Académicas Programa Políticas, Sistemas y Gestión en Salud, Escuela de Salud Pública, Universidad de Chile.
El momento actual de la pandemia de Covid-19 en nuestro país es evidentemente de declinación. En efecto, tenemos una incidencia a nivel nacional para la última semana de 5 casos por cada 100 mil habitantes, la más baja desde abril de 2020. La positividad de los test PCR se ha reducido a 2,2%, la más baja desde el inicio de la pandemia. La ocupación de camas UCI ha disminuido sustantivamente, habiendo, el miércoles recién pasado, 519 camas disponibles, una cifra que corresponde al 81% de las 640 camas UCI de adultos que todo el sistema público de salud tenía antes de la pandemia
Así las cosas, el panorama se ve positivo. ¿Significa esto que hemos superado la pandemia de Covid-19? La respuesta, categóricamente, es no. Entre todas las incertidumbres que nos han habitado en estos tiempos, tenemos una certeza: vendrán nuevas olas pandémicas. No sabemos con exactitud cuándo se producirán ni su magnitud. Tampoco sabemos qué impacto tendrá en nuestro país la variante Delta ni otras que puedan emerger, o cómo será la respuesta de estas ante las vacunas que se están usando en el país, lo que contribuye a este escenario de incertidumbre.
En Europa, el peak de casos diarios de la segunda ola fue prácticamente ocho veces mayor que la primera, mientras que en Chile el peak de la segunda ola, que fue el 9 de abril con 9.171 casos nuevos al día, fue de solo un tercio más de casos diarios que la primera ola. La segunda ola encontró a Europa sin haber iniciado su proceso de vacunación; en Chile, en cambio, este proceso se inició en febrero de 2021, con un sistema público de salud históricamente organizado para una rápida y eficiente distribución de las vacunas en las poblaciones que fueron siendo priorizadas.
El escenario actual en nuestro país es de alta fragilidad y, por tanto, requiere ser afrontado con medidas adecuadas, oportunas y preventivas para conseguir que los nuevos casos -la incidencia- bajen a tal punto que nos permita respirar con tranquilidad sabiendo que la propagación del virus está en camino de la contención.
Estamos entrando al mejor momento para corregir la gran debilidad que ha tenido el manejo de la pandemia en el país: la estrategia de testeo, trazabilidad y aislamiento. Al disminuir significativamente el número de nuevos casos diarios, se facilita llevar a cabo una efectiva trazabilidad de los contactos, para lograr el oportuno aislamiento de las personas que son fuente de contagio de la enfermedad.
La meta por lograr, entonces, es que la incidencia diaria de casos, es decir el número de nuevos casos de Covid, sea menor a 1 caso por cada 100 mil personas, es decir menos de 190 casos al día.
Estamos en un momento crítico para demorar y mitigar una nueva ola, disminuyendo la replicación del virus y evitando la aparición y/o propagación de nuevas variantes en nuestro país. Esto requiere acciones de política pública de prevención, una adecuada comunicación de riesgo y respuestas integrales para atenuar los impactos sociales, económicos y sanitarios de la pandemia.