El lunes 24 de junio se estrenó Colgar los Botines Dorados, una nueva docuserie de La Tercera y La Cuarta. En la medida que los últimos referentes de la generación juegan sus últimos partidos y que ya varios de los que fueron a mundiales y ganaron Copas América se han retirado, quisimos hacer el ejercicio, no solo de repasar procesos, jugadas y entrenadores: también de meterse en la cabeza de un futbolista que vivió toda su carrera con la adrenalina a tope y que ahora mira los partidos de la Selección desde la vereda del retiro y también, desde el desafío de la reinvención.
La serie consta de tres capítulos y este lunes se estrena el primero: El comienzo de un sueño. Cada lunes se liberará un nuevo capítulo. Aquí, como un adelanto para nuestros lectores, frases seleccionadas de las tres entregas de la serie.
El comienzo de un sueño
Pablo Contreras:
“A pesar de que me desenvolví como defensor, en mis inicios fui delantero y mi ídolo era Iván Zamorano. Debuté en la Selección el 17 de febrero de 1999, con don Nelson Acosta, ante Honduras, en Concepción. La gente estaba eufórica porque veníamos del proceso a Francia 98. Ese fue mi inicio en la Roja, donde perduré por 13 años. Me fue bien ese día. Había tenido un gran año en Colo Colo y eso me dio la posibilidad de ser convocado. Creo haber cumplido, que me llamaran a la Copa América de Paraguay habla de eso”.
José Pedro Fuenzalida:
“Cuando dije que quería dedicarme al fútbol, siempre tuve el apoyo de mi familia. Pero tenía esa duda de si quería también entrar a estudiar. Me dediqué al fútbol, pero mirando de reojo la universidad. Dejé el fútbol por un tiempo, pero tras un semestre me di cuenta cual era mi verdadera pasión. He escuchado historias de gente que no ha tenido el apoyo para dedicarse a jugar, pero no fue mi caso”.
Waldo Ponce:
“Siempre tuve acercamientos con la U, me fui a probar varias veces. Me dejaron, pero por temas de viaje y mi personalidad, no se pudo dar hasta los 15 años. Cuando me quedé fue como central, antes había estado de puntero derecho, era rápido, hábil y de buena técnica, pero menos mal que me cambiaron de puesto, porque hubiera tenido que competir con Alexis en la posición”.
Ismael Fuentes:
“No hice divisiones menores, jugaba más en el campo. Estuve en las cadetes de Deportes Linares por muy poco tiempo, cuando se lesionaron algunos compañeros del primer equipo me vio el técnico y subí a jugar. En esa primera experiencia me tocó viajar a Arica en bus, y en el partido salió un compañero a los dos minutos y me tocó entrar. Desde ahí empecé continuamente a jugar y luego vinieron los llamados a las selecciones menores”.
Gonzalo Jara:
“Mi sueño era jugar en Huachipato. En Huachipato tenía el sueño de jugar en un equipo grande y si jugaba en un equipo grande tenía la certeza que iba a estar en la Selección. Eso recién me iba a llevar a Europa. Hoy hay muchos chicos que quieren jugar seis meses e irse al extranjero. La juventud se salta etapas porque vivimos en la inmediatez”.
Esteban Paredes:
“Mi infancia siempre estuvo ligada al fútbol. Cuando era chico mis ídolos eran Zamorano, Salas y Barticciotto. Tenía 10 años cuando Colo Colo gana la Copa Libertadores. Después, viendo a la Selección, sumé a Zamorano y Salas. Luego, cuando fui creciendo, vi al mejor de todos en mi puesto, que es Ronaldo, el Fenómeno”.
La era de oro
Pablo Contreras:
“Yo venía con un pensamiento de acuerdo a lo vivido en otras épocas. La idea era no perder por cierta cantidad de goles o que un empate nos servía. Estos chicos, que eran mucho menores que yo, me convencieron de que podíamos enfrentar a cualquier equipo de igual a igual. Pertenecí a tres períodos clasificatorios y yo me siento un invitado de honor en la Generación Dorada”.
José Pedro Fuenzalida:
“El título fue para un país que lo merece, que siempre ha sido fanático del fútbol. Siempre han salido buenos jugadores y faltaba que llegara un momento en que llegaran muchos jugadores de gran nivel y que contagiaran a todo el resto, que un poco estábamos en sus costados como tratando de ser parte de un gran equipo”.
