Columna de Francesca García Delgado: Perú, hasta la siguiente crisis
Por Francesca García Delgado, periodista, docente y politóloga peruana
Nada le garantiza al Presidente Pedro Castillo que mantenga el oxígeno hasta el final de su mandato, ahora que esquivó un segundo intento de vacancia. Si bien superó una oposición que escasamente sumó 55 de los 87 votos para vacarlo, quedan intactos los cuestionamientos de fondo: sus constantes yerros, los indicios de actos de corrupción o la falta de una visión país ante uno de los momentos más críticos de nuestra historia reciente. ¿Podrá mantenerse por cinco años? Lo tiene difícil.
El Presidente llamó a “cerrar la página y trabajar juntos por los grandes desafíos del país” tras la votación en el Congreso. Pero las cifras del último sondeo de opinión a nivel nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) son poco alentadoras para él. La corriente de opinión pro destitución crece. La mitad (50%) de los encuestados respondió que si fuera su decisión votarían por su vacancia. En noviembre esa cifra era de 43%. Además, el 71% cree que Castillo no terminará su gestión, principalmente por su incapacidad de gobernar.
El mandatario tiene el reto de iniciar grandes reformas, sobre todo, en beneficio del sector más vulnerable y excluido durante las décadas de bonanza económica. El sentir de la calle no es tangencial. Aquello que parece contener el desborde de la pugna entre Ejecutivo y Legislativo es la ciudadanía. Frente a una vacancia presidencial, un apabullante 80% considera que se deberían convocar a elecciones generales. Es decir, si se va Castillo, se van todos.
Castillo tiene abierta la opción de reconectar con sus electores de la primera vuelta y apelar a quienes luego, aunque con suspicacia, le dieron la victoria. El oxígeno puede emanar de verdaderos espacios de concertación, pactos transparentes de gobernabilidad y corrigiendo el nombramiento de personas cuestionadas en la administración pública.
Esta vez esquivó al Congreso pero la próxima quienes inclinen la balanza podrían ser los mismos que lo colocaron en el cargo más alto del país.