Por Enrique Paris, presidente del IPSUSS de la Universidad San Sebastián.
El invierno trae consigo la llegada de bajas temperaturas a nuestro país y provoca históricamente un aumento en la circulación de los virus respiratorios que impactan a nuestra población más susceptible. La Influenza tipo A, que adelantó su llegada, ya estaría en una fase de descenso, representando actualmente un 9,6% del total de detecciones notificadas por el Instituto de Salud Pública (ISP). Cifra menor si se compara con el 15,6% registrado la semana anterior.
Sin embargo, el virus respiratorio sincicial (VRS) manifiesta un importante aumento en su circulación, pasando de 25,3% a 31,7% de las detecciones en la última semana epidemiológica. Debido al impacto de este virus durante 2023 es importante destacar la exitosa estrategia implementada por el Minsal este año con la incorporación del Nirsevimab, anticuerpo monoclonal contra el VRS, que ha logrado una alta cobertura en lactantes (87,5%) y en recién nacidos (98%). Mantener esta política pública en el presupuesto 2025 de Salud, y considerar como estrategia extender la protección contra este virus en mujeres embarazadas y en adultos mayores debe ser el paso obligado a seguir.
No obstante, mantener la observación y detección a los cambios en la circulación de la influenza y otros virus como el SARS CoV-2, debe ser primordial considerando escenarios que puedan ocasionar un rebrote, especialmente después del término de las vacaciones de invierno.
Es por esto que resulta imprescindible reforzar la campaña de vacunación contra la influenza, enfocando la estrategia en niños menores de 5 años, mujeres embarazadas (quienes traspasan anticuerpos al niño que está por nacer) y en los adultos mayores, grupos que aún no llegan al objetivo del 85%. Junto con lo anterior, reforzar la comunicación de riesgo y enfatizar las medidas de prevención como el lavado frecuente de manos, el uso de mascarilla ante la presencia de síntomas y ventilar los espacios cerrados, entre otros.
Educar y estimular sobre la prevención y vacunación es tarea de todos para proteger a nuestra población más riesgosa durante el invierno.