“Casa de todos”: la arremetida intelectual de la derecha por un plan B

Será el miércoles de la próxima semana cuando se lance una iniciativa que se viene gestando desde hace poco más de un mes. Mediante una carta pública, un grupo de intelectuales de centroderecha dará a conocer el proyecto “Casa de todos”, un compromiso para colaborar a redactar una nueva Constitución y reafirmar que el proceso constituyente continúe en caso de que gane el Rechazo en el plebiscito de salida del 4 de septiembre.

Se trata de académicos e investigadores ligados a algunos centros de estudios de la oposición y también de la sociedad civil que mediante esa carta, a modo personal, hacen una invitación al sector a fijar los temas a impulsar en caso de que no se apruebe la nueva Constitución.

Entre ellos se encuentran los investigadores de Horizontal, José Antonio Valenzuela y Valentina Verbal, la exministra del Trabajo, María José Zaldívar, la académica de la UAI María José Naudon, los investigadores del IES Claudio Alvarado, Daniel Mansuy y Josefina Araos, la exdirectora ejecutiva de Acción Educar Magdalena Vergara, los investigadores del CEP Juan Luis Ossa y Luis Eugenio García-Huidobro, el académico UC Francisco Urbina y Alejandro Fernández de la Fundación Pacto Social.

Bajo la articulación del centro de estudios Horizontal, ligado a Evópoli, se fue gestando la carta, a la cual esperan con los días ir sumando nuevos referentes del mundo de las ideas y de la sociedad civil.

La idea partió de conversaciones entre los intelectuales sobre la preocupación del devenir de la Convención Constitucional. La gran mayoría de ellos estuvo por el Apruebo en el plebiscito de entrada del 25 de octubre del 2020 y algunos trabajaron con constituyentes durante el periodo que duró la Convención.

Sin embargo, la incomodidad que generó en la centroderecha la aprobación de una serie de normas por parte del órgano constituyente y el aumento del Rechazo en las encuestas llevaron a que los partidos agrupados en Chile Vamos se comprometieran a darle continuidad al proceso constituyente en caso de que gane esta opción.

Como desde la izquierda la respuesta ha sido de incredulidad ante las intenciones de la oposición -hasta ahora el sector no ha fijado formalmente qué materias se compromete a cambiar-, este grupo de intelectuales –de forma autónoma- decidió realizar una invitación a la derecha a comprometerse con cambios y ciertos puntos específicos a incluir en una futura Constitución.

De hecho, junto con la misiva, el proyecto involucra una propuesta alternativa del borrador de la nueva Constitución que será lanzada en una página web con el nombre “Casa de todos”.

Esta solo tendrá 154 artículos –a diferencia de la propuesta que, hasta hoy, tiene 499- y pretende ser un insumo para abrir una discusión de cómo debiera ser una ‘buena’ Constitución. La idea es que sean los mismos artículos que cantidad de constituyentes.

En ese documento, los académicos recogieron y agruparon una serie de propuestas de los convencionales, de izquierda a derecha. De ese lote se escogieron algunas propuestas que fueron rechazadas y se agregaron iniciativas de normas populares impulsadas por la ciudadanía.

La idea es que el texto sirva como insumo para el debate de contenidos. Y a medida que la gente participe en la página web y proponga normas adicionales, el grupo estudiará la posibilidad de incluirlas.

En la carta -a la cual La Tercera tuvo acceso- se parte destacando que “han surgido diversas voces demandando un cambio significativo en la convivencia de los chilenos y chilenas. Entre ellas, destacan visiones particularmente críticas de la Constitución vigente, ya sea por sus vicios de origen o por diversos aspectos de su contenido. Esto no es casual. Hoy vivimos en una sociedad compleja y diversa, una realidad que, bien lo sabemos, no está del todo recogida en la Constitución”.

En esa línea, se recalca la importancia de que el nuevo texto no sea de unos pocos ni de una única posición ideológica. “Lamentablemente, el borrador propuesto por la Convención Constitucional no logra estar a la altura de ese objetivo. En efecto, ha recibido diversas críticas por sus falencias en materia de diseño institucional, por su excesiva cantidad de normas, por su indiferencia o franco desprecio respecto de la tradición constitucional chilena, y por su muy difícil aplicación e interpretación. El llamado, entonces, es a pensar y articular una nueva Constitución que abrigue las distintas posiciones democráticas”.

Luego, la carta hace referencia a los temas que se comprometen a garantizar en una nueva Constitución: la igualdad ante la ley, la consagración de un Estado social y democrático de derecho con un fortalecimiento de los derechos sociales, el “reconocimiento de la deuda histórica con los pueblos originarios desde la lógica de la interculturalidad”, el fortalecimiento de los partidos políticos, el sistema político bicameralista y mayor protección al medioambiente, entre otras.

Todas esas medidas serán profundizadas en el texto con los 154 artículos. “No se trata de un documento taxativo ni conclusivo, sino de una propuesta que busca incentivar el debate (...) El propósito de este ejercicio es mostrar que la Convención pudo tener un resultado diferente (...) y que el cambio que Chile necesita es perfectamente posible si llega a triunfar el Rechazo en el plebiscito de salida”.