Por Elisa Coelho, psquiatra infantil. Profesora de la sección de psquiatría infantil, Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica
La pandemia del Covid19, el confinamiento y las restricciones del contacto social ha afectado la salud mental de la población y los niños, niñas y adolescentes no han estado exentos de este fenómeno. La demanda de atención especializada en salud mental para niños, niñas y adolescentes (NNA) aumentó de manera significativa desde el inicio de la pandemia, en este contexto, la vuelta a clases presenciales es una instancia que favorece el bienestar de este grupo etario, sin embargo, luego de tres semanas de vacaciones se ha visto un alto índice de ausentismo en los colegios. Tal vez estas inasistencias son el reflejo de que este retorno puede ser difícil para algunas familias.
No obstante, la vuelta a clases es de suma relevancia para NNA debido a que, entre otros factores, vuelven a tener una rutina diaria y la presencialidad permite retomar la trayectoria académica, la cual ha sido comprometida desde el inicio de la pandemia. En la misma línea, la interacción entre pares favorece el desarrollo personal y emocional de NN y sobre todo de adolescentes. Por otro lado, el ausentismo es uno de los mayores riesgos del rechazo escolar que pueden conllevar a la deserción.
En ese sentido, para disminuir la aprehensión de los cuidadores respecto a la vuelta a clases es esencial que estos conozcan las medidas y protocolos sanitarios empleados por los recintos educacionales para sentir así que sus hijos e hijas están en un espacio seguro. Respecto al manejo de estrés de los alumnos es importante que los cuidadores empaticen con el desafío que representa este momento para los estudiantes, es decir, que los acompañen emocionalmente y fomenten también otras actividades sociales con los pares.
A los equipos escolares se les sugiere que exista cierta flexibilidad con los horarios y que en la malla curricular del segundo semestre agreguen más horas de actividades no académicas como el deporte, talleres extracurriculares e instancias de encuentro. Tomando en cuenta todas estas recomendaciones tendremos una vuelta a clases segura y amena para los NNA y sus familias.