablar de disponibilidad de algo que no me ha sido planteado. Si eso llegara a pasar, ahí tendrá que verse.