Columna de Belén Salinas: Alza de matrimonios en Chile: ¿Efecto de la pandemia?



Por Belén Salinas, psicóloga de la Universidad de La Frontera y estudiante de Doctorado en Psicología.

Cuando nos enfrentamos a situaciones de estrés, es decir eventos incontrolables, impredecibles y que suponen una amenaza a nuestra integridad, buscamos más afiliación. Los vínculos afectivos son factores protectores que nos ayudan a afrontar y reducir el estrés psicológico, nos hace sentir protegidos, permite reducir la incertidumbre y satisfacer necesidades de compañía, contención y amor. Por tanto, buscar establecer nuevos vínculos, o recuperar aquellos ya existentes, es -desde mi perspectiva- una de las posibles explicaciones ante el alza de los matrimonios durante 2022, quebrando la tendencia a la baja de la cual venía.

Si miramos otros eventos estresantes ocurridos en décadas anteriores, estos cambios no deberían sorprendernos. Después del atentado del 11 de septiembre en Estados Unidos se produjo un incremento en los matrimonios, nacimientos y una disminución en los divorcios; situación similar ocurrió posterior al huracán Katrina. Una respuesta adaptativa frente al estrés psicológico ocasionado.

Los chilenos, al parecer, no somos la excepción. Es sabido que los vínculos afectivos, además, se asocian con procesos fisiológicos involucrados en la regulación del estrés, como la producción oxitocina, la llamada “hormona del amor” que contrarregula al cortisol, la hormona del estrés.

En esta misma línea, estudios realizados en el Laboratorio de Estrés y Salud de la UFRO nos han permitido comprobar que los vínculos afectivos positivos se vinculan con mejores indicadores de salud mental, como estrés psicológico, ansiedad y depresión, y conductas saludables entre las que se encuentran la alimentación.

Considerando que el estrés se vincula con el desarrollo de enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, buscar y mantener nuestros vínculos afectivos es saludable y puede protegernos, como lo han demostrado diversos estudios en todo el mundo.

Por ello, más allá de mirar las cifras, es relevante analizar cómo estos cambios o adaptaciones que realizamos ante situaciones de estrés se van a vincular con nuestra salud física y mental. Aspectos que han cobrado especial relevancia tras la pandemia.