El Chile Open entra en etapa de definiciones para su quinta edición. Su directora Catalina Fillol anticipa algunas novedades del ATP 250 capitalino, cuyo actual campeón es Nicolás Jarry, y que finalmente se disputará en San Carlos de Apoquindo, entre el 26 de febrero y el 3 de marzo. Las entradas se pondrán a la venta por el sistema Live Tickets este jueves 30, comenzando por los abonos, que tendrán un descuento especial por tiempo limitado.
¿Cómo vislumbra esta nueva versión?
Partimos los primeros dos meses más o menos post-evento para mirar las cosas positivas, los espacios donde hay mejora y hacemos un poco un listado del resultado del evento anterior. Más o menos como a partir de junio ya nosotros arrancamos en planificación del 2024. Y uno de los grandes temas que nosotros vimos fue la mejora en la infraestructura. Dentro de nuestros pilares como SACS es el crecer y poder a futuro tener el mejor torneo de Sudamérica. Y dentro de eso significa ampliar y mejorar espacios. Hemos invertido un 25% más en nuestro presupuesto en la creación del evento. Eso significa, por ejemplo, cambios en la gradería. Las estructuras mecano no son las ideales para crear un estadio y por eso este año va a ser 100% butaca. Serán asientos numerados para todo el público.
Este año estuvo la opción de irse al Estadio Nacional. ¿Por qué no se produjo?
Sí, efectivamente. Los tiempos fueron los que nos llevaron a tomar la decisión de volver a San Carlos de Apoquindo. Esto se divide en varios temas. El principal, es que la ATP tiene que venir a aprobar cualquier cambio de sede. Y esa aprobación tiene que existir con la infraestructura ya hecha, armada y desocupada. Si nosotros hubiésemos pedido que vinieran durante los Panamericanos, iban a ver un producto que realmente no iba a ser el evento. ¿Por qué? Porque hay graderías estructurales que estaban hechas para los Panamericanos. Los flujos de gente también son otros. Por lo tanto, cuando ellos vengan, en febrero, queremos llevarlos a conocer el Estadio Nacional y que hagan el recorrido como se debe hacer. A eso le sumamos que, al final de los tiempos, nosotros, como SACS, llevamos desde junio planificando el evento. Hay muchas áreas que considerar: cosas como el flujo de gente, hasta cómo funciona el viento, los accesos. Y tener cuatro años ya de know how sobre San Carlos de Apoquindo favorece muchísimo en la planificación. Y como tercera patita, es el tamaño. Nosotros realmente dimos un bonito salto este año de haber ido de un estadio de 3.500 a 5.000, donde vimos que la gente realmente disfrutó del deporte. Y en este minuto el aforo del Estadio Nacional es mucho menor a la capacidad de 5.000 personas que nosotros buscamos obtener en el Chile Open.
El llevar a la gente de la ATP al Nacional es una señal para 2025...
No descartamos para nada la posibilidad de ir al Estadio Nacional, yo creo que uno de los aprendizajes bonitos que se producen de los Panamericanos es que la infraestructura es de muy buena calidad y que la gente realmente estaba gozando de disfrutar del deporte. La cantidad de asistentes fue realmente muy bonita y qué rico para nosotros como Chile Open sentir que aportamos a esa entretención deportiva que tanto busca la gente de Chile.
¿Cómo van las conversaciones con las figuras del circuito para el torneo?
Llevamos varios meses conversando. Pero la confirmación exacta de cómo quieren hacer el calendario todavía a mí no me ha llegado. Me han pedido en general un poco más de tiempo. Me voy a adelantar a la pregunta de Alcaraz y Wawrinka, que ellos sí han confirmado su calendario con Buenos Aires y Río. A nosotros nos dijeron que no, simplemente porque prefieren esa semana de descanso y prepararse para Indian Wells. He mandado todas las invitaciones a todos los jugadores amigos por haber.
¿Incluido Rafa Nadal?
Rafa contestó. Él sigue todavía en la etapa de recuperación. Un poco las respuestas que me han dicho varios en general de que depende de cómo va a ir su ranking, de cómo están ellos físicamente y de cómo quieren hacer las cosas. Pero, como digo, la solicitud, la invitación está. Le escribimos, pero él no tiene claro su calendario, ni siquiera partiendo con el Australian Open.
Este año pelearon por pasar a ser un ATP 500, pero finalmente no prosperó.
Hicimos primero las postulaciones verbales y luego las más formales, donde entregamos toda la información. Cerca del US Open nos avisaron que Santiago había quedado dentro de los últimos siete. De ahí, la ATP anunció los tres que quedaron. Al final, donde nosotros quedamos cortos, por decirlo así, es en infraestructura y eventualmente en prize money, en la manera en que competimos con las otras propuestas sobre la mesa. El ATP busca un estadio de 7.000 personas, con una infraestructura no montada, sino que realmente hecha, y en ese sentido, tanto Buenos Aires como Santiago, quedamos cortos. Realmente para soñar con tener un ATP 500, como tenemos la ilusión, se necesita una infraestructura mucho mayor a la que actualmente tenemos acá en Chile.
¿Está la posibilidad de incursionar organizando algún torneo aparte del Chile Open?
Nosotros partimos nuestra historia con el challenger que hicimos por tres años y luego llegamos al ATP 250, siempre con esa mirada de poder aportar al crecimiento del deporte. Y juntando un poco nuestra pasión y nuestra experiencia, queremos atacar un poco la parte del inicio del jugador. Hemos estado en conversaciones tanto con la federación, con auspiciadores privados, para poder hacer torneos Futuros (hoy M) durante el año. Creemos que es una parte importante para el crecimiento del tenis. ¿Por qué? Porque los jugadores chilenos que no tienen puntos ATP necesitan una plataforma para poder arrancar, para poder partir, para dar ese primer salto. Lo que buscamos es que, por ejemplo, el tenista chileno que suma la mayor cantidad de puntos durante esta gira de futuro, o circuito de futuro, se gane el wild card para la qualy. Es una mirada mucho más del año completo y lo que buscamos es poder crear, de aquí a cinco años más, el recambio de los tremendos tenistas que hay en este grupo también.
¿Está contemplado que sea en el Estadio Nacional ese circuito?
Sería realmente perfecto ahí. El Estadio Nacional, como dije antes, quedó muy bien y parte de los aprendizajes que nos dejó el Estadio Nacional fue el estado de las canchas, que quedaron realmente quedaron muy bien. De hecho, llevamos a la empresa Kinsa, que fue la que las construyó, para que hiciera de cero la cancha central de San Carlos de Apoquindo, lo que estamos costeando nosotros junto con la Católica.
¿Qué otras innovaciones tendrá el torneo?
Tendremos 400 metros cuadrados de pantalla LED y también estamos invirtiendo para que haya mejoras gráficas e interacción con el público. Estamos considerando traer el Challenge, el Electronic Line Calling, que es esta tecnología que marca la pelota y el jugador puede levantar la mano y decir “quiero reclamar”. Y un poco nuestra apuesta es adelantarnos a lo que el ATP nos va a exigir el 2025. El 2025 el ATP ha hecho la solicitud de que todos los torneos en el calendario completo tengan el ELC, que hasta el momento se ve mucho en las canchas de cemento, y este 2024 la idea es probarla más en las canchas de arcilla para que en 2025 el circuito completo sea de esa manera.