Columna de Francisca Werth: PDI ¿Para qué sirven las crisis?

Formación de Carabineros


Por Francisca Werth Wainer, Investigadora Asociada del Centro Justicia y Sociedad de la Universidad Católica de Chile

La RAE define una crisis como una situación mala o difícil. Se puede afirmar que los hechos que rodearon la renuncia del ex director de la PDI calzan dentro de esta definición. Sergio Muñoz era el jueves pasado la autoridad máxima de la policía civil, mientras que hoy se encuentra en prisión preventiva. ¡Vaya que la situación ha sido mala y difícil!

La RAE también entrega otra definición para la palabra crisis. Dice que es un cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o situación. Hace ya años y ante otras crisis, existe consenso de la necesidad de hacer cambios. Tras dos comisiones -una del Presidente Piñera y otra del Senado- hubo acuerdo que no sólo se debía modernizar a las policías, sino reformarlas. Esta reforma proponía una agenda de transformación y nueva gobernanza. Aunque estas comisiones centraron sus propuestas en Carabineros, existió acuerdo que debía alcanzar a ambas policías, reconociendo que debían reducirse o controlarse especialmente los espacios de autonomía institucional que, de alguna forma, había permitido las crisis anteriores.

Existió consenso que había que entregar más recursos y facultades para enfrentar sobre todo al crimen organizado, pero ello debía ser acompañado de mayores niveles de control.

Sin embargo, todo parece estar paralizado o al menos ha perdido fuerza, probablemente porque una vez más lo urgente -la crisis de seguridad actual- le ganó a lo importante, que era avanzar con los cambios estructurales.

Ahora bien, pasado el caos inicial, y para evitar que nos encontremos frente a situaciones similares en unos meses más, ¿no valdría la pena retomar el proceso de reforma policial y movernos luego de la situación mala o difícil a la posibilidad de generar un cambio profundo y de consecuencias importantes? Los diagnósticos están y las crisis los han confirmado ya lo suficiente como para seguir postergando lo importante.