Por Benito Baranda, Constituyente (ind.) electo
El Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución firmado por la gran mayoría de los partidos políticos en noviembre de 2019, buscó una salida institucional a “la grave crisis política y social del país, atendiendo la movilización de la ciudadanía” “cuyo objetivo fue “buscar la paz y la justicia social a través de un procedimiento inobjetablemente democrático”. En ese contexto y después de múltiples esfuerzos, diversos grupos de independientes logramos abrir un espacio para poder competir en una cancha algo más pareja con los partidos políticos.
Se dijo que se llenaría de candidaturas intrascendentes y por ello se fijaron barreras de entrada para poder inscribirnos. Los resultados del domingo demuestran que las candidaturas independientes no solo no fueron intrascendentes, por el contrario, lograron representar de manera más amplia la diversidad de nuestro país, superando con creces la votación de los partidos.
Hoy en el mundo entero la ilusión de la “representación plena” de los partidos políticos ha estallado por los aires. Nuestro país, como muchos otros, son sociedades multiculturales donde conviven muchas identidades, las que ya no son posibles de ser encasilladas y representadas por partidos que tratan de sintetizar sociedades cada día más complejas. Entonces, si los partidos solo pueden representar una porción limitada de la diversidad de la sociedad; y, adicionalmente muchas de sus prácticas no cuentan con legitimidad ciudadana, ¿por qué no nivelar la cancha para las candidaturas independientes para las elecciones parlamentarias por venir?
Chile es un país muy desigual, también en las oportunidades para aportar en la construcción de lo político, de lo común, de lo que nos corresponde hacer a todas y todos. Establecer normas parejas que permitan que candidaturas independientes agrupadas en listas, puedan competir en igualdad de condiciones en las próximas elecciones parlamentarias, será sin duda un avance hacia una democracia más plena que permita a todos y todas compartir nuestra casa común.