Columna de Carolina Leitao: Calles sin violencia
Por Carolina Leitao, presidenta de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM) y alcaldesa de Peñalolén.
La crisis de inseguridad que estamos viviendo se explica en gran parte por el aumento de delitos violentos, especialmente homicidios, ajustes de cuentas, aumento de violencia para cometer delitos comunes y mayor presencia de armas.
Estos fenómenos, si bien tienen expresiones comunales o se denuncian comunalmente, afectan a las ciudades en su conjunto porque los delincuentes no conocen ni respetan límites para perpetrar sus acciones. Delimitar, entonces, comunalmente un plan que aborda esto con recursos, liderazgo y decisión, parece un despropósito. Independiente que todo plan debe tener una focalización, creo con convicción que éste debe ser tratado por macro zonas.
Lo explico: supongamos que una banda comete un homicidio en la comuna A, pero tiene su centro de operaciones en la comuna B y sus integrantes viven en la comuna C: ¿cuál debiera ser la comuna elegida para ser intervenida? Para nosotros la respuesta es una: el trabajo debe dirigirse hacia el campo de acción de la banda criminal. Porque el delito es móvil y dinámico hay que priorizar acciones que permitan detenciones y condenas y no aquellas que sólo desplacen la delincuencia.
Conscientes de esta realidad, cuando fuimos convocados por el Ministerio del Interior para conocer el plan “Calles sin Violencia”, hicimos ver que para que un plan sea efectivo debe ser concebido con otro enfoque operativo y comunicacional, evitando dos cosas: la estigmatización de las comunas y alertar a los delincuentes sobre un territorio determinado.
Los municipios, sin distinción política, hemos estado siempre disponibles para aportar y cooperar, seguros que para ver resultados efectivos debemos trabajar sobre un foco integral, estratégico y dinámico, con menos frases grandilocuentes y cuñas para la galería y con más esfuerzos en prevención e intervención en la calidad de vida de nuestros barrios. Esperamos que esta intervención, si rinde frutos, sea una buena noticia que se replique en todo Chile más allá de las fronteras que se han arbitrariamente definido hoy.