Por Dante Figueroa Abarca, Historiador. Autor del libro “Barrio Independencia en la cuna del futbol chileno”.

En la capital, a imitación de lo que ocurría en Valparaíso, el fútbol comenzó a masificarse rápidamente en las primeras décadas del siglo XX. Desde su génesis el balón pie metropolitano fue desarrollándose en un sinnúmero de canchas, que posteriormente dieron vida a los estadios. Estos recintos en Santiago se localizaron en distintos puntos, no obstante, muchos se afincaron al norte o en las cercanías del río Mapocho. De hecho, 7 de los 8 clubes que dan vida a la liga profesional del fútbol chileno tienen una historia en las canchas y estadios del norte de la capital.

A las primeras canchas utilizadas en El Carmen, la Quinta Normal o en el antiguo Parque Cousiño (hoy O’Higgins) se fueron sumando la de los Campos de Sport de Ñuñoa, que posteriormente daría vida al Estadio Nacional en 1938. Las antiguas canchas cedieron a la creación de estadios como el Santa Laura en 1923 y el de Carabineros, en lo que hoy es el Parque de Los Reyes, del mismo año y que, posteriormente pasó a ser regentado por Colo Colo.

A estos se suman el Estadio Italiano en 1928 (donde se jugó el último partido de la era amateur); el de San Eugenio o después conocido como Estadio Ferroviario, que animó las jornadas desde comienzos de la década de los cuarenta -donde incluso entrenó Pelé- y el de Universidad Católica en Independencia, que se instaló, desde 1945, en las cercanías de la Plaza Chacabuco.

Gran parte de esos campos de juego -que tanta falta hacen hoy dada las suspensiones de partidos del Campeonato Nacional- fueron extinguiéndose con el paso de las décadas. Más tarde, al Estadio Nacional y al Santa Laura se incorporaron San Carlos de Apoquindo, La Cisterna y el de Audax en La Florida.

La cercanía del Santa Laura con Av. Independencia -a solo pasos del metro Plaza Chacabuco-, siguen acercando al hincha del deporte rey, recinto que, pese a las múltiples complicaciones en sus instalaciones, graderías, baños, iluminación y estado de la cancha, siguen posicionándolo como un referente del fútbol nacional.

Por ello, a pesar de la longevidad del mismo, la historia sigue recordándolo como la cancha donde se jugó el primer partido del profesionalismo o donde debutó Leonel Sánchez y se retiró Francisco Chamaco Valdés. Con más de 100 años, Santa Laura sigue siendo el estadio imprescindible para el fútbol en Santiago.