Columna de Daniel Johnson: Crisis penitenciaria, una amenaza que no podemos ignorar
Por Daniel Johnson, Director Ejecutivo de Fundación Paz Ciudadana.
Gendarmería tiene un mandato: atender, vigilar y contribuir a la reinserción social de las personas privadas de libertad. Sin embargo, mientras el rol de vigilancia ha sido efectivo, las áreas de atención y reinserción presentan serias falencias, siendo alarmante su incapacidad para prevenir la reincidencia: más del 50% de las personas que cumplen condena reinciden en menos de tres años, y sobre el 70% vuelve a tener contacto con el sistema de justicia. La reinserción es una gran deuda.
A esto se suma que la delincuencia en Chile ha cambiado. Nuevas tipologías delictuales, como secuestros, sicariato y extorsiones, junto a organizaciones criminales más complejas, han transformado el panorama. Estos grupos delictuales que subsisten en los recintos penales logran coordinar delitos desde su interior y aprovechan herramientas y tecnologías. Recientes motines y actos de violencia interna evidencian las debilidades del sistema para mantener el orden y la seguridad en estos espacios.
Fortalecer la integridad institucional y prevenir la corrupción, también requieren atención. Ejemplos como las celdas VIP o el ingreso de drogas y celulares ilustran cómo este problema erosiona la efectividad del sistema penitenciario. Las condiciones actuales facilitan la extorsión hacia los funcionarios, quienes enfrentan amenazas y coacciones. Por lo tanto, garantizar su bienestar es irrenunciable.
Gendarmería requiere apoyo para cumplir su rol ante esta nueva realidad que amenaza su estabilidad y la seguridad nacional. Para esto, es imprescindible reforzar su institucionalidad, dotarla de mejores herramientas, mejorar los sistemas de segregación y contar con mecanismos de transparencia para monitorear el desempeño.
Chile aún puede prevenir que su sistema penitenciario se transforme en un centro de operaciones delictuales, como ha sucedido en otros países de la región. La estructura actual resiste, pero no debemos subestimar los riesgos. Fortalecer a Gendarmería de Chile es clave para garantizar la seguridad y para ello no sólo debe vigilar, sino también reinsertar y proteger de manera efectiva.