Por Eugenio Guzmán, decano Facultad de Gobierno UDD

Una frase recurrida y atribuida a Giulio Andreotti es aquella de que “el poder desgasta más a quienes no lo tienen”. Ella permite abordar la pregunta: ¿Qué sucede con los candidatos derrotados en las segundas vueltas? Al respecto, en los últimos 30 años observamos dos casos: excandidatos que se “reinventan” y los que pierden vigencia de manera sostenida, incluso a pesar de no dejar por completo la política. En el primer caso se encuentran Lavín (2000), Piñera (2005), Frei (2009) y Matthei (2013). Sus derrotas derivaron en nuevos proyectos políticos: ministerios, espacios políticos locales o actividades diplomáticas en gobiernos posteriores.

La segunda deriva, la pérdida de vigencia y desgaste político, se la puede aplicar al caso de Guillier, que se explica, también, por su tardía militancia partidista e independencia.

Los derrotados del primer caso anticiparon los efectos de no estar vigente y, sobre todo, de quedar al margen de las redes políticas, pues este, el poder, es fungible, vale decir, se consume en su ejercicio, por lo que requiere que el flujo que proporcionan dichas redes tenga permanencia.

Respecto de Kast, se trata de un excandidato que cuenta con un partido con representación en el Congreso. No obstante, a 48 horas de ocurrida la primera vuelta las encuestas de la UDD arrojaban que Kast se encontraba entre 14 y 16 puntos porcentuales bajo su contendor y posteriormente nunca redujo la brecha a menos de 10, terminado con una diferencia de 11. Este es un factor que mostraría las dificultades de atraer nuevos electores, especialmente jóvenes, desafío que hoy enfrentan los partidos de centroderecha, que podría constituir un factor de distanciamiento.

Finalmente, si Kast queda encapsulado en los bordes de su partido (estrategia de “nicho”), aunque probablemente seguirá interactuando con Chile Vamos, la articulación entre sus diputados, los “candidatos” que quedaron en el camino y, por cierto, los diputados restantes del sector, muestran por ahora un escenario desafiante.