Waldo Ponce:
“La mentalidad de querer ganar ya la teníamos. Queríamos ser los mejores del mundo. Los que veníamos de antes ya lo pensábamos, pero no se había dado. Después los cabros, como Alexis y Arturo, querían comerse el mundo, todo eso ayudó. Con Bielsa no cambia nada. Le doy la responsabilidad de dirigirnos de buena manera. Hubo muchas situaciones para que se consiguieran objetivos y se pudiera cambiar la historia”.
Ismael Fuentes:
“Se hicieron bien las cosas y los jugadores que llegaron fue para aportar y fueron titulares. Lo principal es que el equipo se potenció. Igual uno se siente participe por haber sido parte del comienzo, que es lo más complicado. Después en el camino pasan muchas cosas, pero se lograron los objetivos. Antes se hablaba de grandes generaciones que no ganaron nada. Ahora fue una generación muy buena que logró cosas importantes”.
Gonzalo Jara:
“Teníamos cuatro o cinco jugadores fuera de serie. Nosotros teníamos que acompañar. Pero para eso debía estar mejor preparado que ellos. Si Sánchez jugaba al 100 por ciento, yo debía dar el 120, o si no, no daba el tono. Esto era como una orquesta, si uno toca mal, se nota. Es por eso que fuimos tan competitivos. Que la banda suene, que no desentone, y no solamente por un partido, sino que por años. Sabíamos que no podíamos aflojar ni un minuto”.
Esteban Paredes:
“Mi mejor recuerdo es haber jugado el Mundial de Sudáfrica, es el mejor momento en la Selección. Haber estado ante grandes potencias y vivir todo ese proceso fue algo muy lindo. Después la base se mantuvo. El equipo jugaba de memoria independiente del técnico que llegara. Cada uno llegaba con su esquema, pero el equipo nunca perdió la dinámica ni la precisión en los partidos. Eso lo llevó a estar a nivel mundial”.
Final del juego
Pablo Contreras:
“Me despierto a las 7 de la mañana pensando que debo ir a entrenar. Eso me suele pasar. Cuando me doy cuenta de que no es así, me digo que no es necesario estar pensando en eso. La sensación es más de alivio. Angustia no tengo. Pero voy poco a ver a la Selección, por una cuestión de nostalgia. El último partido que fui a ver fue la final de la Copa América 2015 en el Estadio Nacional. Me da nostalgia ver a mis amigos ahí. Me enorgullece un montón, porque de los 23 convocados, seguramente jugué con 20 durante cinco años. Me sentí feliz de verlos triunfar. De alguna u otra manera, me hago también participe. Pude entregar un granito de arena en eso que fue ultra importante. Quizás algo de sabiduría o experiencia”.
José Pedro Fuenzalida:
“El retiro es algo que a todos nos llega. Sentía que algunos no estaban dando el paso en el momento oportuno. No sé cuándo es, pero hay instantes que son lindos, que estando arriba puede venir un bajón. Yo quise hacerlo sintiéndome bien y competitivo. Después de estar un mes sin jugar reflexioné que no volvía. Todavía me cuesta sacarme el chip de deportista. Sigo con la disciplina de toda la vida”.
Waldo Ponce:
“Me retiré joven, me habría encantado jugar un tiempo más. Mis decisiones se gatillaron por la lesión, que me ocurrió en la Selección, en el partido ante Paraguay, rumbo a Brasil. Muchos clubes después se quedaron con la imagen de que me lesionaba mucho, o quizás que cobraba mucha plata. Nunca tuve un momento de retiro. Quería ver posibilidades”.
Ismael Fuentes:
“Fue también un pilar fundamental en mi carrera ser de campo. El campo no es fácil. Siempre digo a los niños que si hay una puerta abierta, aunque sea una luz muy chiquitita, la tomen. Al fútbol no siempre llegan los mejores. Llegan los más perseverantes, los que disfrutan, los que aman el deporte”.
Gonzalo Jara:
“Podía jugar un año más, dos años más, tranquilamente. Pero estaba cansado de la cabeza. Me lo dijo un compañero una vez. Me dijo que me iba a aburrir. Porque las generaciones de hoy... no sé si no tienen el compromiso. Por más que yo no quiera ser referente ni me sienta un referente, tenía que hacerme cargo si jugamos mal o perdemos. Uno se va cansando de eso”.
Esteban Paredes:
“A veces entreno con los muchachos en Santiago Morning. Ahora tengo el privilegio de estar en un club y tener la escuela. Eso me hace abrazar la actividad. Cuando estaba en Coquimbo estudié la carrera de director deportivo. Con Hernán Torres planificamos un proyecto que quise presentar en Colo Colo, pero las cosas no se dieron. Luego lo mostré en Santiago Morning y me dijeron que sí. Así me mantengo en el fútbol”.