Por Carolina Valdivia, abogada e investigadora CEP.
En términos de política exterior, la gira del Presidente Boric a Europa ha sido exitosa. Ha logrado un acertado equilibrio entre asuntos tan relevantes como inversiones y derechos humanos, y ha puesto el foco en el mundo de hoy: ciencia y tecnología.
Destaco la visita del Presidente a la European Southern Observatory, la ESO, organización con la que tenemos una relación antigua que se torna cada vez más estratégica para el futuro del país.
La participación del Presidente en la Cumbre por la Paz en Ucrania es otro punto alto. Ante un mundo en movimiento, Boric consolida a Chile como un país que buscará preservar las reglas que han sostenido la paz y la seguridad internacional.
Las giras están cargadas de símbolos. Por ello, para evaluar cabalmente su éxito habrá que analizar cuántos y en qué profundidad se implementan las declaraciones de amistad y los acuerdos para avanzar en el amplio catálogo de temas tratados. También es importante conocer si se plantearon asuntos espinosos como la falta de voluntad de Alemania en extraditar a los jerarcas de la ex Colonia Dignidad, prófugos de la justicia chilena. Este es un paso indispensable y complemento fundamental del compromiso presidencial de crear un espacio de memoria en Villa Baviera.
Las polémicas que empañaron la gira –como la chapucera intervención del embajador en Madrid- son pequeñeces que, si bien ameritan discutirse, alimentan la escena local y no tienen mayor trascendencia en el exterior. El llamado es a evitar que los árboles nos impidan ver el bosque.
Finalmente, cabe preguntarse si se justificaba una segunda gira a Europa en menos de un año antes de apostar por otros destinos. En Latinoamérica la presencia del jefe de Estado se ha limitado a ritos protocolares pareciendo olvidar que, aunque siempre difíciles de abordar, es en esta región -y no en Europa- donde se juegan los intereses permanentes de Chile. Espero ver pronto al Presidente robusteciendo las relaciones en las Américas, en especial, con nuestros vecinos.